Invertir en jugadores, una tendencia que no es nueva en el póker

Invertir en jugadores, una tendencia que no es nueva en el póker

Si eres una de esas personas que pretende invertir su dinero en algún mercado, pero no tiene muy claro en cuál, quizá tengamos la solución para tu duda. La bolsa, las criptomonedas, el metaverso o los NFT. Quizá todos estos son sectores en los que el dinero puede no estar seguro, pues los ítems que adquieras pueden cambiar de valor de manera muy agresiva y sin que el cliente tenga un control sobre ello. Por eso es que nos vamos a fijar en un mercado siempre atractivo como el del juego y nos centramos en el poker, que mezcla azar con habilidad.


Y una de las principales ramas de inversión que se han ido poniendo de moda con el paso de los años en esta disciplina es la financiación de otros jugadores. En los torneos de poker los jugadores tienen que pagar entradas en metálico por participar y el dinero de los premios procede precisamente de los pagos de todas las inscripciones. Inscripciones que en algunos casos son cuantiosas y caras y no todos pueden permitírselas. A menos que uno o varios pequeños inversores financien ese canon a cambio de llevarse un porcentaje pactado de las ganancias posteriores del jugador, como fruto de su desarrollo en el campeonato.

Es obvio que existe una mayor capacidad de control por parte del financiador, que aun así debe tener claros varios aspectos antes de confiar en un profesional. La forma en que el jugador se desempeña en las mesas es un aspecto fundamental a tener en cuenta. Las ganancias pueden ser muy llamativas, pero están supeditadas a la forma de juego y estrategia de la persona que las consigue. El inversionista tiene que llevar a cabo una criba en la que valora los riesgos que cada usuario puede correr y que por tanto también hará correr a su dinero.

Dentro de esa criba, el que pone el capital debe tener claro la clase de jugador de poker que existe hoy en día y el tipo de profesional que busca y en el que confía. Podemos hablar de perfiles que juegan solo manos que de verdad merecen la pena, hasta los que varían mucho su stack al entrar en bastantes peleas dentro de una partida. Todo ello pasando por una amplia gama de grises.

Otro de los aspectos fundamentales es conocer cuantas participaciones ha vendido ese jugador y por tanto entre cuantas personas se va a repartir el premio final que se consiga. Saber esto puede ser más difícil de lo normal, pues puede que el profesional no quiera compartir esa información. Pero intentarlo nunca está de más, ya que puedes conseguir información muy valiosa. Si tu caballo ganador está muy solicitado quizá estés en el camino correcto. Si apenas tiene inversores, desconfía.

Y sin duda uno de los secretos mejor guardados entre inversores es el de intercambiar participaciones con otras personas que se dediquen a la misma actividad. La financiación en el poker es más común de lo que imaginamos y hay gente que se dedica profesionalmente a esto, como cualquier persona que pone dinero en bolsa o en otro mercado similar. Y hay todo un mundo de posibilidades en el trueque de aportaciones. Así se pueden aumentar todavía más las opciones de triunfo, al tiempo que se amplían las de derrota. Pero no todo iba a ser perfecto.

¿Buen momento para invertir?

El paso que viene dando el poker en el siglo XXI hacia la digitalización ha provocado que los jugadores que desempeñan sus técnicas online sean un auténtico filón de cara a las inversiones. La realidad es que el poker roza el medio millón de usuarios activos en la red en los últimos años, según datos del informe del jugador que cada año publica la Dirección General de Ordenación del Juego en España. En el 2020, último año de estudio de la institución hasta la fecha, era el tercer juego con más jugadores. Eso quiere decir que es una disciplina al alza, un mar lleno de peces.

Y aunque sea complicado llegar a ser un jugador que acostumbre a tener un balance con más ganancias que pérdidas en poker (porque también se tienen malas rachas con las que se generan pérdidas), la expansión del teletrabajo, los cambios de rutinas de ocio postpandemia y los intentos por mejorar la fiscalización de los expertos en naipes indican que merece la pena buscar oportunidades de mercado.

Riesgos y oportunidades

Esta es la parte que más interesa conocer de todo este proceso: lo que se puede ganar y lo que se puede perder. Y en ambos casos la respuesta es la misma: dinero. Pero si dejamos de lado lo material, hay inversores que han contado su experiencia con jugadores y la implicación parece una de las bases de establecer una relación de confianza. Revisar y trabajar con el jugador para que este te de su feedback es de las experiencias más gratificantes que te puedes llevar, independientemente de que consigas llevarte un pellizco o no.

Y quizá las malas experiencias pueden llegar de parte de jugadores que no digan toda la verdad acerca de sus beneficios y te devuelvan menos de lo debido. Para eso es bueno blindarse legalmente y dejar las condiciones de cualquier acuerdo escritas para que no haya posibilidad de escape, sobre todo si buscas una relación financiera a largo plazo. Realmente en esto dependes de la persona con la que des, al margen de que puede que no les vaya todo lo bien que esperaban y aplacen el devolver la inversión para los siguientes torneos. Son casos que también se pueden dar.

Majadahonda Magazin