ZACARIAS MAILLO. Agonía Rayista sería mi titular para un partido que empezaba con el Rayo Majadahonda en puestos de descenso directo tras el empate del Lugo en El Molinón, resultado que colocaba a ambos equipos empatados a 41 puntos, habiendo perdido el colchón de en los últimos partidos, mientras que el Albacete, con 65 puntos, peleaba por el ascenso a la División de Honor. Así, en esta ocasión Iriondo planteó el partido con un 4-3-3, defensa clásica de Galán, Luso, Verdés y Morillas, tres centrocampistas como Verza, Oscar y Fede Varela, y adelante Manu del Moral y Héctor, acompañados de Iza Carcelén por la derecha. Una alineación más clásica y seguramente condicionada por la crítica situación del equipo. Y todo aderezado con la ausencia por lesión de Ruibal. Los primeros quince minutos fueron trepidantes con un Albacete presionando en medio de campo, si bien la primera ocasión la tuvo Héctor en el minuto 1 que no llegó a rematar por milímetros tras un centro de Manu del Moral. En el minuto 2, paradón de Basilio por remate a bocajarro desde el punto de penalti. Toma y daca que culminó con gol de Rey Manaj en el minuto 4 a partir de un fallo en la entrega de Oscar en el centro del campo, que permitió al jugador manchego correr solo y cruzar el balón ante la salida de Basilio.


Zacarías M.-Maíllo

Las ocasiones se sucedían y en el minuto 6 Morillas centró desde la izquierda y Héctor remató de cabeza con paradón de Tomeu Nadal. Pero fue de nuevo el equipo manchego quien marcó el segundo gol en el minuto 10, cuando el lateral Tejero corrió su banda en un impecable contraataque, centrando al centro del área y completamente desmarcado Zozulia marcó de cabeza cruzando el balón lejos del alcance de Basilio. Con el marcador consolidado, el Albacete esperó a los majariegos en su campo sin arriesgar un ápice, siendo solo inquietado por el Rayo en el minuto 20 con un tiro raso de Manu del Moral que pasó rozando el poste y por Fede Varela en un contrataque por el centro que chutó raso al palo derecho y paró Tomeu Nadal.

En cualquier caso, por mucho que controlaba el juego el Rayo, el único que creaba ocasiones era el Albacete que llegaba al área local con tres toques. Así, en el minuto 29 en el saque de un córner, de nuevo Zozulia, sin saltar y desde el borde del área pequeña, vuelve a marcar de cabeza cruzando el balón lejos del alcance de Basilio con una defensa rayista de brazos cruzados. Los majariegos apretaron al final del primer tiempo, lo que permitió a Héctor disponer de una ocasión de oro tras jugada fantástica de todo el equipo, con centro de Manu y chut del delantero rozando el poste de Toméu. Por fin, en el minuto 36, tanto fue el cántaro a la fuente, que Manu del Moral en el minuto 42, al recibir un pase de Verza, recogió el balón magistralmente con el pecho en el borde del área, lo bajó con la rodilla y chutó con su izquierda cruzando el balón para marcar el primer gol local.

Fotos de El Digital de Albacete: periódico líder en Castilla la Mancha

Comenzó el segundo tiempo sin cambios y con un Rayo mucho mejor posicionado en el terreno de juego. Así, dos ocasiones se sucedieron en los primeros minutos con un chut de Fede Varela desde fuera del área que salió rozando el palo derecho de Toméu y un derechazo de Luso por la escuadra que sacó el portero visitante. Hasta que en el minuto 52 en un despiste de la defensa del Albacete, Héctor robó el balón dentro del área, llego a la línea de fondo y dio el pase de la muerte para que marcara Oscar el segundo gol majariego. El milagro del empate estaba más cerca, pero el espejismo se alejaba ya que de nuevo el Albacete se aplicó a controlar el partido y los ataques en una y otra portería se volvieron a suceder como en los primeros 45 minutos.

Solo en el minuto 80 Iriondo arriesgó al dar entrada al delantero Romera por el defensa Galán, pero no fue suficiente, por más que el Rayo atacara sin descanso. A punto estuvo de empatar Héctor cayéndose, con un fuerte disparo que se estrelló en el larguero de la portería visitante. Tres partidos quedan para terminar esta temporada agónica. Tres ocasiones para que el Rayo saque algún punto de oro que le permita quedarse un año más en la Liga 1,2,3. Dos partidos fuera de casa frente a Las Palmas y Oviedo y uno en casa contra el Córdoba. Difícil pero no imposible.


