
De acuerdo con el Banco de España, aún hay una elevada incidencia del desempleo, escasa duración de los nuevos contratos o un aumento de la jornada reducida. Esta combinación dificulta a un porcentaje significativo de hogares, especialmente jóvenes, con niveles de renta y patrimonio reducidos el acceso a un préstamo para la adquisición de vivienda”. Al contrario de la tendencia habitual, el Banco de España ha detectado que las mayores alzas en el precio del alquiler se están produciendo en municipios alejados de la gran ciudad y con una renta menor. De este modo, en un análisis de la Comunidad de Madrid destaca sobre todo el marcado repunte en el precio del alquiler en Aranjuez donde ha subido un 48,5% en lo que llevamos de año, situando el precio en 7,2 euros por metro cuadrado. Seguido de Villaverde que ha aumentado un 20,5% hasta los 12 euros por metro cuadrado, Vicálvaro, con una subida del 12,4% hasta los 10,9 euros, o Pinto que ha elevado el precio del alquiler un 13,7% hasta situarse en los 9,4 euros por metro cuadrado. Sin embargo, en la provincia de Madrid se han ajustado los precios del alquiler en algunas zonas como Alpedrete (-6,5%), Arroyomolinos (-3,9%), Rivas-Vaciamadrid (-3,6%) o Majadahonda (3%).
El Banco de España también ha criticado la sobrecarga financiera a la que están sometidas la mayoría de los hogares, complicando la situación especialmente para los jóvenes y colectivos con menos rentas, empujados a alquilar por la incapacidad de sufragar una hipoteca por la precariedad laboral que padecen.
Lo más alarmante es que, debido al «estancamiento» de la renta disponible de algunos tipos de hogares y a la subida de los precios, el 24,7% de las familias que viven arrendadas dedican a pagar el alquiler más del 40% de sus ingresos, el umbral máximo aconsejado ya en el 2014, último año con datos disponibles. La media de los países de la OCDE era de apenas el 13,1%. El porcentaje se elevaba al 63,9% en las familias con rentas más bajas, un nivel solo superado por Grecia y Reino Unido. Según datos del informe, en el conjunto de los hogares arrendados, lo más habitual era que dedicaran el 27,8% de sus ingresos al pago de la vivienda, cercano al nivel que marca la sobrecarga financiera (30%).
En cuanto a la tradición de arrendamiento en España, con solo un 22,9% de población viviendo de alquiler frente al 30,7% de media de la UE, el 48,6% de Alemania, el 35,6% de Francia o el 35% de Reino Unido. La tendencia, sin embargo, ha ganado peso desde el estallido de la crisis económica, con un aumento de 3,6 puntos desde 2007, intensificada especialmente desde el inicio de la recuperación económica, en 2013. El colectivo más ligado al alquiler son las personas entre los 30 y 44 años, cuya tasa de arrendamiento ha pasado del 19,1% de 2010 al 29,9% de 2018, revela el Banco de España, que explica que los efectos de la crisis en el retraso de la emancipación y el envejecimiento de la población va ampliando el espectro de arrendatarios. Lea el informe completo.






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