LIDIA GARCIA. «A la vista de lo que sucedía, hablé con un gran amigo mío que había sido alcalde de Majadahonda. Me dijo que no me preocupase, porque el actual edil era muy amigo suyo y una maravillosa persona y que se lo diría inmediatamente. Entonces, esa misma mañana Tony se acercó hasta Pradillo para cambiar los papeles ya que estaban preparados para que el matrimonio se celebrase en mi casa». Sara Montiel desvelaba así en la revista Hola como el ex alcalde Ricardo Romero de Tejada había propiciado la boda de Sara Montiel, legendaria actriz y cantante española, en el despacho de Willy Ortega. Fue en 2002 y el programa de Telemadrid «Huellas de Elefante» ha rescatado ahora las imágenes y un video de aquella boda, en el que se ven a numerosos vecinos que acudieron curiosos a ver la salida del enlace. Un testimonio para la historia audiovisual de la ciudad.
«En 2001 Sara Montiel decide conocer en persona a un admirador con el que solo había mantenido contacto telefónico desde hace años. Tony Hernández viaja desde Cuba a España para cumplir un sueño: conocer en persona a la diva que admira desde niño. En su primera aparición pública Tony interrumpe a Sara y acapara toda la atención de las cámaras. Pese a los 36 años de diferencia de edad y la oposición de sus propios hijos, la actriz afianza una relación con este admirador que le trae más alegrías que disgustos. Sus hijos, Thais y Zeus, no aprueban la relación de su madre con el cubano, por lo que deciden independizarse. A pesar de la opinión de sus hijos y de la opinión pública, la manchega se casa por cuarta vez en otoño de 2002. Lo hace en secreto en el Ayuntamiento de Majadahonda y niega la evidencia delante de las cámaras para preservar la exclusiva», resume «Huellas de Elefante«, que repasa la vida de Sara Montiel, la manchega universal que triunfó en Hollywood. Por último, recuerda que «el enfrentamiento con sus hijos empieza a deteriorar la relación con el cubano. Ella está entre la espada y la pared, y prefiere quedarse con sus hijos quienes vuelven a casa, mientras Tony desaparece de su vida y la manchega se vuelca con sus hijos hasta el fin de sus días».
¿Que recuerdos quedan de aquella boda en Majadahonda hace casi 20 años? Nos los guarda la prensa: «La artista Sara Montiel (María Antonia Abad Fernández) contrajo hoy matrimonio con Tony Hernández en el despacho del alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, quien ofició la ceremonia, indicaron a Efe fuentes municipales. La ceremonia civil tuvo lugar entre las 10.30 y 11.00 horas en presencia de dos testigos y en la misma, la artista manchega vestía vestido vaporoso de gasa y una cinta de flores en la cabeza según las mismas fuentes. Su presencia en el Ayuntamiento provocó que numerosos curiosos, seguidores de la actriz y medios de comunicación se congregasen en la Plaza Mayor de Majadahonda donde se encuentra el consistorio. Se trata del cuarto matrimonio de la actriz y cantante, nacida en Campo de Criptana (Ciudad Real) en 1928. La primera boda de Sara Montiel fue, en 1957, con el director estadounidense Anthony Mann, de quien se separó en 1961 y, en 1963, obtuvo la nulidad matrimonial. En 1964 contrajo matrimonio con el productor José Vicente Ramírez Olalla y en 1979 lo hizo, tras nueve años de convivencia, con el industrial mallorquín Pepe Tous (fallecido en 1992), con el que decidió adoptar dos hijos: Thais y Zeus, quienes no estuvieron presentesen la ceremonia celebrada hoy, según las fuentes municipales», indicaba el diario ABC.
Y «El Mundo» daba más detalles: «Tras el mareo de fechas, la actriz y cantante Sara Montiel se casó ayer jueves, por fin, con Tony Hernández, su novio cubano, según han informado fuentes municipales a elmundo.es. La ceremonia civil se celebró en el Ayuntamiento de Majadahonda, y fue oficiada por el alcalde de esta localidad madrileña, Guillermo Ortega. La pareja llegó al consistorio sobre las 11.00 horas, acompañada por varias personas, entre ellas el peluquero de la actriz. Ella, con el pelo rojo, llevaba una maleta con la ropa para la ceremonia. Ya en el interior del Ayuntamiento, pagaron las tasas establecidas y Sara Montiel se dirigió maleta en mano al cuarto de baño del despacho del alcalde, donde se puso la ropa que luciría durante la ceremonia: un vestido vaporoso de gasa malva y una cinta de flores en la cabeza. A continuación, los novios se dieron el «sí quiero» en el despacho del regidor municipal». ‘Glamourosa’ salida en montacargas: «La exótica manera en la que los recién casados intentaron salir del consistorio apunta a que existe una exclusiva. No hubo arroz ni vítores, y es que al secretismo que dominó la ceremonia se une el hecho de que Sara y Tony intentaron tomar un ascensor montacargas que llevaba directamente al garaje del Ayuntamiento, probablemente con objeto de que nadie les ‘reventara’ la exclusiva, que según los especialistas del corazón corre a cargo de la revista ‘¡Hola!’. Al salir del Ayuntamiento, la actriz vestía una chaqueta blanca y un suéter negro, con pantalones, la melena lisa y unas enormes gafas de sol. Sorprendida por el gran número de curiosos, seguidores de la actriz y medios de comunicación que se congregaban en la Plaza Mayor de Majadahonda, la cantante sólo acertó a decir: «¿Pero qué hacéis aquí?».
Jugando al despiste: «La relación de Sara Montiel, de 74 años según asegura ella, y Tony, de 33, lleva tiempo ocupando las páginas de la prensa del corazón. La pareja ha mareado la perdiz hasta el final sobre la fecha de su boda. Varios especialistas de la prensa rosa, como Jesús Mariñas, apuntaban el miércoles que la actriz se casaría hoy, jueves. La pareja tiene previsto casarse por la Iglesia en la Catedral de La Habana, ceremonia en la que Sara Montiel lucirá un vestido de Antonio Ardón de inspiración decimonónica. A pesar de haber contraído matrimonio, Tony y Sara no tienen previsto vivir juntos. El cubano ha anunciado su intención de regresar a su país para continuar con sus actividades, mientras que la cantante seguirá residiendo en Madrid». Sara Montiel falleció el 8 de abril de 2013 en Madrid a la edad de 85 años por «muerte súbita» y todo apuntó a que el óbito se produjo por causas naturales.