J. Federico Mtnez

J. FEDERICO MTNEZ. La conocida «montaña rusa» del «ruso» Iriondo tuvo este domingo 12 de mayo de 2019  su máxima expresión y alcanzó su apogeo. Toda una temporada perdiendo los partidos más fáciles y ganando en los campos más difíciles llevan ahora a una situación casi desesperada: el Rayo Majadahonda se ha metido en el hoyo del descenso justo en la recta final del campeonato. El Albacete le pintó la cara con leche agria en un escandaloso primer tiempo donde el queso mecánico se merendó al que parecía más bien Ratón Majadahonda. Arriesgado hasta el suicidio, Iriondo se puso las pilas en el descanso, cambió el dibujo, amarró el centro del campo y a los bandas logrando más espacios en ataque. Y entonces sí, emergió el Rayito de siempre, ese que juega menos pendiente de la posesión y de los pases, gana en verticalidad y acierta más de cara al gol.

Pero ese segundo tiempo magistral no fue suficiente porque en la mochila llevaba una primera mitad zarrapastrosa donde el entrenador, henchido de ese honorífico galardón que infla tantos egos, propuso jugarle al fútbol en casa a un equipo que pelea por el subcampeonato. Y que rema al unísono con gentes como Tomeu Nadal en la portería, Gentiletti en la línea defensiva, los canteranos madridistas Tejero y Febas, centrocampistas como Susaeta y Eugeni o puntas de ataque como el tanque ucraniano Zozulia y el albanés Rey Manaj. Todos llevados de la mano y cabeza de ese crack llamado Ramis, que tantas veces vino al Cerro y a La Oliva con el Real Madrid de cantera y jamás perdió porque conoce bien el paño. Demasiado como para regalarles 40 minutos de partido con un planteamiento tan descabelladamente ofensivo (y muy vistoso pero poco práctico) que le ocurrió como con el Granada, Mallorca, Málaga, Elche, Extremadura o Tenerife. Y cuando a Iriondo le sale la vena de Bilbao y va al intercambio de golpes en lugar de emplear la inteligencia y la astucia, normalmente sale magullado.

No quedan ahora solo tres finales como reza el tópico (Las Palmas, Córdoba y Oviedo) sino algo más: un proyecto profesional o un descenso al futbol aficionado. Básicamente de la directiva y del entrenador porque por lo visto en la segunda parte, plantilla y calidad hay en el campo. Con 4 derrotas y 1 empate en los últimos 5 partidos (la peor racha de la Segunda División) el equipo se ha desinflado en el peor momento, como le ocurrió a la Cultural Leonesa la pasada temporada. Todos los analistas lo advertían, todos los expertos lo alertaban, pero el club prefirió entregarse a los cantos de sirena de los aduladores, esos que se conforman con esos titulares de «Un gran Rayo Majadahonda pierde…» o «El equipo que mejor juega al fútbol en Segunda…», comparando a Iriondo con Johan Cruyff, Ancelotti o Pep Guardiola. Y al presidente con don Santiago Bernabeu o Don Vicente Calderón. Cuarenta años en el cargo llenan mucho.

El Rayo perdió la compostura cuando cambió la humildad de los antiguos aficionados que tanto ayudaban desinteresadamente por la vanidad de los millones de euros. Cuando quiso hacerse trampas al solitario y no es una frase hecha solamente: una vez más el club naufragó con su política de entradas caras para luego culpar a la afición de que no llena el campo. Cuando busca excusas en el césped, culpa a los árbitros, las lesiones, la mala suerte propia y la buena del adversario que le supera abiertamente… no resulta creible. Por eso los mejores jugadores se borran (Ruibal), se van (Aitor García) o anuncian su marcha: Fede Varela y el último Iza al Mallorca. Hasta Enzo Zidane, víctima de una cruel fijación que descentraría a cualquiera sin sentir respaldo alguno del míster, está algo más que harto.

Ahora ya queda solo esa imagen de Buda sentado en el banquillo con la novedad de las gafas oscuras que una pancarta infantil caricaturizaba, alejado del mundanal ruido, meditando y hablando solo para explicarse como el mejor entrenador del mundo mundial, el mejor presidente de la División de Plata, el conocido «tridente» al que solo le falta saltar al campo y marcar goles de lo bueno que es, puede caer en el riesgo de bajar a Segunda B en el peor momento del campeonato. Los jugadores lo intentaron hasta la extenuación, se dejaron la piel con un solo recambio en el minuto 80 (la célebre pájara de Iriondo que lo deja petrificado en la almohadilla) pero hoy, nunca mejor empleada la cita literaria del Cantar del Mio Cid: «que buen vasallo si tuviera buen señor…». Puntuaciones primer tiempo: Cero colectivo por el errático planteamiento. 2º tiempo: Rayo Majadahonda: Basilio (3); Iza (2), Galán (2) (Dani Romera (0), Luso (2), Verdés (3), Morillas (3); Óscar (2), Verza (2), Fede Varela (3); Del Moral (3) y Héctor (2).

Majadahonda Magazin