JULIA BACHILLER. La visita en agosto a la perrera municipal de Majadahonda, para quienes no tengan conocimiento de ella y pasen el verano en la ciudad, puede ser una caja de sorpresas. Y de sentimientos humanitarios. Eso hicimos desde MJD Magazin y aquí está el primer capítulo de la emocionante experiencia que supone encontrarse con el mejor amigo del hombre cuando es maltratado y abandonado primero y recuperado después por el mismo. La película “Alpha”, de exitoso estreno en las carteleras veraniegas, narra el inicio de la relación entre el hombre y el lobo, que dio como resultado la domesticación del perro. Y aquí comprobamos como su adaptación al centro, según comentaba Fernando, uno de sus empleados, puede durar una semana, mientras que en una vivienda cuando son adoptados tardan hasta dos meses. Allí pudimos conocer algunos casos como el de “Milly”, víctima de un atropello, que llegó en unas condiciones lamentables con la cadera rota y cubierta de suciedad. Tras una operación y cuidados, introduciéndonos en su recinto pudimos apreciar una energía imparable y su agradecimiento a unas simples caricias. A modo de anécdota, «Milly» dispone de un gran bol metálico de agua que siempre esta vacío, ya que para beber introduce las patas delanteras y una vez saciada su sed ella misma se encarga de vaciar el resto con rápidos movimientos de las patas delanteras, por lo que hay que apartarse una vez que bebe. En otro recinto cercano se encuentra otra inquilina de reciente llegada, “Lola”, preciosa y encantadora. Unos desalmados la dejaron atada y abandonada a la entrada de la Dehesa. Mañana segundo y último capítulo: visita al barracón.


El concejal de consumo y bienestar animal Manuel Troitiño visitó las instalaciones del Centro Integral Canino de Majadahonda (CICAM) con motivo del cambio del modelo de gestión del mismo y la incorporación de la nueva empresa encargada de llevar a cabo esta labor. Allí se reunió con los nuevos adjudicatarios, que ya han firmado un contrato de un mes de duración, en espera de la firma de un futuro contrato cuya principal característica será que pasa de ser un contrato menor a uno de servicios con más dotación económica. Una circunstancia que aprovechó este medio de comunicación para desplazarse hasta el lugar y comprobar el estado de las instalaciones mientras el concejal Troitiño se reunía en privado con los adjudicatarios.

El CICAM se encuentra en el camino de la Dehesa y su entrada está en la rotonda de la intersección de las calles Antonio Machado y Miguel Hernández. Para acceder a sus instalaciones hay que recorrer un camino rústico, con alguna dificultad para circular por él, que discurre a través de un túnel sobre el cual pasa la M50. Tras atravesarlo hay que continuar recto hasta una bifurcación donde está señalizado a la izquierda con las siglas «CICAM». Bajando una pendiente encontramos una gran puerta de acero donde se encuentra el centro. Una vez en su interior, y después de visitar la instalación donde se encuentra la oficina y la enfermería, pudimos realizar un recorrido por el resto de las dependencias de este centro acompañados de dos de los empleados indispensables que tiene el CICAM: María, la nueva veterinaria de reciente incorporación y Fernando, encargado del mantenimiento. Este último es un gran conocedor de cómo funciona esta instalación debido a la experiencia que ha adquirido a lo largo de los más de cuatro años que lleva trabajando en ella.

Cuatro recintos vallados de diferentes dimensiones facilitan que los perros puedan estar libremente corriendo en su interior, en grupos o solitarios, dependiendo de su carácter a la hora de relacionarse con los demás, mientras que los recintos más pequeños son para los cachorros de su tamaño. De todos ellos, destaca el instalado por la escuela de entrenadores «Animal Nature», que en su interior dispone de rampas y plataformas, los cuales además colaboran en el adiestramiento en casos difíciles que se pueden presentar. En este sentido, es conveniente recordar que estos animales han sido abandonados y que en muchas ocasiones llegan desorientados y necesitan adaptarse, ya que algunos han sufrido situaciones traumáticas, lo que afecta a su comportamiento.

Majadahonda Magazin