
¿Tiene el Rayo actualmente algún jugador que pudiera dar el salto a una categoría superior?
– Sí, hay algún jugador que ha demostrado que podría estar en categoría superior, aunque por suerte para nosotros no se van a ir, por varias cosas como la edad, condiciones personales y familiares, pero también porque por la situación en que está actualmente la Segunda B, es complicado que algún equipo pague en condiciones para que se vayan fuera de casa teniendo aquí su vida, su familia, sus estudios o su trabajo.
¿Cuál es tu sistema de juego “de cabecera”, el que más te gusta utilizar?
– Me adapto siempre a los jugadores que tengo y dentro de una filosofía de juego que es invariable, sí puedo hacer diferentes sistemas totalmente distintos. Cuando no se tiene un equipo equilibrado en toda su extensión, que en estas categorías es complicado hay que adaptarse pero, lo que no puedes cambiar es tu forma de ver el trato con el balón y las relaciones humanas. Eso no lo voy a hacer nunca, porque además es la mejor manera para que yo pueda dormir bien por las noches. Si en aras de competir tengo que decirle a un jugador que haga cosas que a mí no me gustan porque crea que por eso pueda sacar un resultado… no lo voy a hacer. A mí me gusta tener futbolistas inteligentes, no futbolistas con memoria solamente, que hacen lo que el entrenador le ha dicho que haga aunque no se den las condiciones adecuadas para hacerlo. El jugador inteligente se adapta a la situación del momento y actúa en función de esas necesidades. Eso es lo complejo, hacer futbolistas inteligentes y no sólo con memoria….algo que es más fácil hacer desde la base con los niños, porque tienen el vaso medio lleno, con futbolistas mayores ya es más complicado pero hay que intentarlo.. En el fútbol, hay dos formas de entender las cosas, crear o destruir y siempre es más placentero en la vida si uno tiene la sensación de crecer y de crear, y no de destruir. Lo que no he querido para mí como futbolista no lo quiero ahora para mis jugadores.






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