ENRIQUE OCTAVIO. Perdió el Rayo Majadahonda de Rafa Casado su derby ante el Getafe (0-2) en una mañana lluviosa en la que ni el tiempo acompañaba con un terreno de juego resbaladizo y acuoso, ni el rival era asequible, ni el juego fue trenzado, ni hubo ocasiones ni llegadas claras de gol. Un primer tanto tempranero al inicio del partido y otro en propia puerta en los minutos finales dieron por finiquitado un encuentro de climatología desapacible y luminoso también adverso. Lo único positivo fue el conjunto de resultados que se dio en la mitad baja de la tabla: todos los equipos de abajo perdieron y todos los de arriba ganaron, con el solitario empate del Diocesanos Avila-Leganés en la zona media. Por tanto, la clasificación no varía, el Rayo Majadahonda sigue fuera del “hoyo” que supone ser colista pero continua en puestos de descenso, aunque en 6 puntos hay 8 equipos de los cuales 4 bajan de categoría.
Por tanto, queda supeditado a otra final: la que tendrá lugar este fin de semana, esta vez sí, con un equipo de su liga: el Trival Valderas de Alcorcón, que le sustituyó como «farolillo rojo». Partido nuevamente de urgencias en un campo pelado, pequeño y tosco pero con un rival que siempre ha estado arriba aprovechando el factor campo y esta arranque de tenporada parece más asequible. Este miércoles se vio que el estilo de juego de este Rayo Majadahonda juvenil es el balón largo, pelotazo y nada de transiciones ni pases o elaboración, algo que requiere trabajo, tenacidad y esfuerzo. Ni el rival ni el estado del terreno de juego permitían ante el Getafe muchos alardes. La duda es si va a cambiar algo en La Canaleja, que así se llama el estadio visitante en Alcorcón.
