
José Luis, jubilado de Majadahonda, se acercó “solo a mirar 5 minutos” y terminó ejerciendo de juez de línea en la final. «He pasado la vida corriendo detrás del fútbol y aquí corro menos, pero me divierto el doble», confesaba entre carcajadas. En un mundo donde la pantalla domina, las bolas de acero se han convertido en un pretexto perfecto para recuperar la plaza y el tú a tú. Tres municipios vecinos han tejido nuevas amistades al compás de carriles de arena, y ya se habla de ampliar el cuadro la próxima temporada
MIGUEL SANCHIZ. El inconfundible “clinc” de las bolas contra el acero rompió la calma y refrescó algo el calor de este sábado 21 de junio (2025) en las pistas de la Asociación de Petanca Las Rozas. Con gorras, abanicos y mucho buen humor, decenas de vecinos siguieron la final de la segunda Liga de los Pueblos, torneo que desde el pasado año enfrenta—en formato de ida y vuelta—a Majadahonda, Galapagar y Las Rozas. Tras semanas de suspense —tres dupletas por club, ida en cada localidad y vuelta en terreno contrario— la clasificación dejó un emocionante cara a cara entre majariegos y «rozeños». La escuadra galapagueña, se quedó a un suspiro, demostrando que la rivalidad crece y el nivel sube. El desenlace fue netamente «rozeño». Al frente, la dupla mixta Santiago Cobo-Ángela Luna, auténticos maestros del arrime; detrás, Demetrio Esteve-Gonzalo Muñoz, impecables al tiro largo; y la pareja revelación Walter Gonzalez-José Moreno (Pepe), dos veteranos que helaron las muñecas rivales. Cada dúo sumó su punto y el marcador global se cerró con un rotundo 3-0 que desató el aplauso unánime de la grada. El resultado final de la Liga de los Pueblos fue: Asociación de Petanca Las Rozas 1º. Club de Petanca Galapagar 2º y Club de Bolo Palma y Petanca de Majadahonda 3º.
TERMINADA LA CONTIENDA LLEGÓ LA CEREMONIA. Los Presidentes de los equipos que disputaban la ultima fase de la Liga, el majariego Felix Hernandez de Castro por el Club de Bolo Palma y Petanca de Majadahonda y el “rozeño” Santiago Cobo, por la Asociación de Petanca Las Rozas, entregaron las copas recordando “el espíritu de convivencia que hace grande a este juego”. El capitán «rozeño», Santiago, resumió la clave con sencillez: «Ganamos porque jugamos como amigos». También hubo ovación para Galapagar, subcampeón, y para Majadahonda, premiado por su deportividad. Luego sonó la alegría, se descorcharon refrescos y el ambiente se pobló de tortilla, embutido y aceitunas. Ese aperitivo improvisado selló la jornada con charla tranquila y risas compartidas.
MÁS ALLÁ DEL RESULTADO, LA LIGA DE LOS PUEBLOS CONFIRMA QUE LA PETANCA ES MUCHO MÁS QUE UN PASATIEMPO DE PARQUE. Se trata de un deporte de precisión, sí, pero sobre todo de diálogo: cada lanzamiento invita a trazar estrategia, escuchar al compañero, celebrar y consolar. No hay contacto, no hay prisas y, por lo tanto, no hay espacio para la violencia. Esa calma competitiva la hace inclusiva para todas las edades y condiciones físicas. Para los recién llegados, el acceso no puede ser más sencillo: basta con unas bolas prestadas y ganas de aprender. Los clubes facilitan el material y destinan un monitor voluntario a explicar las reglas básicas de distancia y puntuación. José Luis, jubilado de Majadahonda, se acercó “solo a mirar 5 minutos” y terminó ejerciendo de juez de línea en la final. «He pasado la vida corriendo detrás del fútbol y aquí corro menos, pero me divierto el doble», confesaba entre carcajadas. En un mundo donde la pantalla domina, las bolas de acero se han convertido en un pretexto perfecto para recuperar la plaza y el tú a tú. Tres municipios vecinos han tejido nuevas amistades al compás de carriles de arena, y ya se habla de ampliar el cuadro la próxima temporada. Si algo quedó claro este sábado es que la petanca engancha, y que la mejor victoria es la que se celebra alrededor de una mesa común. ¡Enhorabuena a Las Rozas, y larga vida a las bolas brillantes!
Buenos días nos dé Dios, ¡¡GRACIAS!!. No creo que haya muchas formas mejores de comenzar el día que leyéndote, Miguel. Me ha encantado vivir a través de tus palabras esa final vibrante de emoción, humor y, sobre todo, amistad. ¡¡Enhorabuena y gracias!!
Nuestro admirado Miguel no es casual sea una pluma privilegiada, sino que también practica y nos transmite esos principios demócraticos (hoy lamentablemente cuestionados) y socialmente inclusivos que presiden la práctica y el ejercicio de la petanca. Desde la ignorancia y el cariño, os deseo a todos los practicantes salud y força. Espero entendáis mi predisposición a posicionarme como hincha del equipo donde milita nuestro periodista de cabecera.
Creo que habria que organizar un campeonato de petanca dentro del Ayuntamiento!
Al menos los concejales estarian ocupados en algo