El aislamiento social provocado por el Covid ha originado un fuerte impacto sobre las parejas que acuden a la consulta del psicólogo

ELENA MARTICORENA. Los efectos del aislamiento social sobre las parejas y matrimonios también han sido objeto de la conferencia ofrecida por Carolina Ángel el martes 17 de mayo (2022), dentro del ciclo de charlas y talleres organizados por la Concejalía de Infancia y Familia del Ayuntamiento de Majadahonda. En esta ocasión, la charla se centró en esta tercera parte sobre la incidencia física que el COVID-19 ha generado en el ámbito conyugal. Y es que este impacto, no solo se ha sentido en el seno familiar y parental, sino que ha afectado a la relación de muchos matrimonios. Acostumbrados a un frenético ritmo de vida, con largas jornadas de trabajo y actividades fuera del entorno familiar y de casa, el confinamiento supuso un cambio radical para muchos de ellos. La forzada y más larga convivencia les recordó los motivos por los que habían decidido compartir su vida, o por los que apenas compartían momentos juntos en su vida diaria. «Me he dado cuenta de que somos un equipo», son algunas de las frases que los pacientes de Carolina describieron en sus consultas. «Me he dado cuenta de que no te soporto» o «Yo quiero a mi mujer, no estoy enamorado pero no concibo romper nuestra familia. Pero si supiera que con la separación no va a sufrir nadie, me separaría», fueron confidencias que llegaron hasta la psicóloga.


Elena Marticorena

Ese nuevo lenguaje corporal y no verbal también ha influido en la forma de educar a los hijos sobre cómo relacionarse con la pareja. Si los niños perciben que sus padres se tratan con distancia, lo asociarán con la manera «natural» de relacionarse. Y eso es lo que, en palabras de Carolina Ángel, puede originar una herida en los hijos, que ellos terminan «tapando» con las autolesiones. «El dolor de una herida física sustituye al dolor de las heridas emocionales. Los jóvenes se provocan daños físicos que en numerosas ocasiones esconden problemas emocionales«, explica la psicóloga. La construcción de la identidad ha sido codificada por el confinamiento y el miedo, que se ha hecho presente en la pandemia y que ha generado que los jóvenes quieran convertirse en «avatares» con características «aceptadas» por la sociedad.


Carolina Ángel explica a los presentes en su conferencia de Majadahonda el entramado de relaciones y circunstancias que afectan a cada persona

«Los adolescentes crean su propia pseudoidentidad por el miedo al rechazo. Y esta se refuerza cuando la comunicación entre las parejas se realiza a través de los dispositivos móviles. Desaparecen las llamadas y las relaciones giran en torno a imágenes, likes y audios (o «monólogos» como comenta Carolina)». Aunque quizá, lo que más debiera de llamar la atención, en esta nueva forma de relacionarnos, es la gran cantidad de conversaciones que surgen entre personas que no se conocen. «Nos conocemos por Insta« es una de las frases más repetidas en la consulta de Carolina. A lo que ella misma pregunta: «¿pero os habéis visto alguna vez?, ¿os conocéis en persona?«. Siempre, o casi siempre, la respuesta es negativa. No hay espacios físicos donde las personas puedan relacionarse y eso puede suponer un peligro para los menores, que nunca saben si hablan con otros niños o si por el contrario, es un adulto quien ocupa ficticiamente ese lugar. El control parental es imprescindible que funcione en estos casos, así como una educación basada en la comunicación personal donde las emociones y los sentimientos se tengan en cuenta, por igual o más, que la salud física.

Majadahonda Magazin