AGENCIA EFE. «Dados de alta los 16 niños de un colegio de Pozuelo de Alarcón tras ser atacados por avispas». Con este llamativo titular, la agencia Efe daba cuenta de un suceso inusual: los dieciséis niños de cinco años que habían sido hospitalizados con picaduras tras ser atacados por avispas cuando estaban de excursión en el campus de Somosaguas de la Universidad Complutense, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), ya han sido dados de alta, según fuentes hospitalarias. Diez de los niños fueron trasladados al hospital Puerta de Hierro de Majadahonda y los otros seis a un centro de salud de Pozuelo, todos ellos con pronóstico leve. El aviso del suceso se recibió el pasado viernes en el 112 a las 14.00 horas, cuando el grupo de escolares del colegio Blanca de Castilla de Madrid había sufrido el ataque de las avispas. Los afectados fueron atendidos en un primer por facultativos del servicio de emergencias Summa y por efectivos de Protección Civil de Pozuelo de Alarcón.
Las picaduras de abejas y avispas son frecuentes en primavera y verano, porque cuando hay más polen están más activas, y son los niños los más afectados. La reacción común es un dolor intenso en el momento en que se produce la picadura, la formación de una pápula –levantamiento rojizo de la piel con un punto central donde actuó el insecto–, una desagradable sensación de picor y la posibilidad de que aparezca un edema progresivo en las horas siguientes. Las abejas y avispas son atraídas por la fragancia de las flores, los colores brillantes y la superficie de aguas tranquilas. El remedio habitual contra el ataque de las avispas es aplicar frío en la zona y, si es necesario, recurrir a un antihistamínico. En el caso de las abejas, según explican los expertos, es conveniente desprender el aguijón con una aguja o unas pinzas, evitando presionar para que no se extienda el veneno.
Como evitar una picadura de avispa
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