SONIA BLUE. El Cortijo de Mónico de Majadahonda acogió el convite de la boda de María Ruiz-Mateos, a la que no pudo asistir su padre, en prisión. Las lujosas instalaciones del Cortijo de Mónico de Majadahonda se convirtieron este sábado 25 de mayo de 2019 en el escenario que acogió el convite de la boda de María Ruiz-Mateos. Una celebración empañada por la circunstancia de que su padre Zoilo y sus 5 tíos no pudieron asistir a este evento dado que se encuentran en prisión por un delito de estafa agravada en relación a la compra de dos hoteles, uno en Mallorca y otro en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria). «Lo más probable es que no veas a Zoilo en la boda -nos dice una persona del entorno de la familia-. Lo tienen asumido, estaban preparados para lo que ha pasado y son muy fuertes”, detallaba la publicación Vanitatis. Y concluye: «El Cortijo de Mónico, tal y como adelantó en su día Vanity Fair, es la finca, convertida en una casa de campo especializada en bodas, fue un centro de cría y doma de caballos y ahora acoge celebraciones familiares a lo grande y con la máxima intimidad, algo fundamental para los Ruiz-Mateos en estos días«. Por otro lado, la revista Vanity Fair describía el Cortijo de Mónico como «una estilosa casa de campo ubicada en la localidad madrileña de Majadahonda que ofrecerá una gran intimidad“.

La revista Hola también se hace eco del enlace con este titular: «Las ausencias, protagonistas de la boda de María, nieta de José María Ruiz Mateos. La hija de Zoilo, el primogénito del clan, ha celebrado su gran día en el madrileño colegio del Pilar, primero, y en El Cortijo de Mónico, en Majadahonda, después». Y añade: «Un sabor agridulce se ha apoderado del gran día de María Ruiz-Mateos Fernández Durán, hija de Zoilo y nieta de José María Ruiz-Mateos y Teresa Rivero. Y no solo porque a su enlace, celebrado este sábado, ha faltado su abuelo, fallecido en el año 2015. A buen seguro que ha estado muy presente el recuerdo del empresario, quien no ha sido el único ausente a la ceremonia. También el padre de la novia, así como sus cinco hermanos, se han perdido el ‘sí, quiero’ de María Ruiz-Mateos, aunque en su caso por una razón bien distinta».

A continuación recuerda que «los seis hermanos se encuentran en la actualidad cumpliendo una condena de dos años y medio dictada por el Tribunal Supremo por estafa, por lo que su presencia en la boda de María con un ejecutivo de BBVA y antiguo alumno del madrileño colegio de El Pilar ni siquiera se contemplaba. La ceremonia ha tenido lugar precisamente en la capilla de este enclave y, posteriormente, los invitados se han trasladado hasta la finca La casa de Mónico, situada en Majadahonda, concretamente en la carretera de La Coruña. Allí los asistentes al evento de este sábado han disfrutado del correspondiente convite posterior a la celebración religiosa, unos festejos que Zoilo, padre de María y padrino de su boda, ha intentado por todos los medios no perderse. Pero finalmente los recursos que ha presentado para que le fueran concedidos los pertinentes permisos no han surtido el efecto deseado por él».

Y concluye: «Cabe recordar que Zoilo, casado con Carmen Fernández-Durán Soto, fue condenado a finales del año pasado por un delito económico de estafa como consecuencia de la compra de dos hoteles, uno en Mallorca y otro en Gran Canaria. Para la ocasión, María Ruiz-Mateos ha elegido un romántico diseño con cuello en pico y cuerpo drapeado que ha complementado con unos originales zapatos en azul petróleo y el pelo recogido en un moño bajo. En sus manos, el tradicional ramo nupcial. Teresa Rivero, abuela de la novia, llegaba al lugar de la ceremonia religiosa luciendo un traje de dos piezas en tono caqui con la falda de flores bordadas».

Majadahonda Magazin