TONY DEL VALLE. ¡Ya! ¡Ya! ¡Ya! ¡En Segunda el Rayo está! Histórico y orgulloso día para el pueblo majariego ver a su equipo en la Segunda División A, o lo que es lo mismo, en el fútbol profesional de España. Estar en LaLiga123 es lo mejor que le puede pasar a una ciudad por todo el poder económico que arrastra. La incidencia positiva, tanto comercial, social, turística y deportiva es descomunal. Hasta aquí todo perfecto, excelente. Ahora viene la parte más importante, para estar ahí, ser miembro del fútbol profesional y comenzar a jugar el campeonato, el Rayo Majadahonda necesita unos mínimos de organización profesional. Una cuestión de la que carece por los cuatro costados. El primero de ellos es el campo de fútbol, ya que este debe adaptarse a las normas que marca la Liga de Fútbol Profesional (LFP). El diario Marca ya nos ha puesto al día sobre el problema al que se enfrenta el Rayo Majadahonda al señalar que el Cerro del Espino es un campo de tercera y con el ascenso a la categoría de plata las cosas tienen que cambiar.


Cabinas y salas de prensa, más puertas de entrada al estadio, tornos de control de accesos, salas antidoping, cafeterías y lo más importante: aumentar la capacidad del estadio, la mínima exigida es de 6.000 butacas… Ninguna de estas premisas las cubre el Cerro del Espino. A esto le añadimos que la disponibilidad de explotación y mantenimiento del estadio -de titularidad municipal- la tiene el Club de Fútbol Atlético de Madrid por convenio a 50 años. Y está claro que el Atleti no va hacer ninguna inversión para favorecer a un tercer invitado en el convenio. En la parte económica, según informa este mismo diario, para comenzar en Segunda A necesita disparar su presupuesto de los 1,3 millones actuales a más de 5 millones, con lo que aún sería el más bajo de la categoría. Este tema está solventado con los cerca de 2 millones que tiene en las arcas por el reciente traspaso de Theo al Real Madrid, más los 4,5 millones que recibiría del reparto de los derechos televisivos que lo cubrirían sin problema. Sobre el aval que deberá presentar el club en la Liga, este sería de 2 millones en tres años, el primer año sería de 1 millón, el resto en 3 años. Este aval, al no ser Sociedad Anónima Deportiva (SAD), deberá ser cubierto por el presidente y su Junta Directiva, que responderán con sus bienes patrimoniales ante la Liga de Fútbol Profesional (LFP): veremos cuantos se quedan y cuantos abandonan la poltrona.

El club tiene la obligación de empezar desde ya –tiene de plazo un año de acuerdo a la Ley del Deporte–, la conversión de club de socios a una SAD. Este paso es el más delicado del club: no es lo mismo que caiga en manos de un Fondo de Inversión privado a que siga siendo de los socios y del pueblo. Para esto último sería necesario que todos los abonados junto al Ayuntamiento y demás aficionados fueran titulares de la mayoría del accionariado. Sería lo ideal y lo mejor para los intereses de club, sus socios y Majadahonda. Ahora toca esperar y ver cómo desarrolla la Junta Directiva todo este entramado legal. En las próximas semanas la Liga de Fútbol Profesional se personará en los campos de La Oliva para realizar la pertinente Auditoría Externa que por imperativo legal es preceptivo para formar parte de la Liga de Fútbol Profesional y poder competir en LaLiga123. Es otra de las condiciones de acceso: las cuentas claras.

Si por algo ha destacado el club durante estos últimos 20 años ha sido por la escasa transparencia e información del estado de sus cuentas, recaudaciones de taquillas, asistencia de público en los partidos, etc. La Auditoría Externa, que la LFP realizará este viernes, se centrará en el estado actual económico del club, estar al corriente de pago con la Seguridad Social y Hacienda, liquidaciones de IRPF, liquidaciones de IVA, contratos laborales de empleados y demás técnicos del club… En estas áreas Fiscal, Laboral y Administrativa no creo que tenga problema alguno y puede superar con solvencia la Auditoría Externa. Todos sabemos cómo se trabaja de bien y lo transparente que es La Oliva. Y por último queda el tema del Campo de Fútbol: lo mejor sería que el Ayuntamiento, Club, Asociaciones y Socios debatieran y diseñaran la mejor opción para que el municipio tenga un nuevo campo de fútbol moderno, con capacidad de 6.000/7.000 espectadores, y ubicarlo en la mejor zona de Majadahonda para su explotación comercial.

Sobre esta misma cuestión el periodista Alfredo Matilla entra en detalle en el diario AS y aborda los desafíos económicos a los que tiene que hacer frente el Rayo Majadahonda en estas próximas semanas para ponerse al día con las exigencias requeridas para ser miembro de pleno derecho en su nueva categoría. «Tres días después de hacer historia, el Rayo Majadahonda anda tan feliz como agobiado: el profesionalismo se le echa encima y eso, además de notoriedad, le exige cambios. A corto plazo, para comenzar en Segunda necesitará disparar su presupuesto de los 1,3 millones a más de 5, que es el más bajo de la categoría (el Reus, 5,5). Le separarán 20 millones de los más ricos«, detalla. «Sin embargo, sin deudas, tiene menos urgencias de las que se le imputan. El aval que debe depositar en LaLiga (2 millones en tres años; uno este curso) no es un gasto y, de no poder cumplir, podría descontarlo de los ingresos que recibirá por la televisión (5M€). Además, tiene un año para la conversión en SAD, por lo que el capital mínimo (2,2 millones) no lo tiene que aportar ahora y depende de los socios o de un inversor. Las grandes reformas del estadio (duplicar el aforo a 6.600 asientos) tampoco son obligatorias ya (hay que abordarlas en 2019, sólo si se mantiene)», prosigue.

Y concluye: «LaLiga hará una auditoría el viernes y decidirá en una reunión con el Ayuntamiento, el Club y el Atlético (tiene la concesión del campo) quién paga las reformas. El consistorio deberá dar un paso al frente. El impacto de que el Rayo Majadahonda compita en Segunda dejará en la ciudad 50 millones al año. Inversión a corto plazo para comenzar a competir: 3,2 millones. Primer equipo: pasará de un gasto de 500.000 euros (300.000 en la plantilla, cuerpo técnico y primas incluidas, más 200.000 en árbitros, viajes, ropa, etc.) a 3M€ en total. El salario mínimo en Segunda es de 78.500 euros más el IPC. Las cesiones compensarán los fichajes más caros. Árbitros, viajes y ropa: el gasto en colegiados se disparará a 220.000 euros por 21 partidos. En viajes gastó 60.000 euros esta temporada (había siete equipos de Madrid en el Grupo I) y ahora destinará 125.000 (vuelos a Tenerife, Las Palmas, Mallorca…). En material y ropa espera invertir entre 40.000 y 50.000 euros. Licencias Profesionales: la mitad de la plantilla ya habrá jugado en el fútbol profesional, por lo que no habría que pagar 23.000 euros por cada una de sus licencias. Las de resto, unas 10, supondrán 200.000 euros, tras restar los 3.000 que costaron ya cada una en 2ªB. Otros gastos: actualmente sólo hay dos personas trabajando en administración y llegarán otros cuatro o cinco empleados, más un director financiero. En total pueden destinarse otros 200.000 euros a salarios«.

Majadahonda Magazin