Coches, calles y tejados amanecen totalmente embarrados en Majadahonda

AGENCIA EFE. Un «excepcional» episodio de polvo procedente del desierto del Sahara se registra este martes 15 de marzo (2022) en Majadahonda y el resto del Oeste de Madrid tras afectar el lunes a varias provincias mediterráneas de la península Ibérica, un fenómeno que no se producía con esta intensidad desde hacía varias décadas. Así lo ha explicado en declaraciones a Efe el presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), el catedrático de la Universidad de Alicante (UA) Jorge Olcina, sobre este «suceso excepcional». Se trata de «una llegada de polvo sahariano como hacía décadas que no se registraba en España«, según el experto, quien ha señalado que este fenómeno se dirige de sur a norte por el este del país aunque finalmente ha afectado al centro y a la Comunidad de Madrid. «El polvo sahariano aprovecha el lado este de la DANA que se ha formado en el golfo de Cádiz para ascender desde el desierto del Sahara hasta Europa occidental» en lo que se ha convertido en algo «realmente excepcional», ha insistido Olcina. Además, el viento transporta polvo en suspensión del desierto del Sáhara, por lo que las lluvias estarán acompañadas de barro en muchas ocasiones. La tormenta «Celia» se sitúa frente a las costas de Marruecos y, desde esa posición, sigue impulsando vientos del sureste a la península, más intensos en Baleares, en el litoral mediterráneo peninsular (donde se prevé de nuevo temporal marítimo) y en el Cantábrico oriental.


Las ventanas acusan la «tormenta de barro»

Los fuertes vientos provocan presencia de polvo en suspensión, lo que reduce la visibilidad dando lugar a calima y a un empeoramiento de la calidad del aire. Si este polvo en suspensión se mezcla con precipitaciones se da lo que se conoce como «lluvia de barro«. La borrasca Celia provoca este fenómeno de «lluvia de barro» que, según Onda Cero, «también se conoce como «lluvia de sangre» por el característico color rojizo de este fenómeno. Para que se produzca, las gotas de la lluvia tienen que colisionar con las partículas de polvo suspendidas. De esta manera, las arrastran con ella y al caer en la superficie se depositan como barro al mezclarse entre sí. Las partículas de polvo del Sáhara viajan en las partes más altas de la atmósfera. En esas alturas, las partículas de polvo actúan como núcleo de condensación que permite que el vapor de agua forme gotas que al unirse entre sí, caen hacia el suelo por la fuerza de la gravedad. Los expertos indican que el fenómeno es más probable tras un periodo de sequía ya que se acumula más cantidad de polvo en suspensión en la Atmósfera«, concluye la emisora.

Majadahonda Magazin