SONIA BLUE: La Audiencia de Madrid pide para Pavel G.S. el joven búlgaro que mató a su hermana Julia y sobre la que el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda no pudo ya hacer nada por salvar su vida, un total 28 años de prisión por un delito consumado de homicidio, otro en grado de tentativa para su novio brasileño, además de lesiones a su madre y resistencia a agente de la autoridad tras agredir a miembros de su familia. El hospital majariego sí salvó la vida del novio y de la madre ya que estas dos últimas víctimas sobrevivieron al ataque pero tuvieron que ingresar en el hospital. Según el informe del fiscal, el acusado se presentó en el domicilio familiar de la localidad de Guadarrama, situada en la Zona Oeste de Madrid, en el mes de julio de 2017, y, bajo los efectos del éxtasis «Don Periñón», asestó «sin mediar palabra» nueve puñaladas a su hermana -que murió a causa de las lesiones-, dos a la pareja sentimental de esta y otra a su madre. El juicio está previsto que se celebre este lunes 1 de abril de 2019. «El agresor, un ciudadano búlgaro de 25 años, no tenía lesiones físicas aparentes cuando fue detenido, pero sí se presentaba un cuadro de fuerte descompensación psiquiátrica, con fuerte nerviosismo y convulsiones, aparentemente fruto del consumo de sustancias estupefacientes, lo que tendrá que ser confirmado por los análisis médicos», informó entonces El Mundo.

Una vez que llegaron los efectivos sanitarios, comprobaron que el arrestado había agredido mortalmente a su hermana, de 21 años con un cuchillo, que ha sido localizado por los agentes el domicilio. Tras 45 minutos de maniobras de reanimación, los sanitarios no lograron revertir la parada y confirmaron su fallecimiento, informó a Europa Press un portavoz de Emergencias Comunidad de Madrid 112. También ingresaron en el Puerta de Hierro de Majadahonda a la madre del agresor y  también víctima, una mujer de 48 años también de nacionalidad búlgara. Presentaba una herida en la cabeza, de la que fue tratada, aunque recibió pronto el alta hospitalaria.

En el lugar de los hechos también se encontraba el padre de la víctima y el agresor, que le tenía sujeto hasta que llegó la Policía Local «para evitar que pudiera herir a alguien más y para evitar males mayores». La alcaldesa de Guadarrama explicó que se trataba de una familia búlgara, trabajadora, que llevaba muchos años establecida en el municipio y «totalmente integrada. El padre trabaja en el servicio de basuras del Ayuntamiento y nunca habían protagonizado ningún incidente», manifestó entonces. El fiscal sostiene en su escrito de acusación que durante la noche del 11 de julio de 2017, el acusado, tras ingerir media pastilla de «Don Periñón» (éxtasis), se dirigió al domicilio familiar, donde vivía con sus padres, su hermana y el novio de esta última.

Sobre las tres de la madrugada, Pavel G.S. salió de su habitación «fuera de sí», lo que despertó a su hermana, quien salió a su encuentro para ver qué ocurría. Acudió al domicilio familiar de Guadarrama, «fuera de sí» por los efectos de media pastilla de éxtasis: La víctima se encontró a su hermano con un cuchillo de cocina y «sin mediar palabra», el acusado le asestó nueve puñaladas en la cara, en el cuello y en el tórax, así como en la mano derecha en un intento de defenderse, según el relato del fiscal, que explica que finalmente murió pocas horas después en el Hospital Universitario «Puerta de Hierro» de Majadahonda (Madrid), a donde fue trasladada.

La Fiscalía explica que cuando la madre oyó los gritos de socorro de su hija acudió en su ayuda, momento en el que su hijo le asestó una puñalada en la cabeza. Seguidamente, también acudió el novio de la fallecida, de nacionalidad brasileña, a quien el acusado asestó una puñalada en la boca y otra en el abdomen, lo que le provocó lesiones de «riesgo vital» de no haber llegado a ser intervenido con urgencia, agrega el escrito de acusación. La Policía Local de Guadarrama se personó en el domicilio quince minutos después de los hechos y arrestó a Pavel, que en ese momento estaba en el portal y se resistió a su detención de forma violenta. Además de la pena de prisión, el fiscal pide que el acusado, que se encuentra privado de libertad desde el día de los hechos, indemnice al novio de la fallecida en 32.000 euros por las heridas y las secuelas que le han quedado, y a un policía local de Guadarrama en otros 525. El fiscal explica que la madre de la fallecida ha renunciado a indemnización.