La oveja «Alana» con sus 2 crías recién nacidas (Santuario Vegan)

SONIA BLUE. «Ayer «Alana» tuvo dos bebes preciosos, un niño y una niña. Alana es una de las ovejas abandonadas que atropellaron en Majadahonda. Fue trasladada al hospital veterinario y hace unos días recibió el alta para tener a sus bebés en el santuario. Nadie se los comerá esta Navidad. «Alana» era una de las ovejas abandonadas de Majadahonda. Ayer tuvo dos bebes. Ella no deja de estar pendiente de ellos. Y ellos no se alejan de su lado. Cada vez que le quitan a una oveja a su hijo, los dos mueren de pena. El mundo es mejor si no les hacemos daño y les ayudamos». Con este mensaje, Santuario Vegan (@santuariovegan), el grupo ecologista y medioambiental que salvó a varias ovejas que pertenecían al rebaño del pastor Julio de la Losa, dio a conocer el final de este «cuento navideño» en el que esta organización personifica a los animales como en las antiguas fábulas.

Por su parte, Asamblea Majadahonda (@asammajadahonda), el movimiento cercano al 15-M, también ha difundido otro mensaje en el que se pregunta: «¿Podemos respetar los derechos de los animales sin ser veganos? El respeto de los derechos de los animales se torna una cuestión compleja desde el momento en que estos derechos no están tipificados con claridad y, por lo tanto, no hay un consenso con respecto a su alcance. Algunas posturas defienden por encima de todo el derecho a la vida de los animales y, por lo tanto, no toleran el consumo de ningún producto de origen animal».

«Otras, en cambio, proponen fases intermedias, que implican una toma de conciencia y el consumo de productos originados en un entorno que respete la vida digna de los animales y el medio ambiente». La base de su comunicado se centra en un reportaje publicado por Cristian Vázquez en Eldiario.es donde se afirma que «en los últimos tiempos la cuestión del respeto a los derechos de los animales ha ganado mucho espacio en la discusión pública. Esto ha hecho que mucha gente que antes ni siquiera se lo había planteado ahora piense en el maltrato que sufren los animales como consecuencia de la industria alimenticia, tanto durante su cría como en el transporte y, por supuesto, al morir. Todo para que los seres humanos podamos tener carne, leche y huevos en los estantes del supermercado o en las mesas de los restaurantes», concluye la noticia. Lea el reportaje completo.

Majadahonda Magazin