
—¿Ha mirado si ha dejado alguna nota?
—No, no, ¡qué va, no hay nada! He buscado por todas partes.
—O sea que el viernes no durmió ahí y el fin de semana tampoco. ¿Está segura de eso?
—Ya le digo que todo está como yo lo dejé. Ella es muy ordenada pero todos movemos cosas, sobre todo en la cocina, en la habitación y el baño. Como todo está intocado sé que el viernes no durmió aquí, ni el sábado ni ayer, claro.
—¿Y el jueves por la noche? ¿Cómo sabe que durmió en casa? Lo digo porque nadie la ha visto desde el jueves por la tarde.
—Ya le digo que se nota.
—Pero usted no estuvo en la casa el jueves ¿verdad?
—Verdad. Ya veo adónde quiere ir a parar, yo vine el viernes y no sé si había estado aquí una noche o dos.
—¿Tiene forma de saberlo?
—No sé…
—¿La ropa para lavar?
—¡Claro! Voy a mirar.
Volvió nerviosa al minuto.
—¡Cómo se ve que es poli! En el cubo no hay más que una muda, una sola camisa, unas medias y tendría que haber dos, dos de todo y sólo hay uno. —Conclusión: el jueves no durmió ahí. ¿Ha mirado si falta su neceser, el cepillo de dientes, las cremas?
—Es lo primero que he ido a ver. Está todo como siempre.
—¿Puede buscar la matrícula del coche? Creo que es un Seat León, quizás en alguna multa.
Visiblemente orgullosa de probar su diligencia, respondió rápidamente:
—Voy a mirar en su mesa, las tiene ahí.
—Busque también el teléfono de Cristina Orozco, debe tenerlo en su agenda. Al cabo de unos instantes volvía con las dos cosas, la matrícula y el teléfono. Había que reconocer que, aunque fuera una pesada, era lista y eficaz. —Pasaremos por allí en una hora más o menos —se despidió la sargento. Fue a dar la matrícula a Zafra a través del interfono.
—Ya la tengo, mi sargento.
Lo siguiente era hablar con su trabajo, con el centro Príncipe de Asturias. La mujer que la atendió parecía muy nerviosa. Confirmó que la directora se había despedido el jueves alrededor de las siete como una tarde cualquiera. —No paramos de llamarla, pero no coge el teléfono.
—¿Desde cuándo?
—Desde el viernes, cuando vimos que no llegaba.
Quedaron en pasarse a lo largo de la mañana. (CONTINUARÁ). Lea los capítulos anteriores.




