Legio IX, la tienda majariega especializada en wargames y juegos de mesa, acogió el domingo un torneo de Warhammer 40K que reunió a 8 participantes. Warhammer 40K, también conocido como 40.000, es un wargame de la compañía inglesa Games Workshop ambientado en un mundo futuro de ciencia ficción en el que los jugadores comandan un ejercito con el que deben derrotar a su oponente, ya sea eliminando a sus tropas o cumpliendo una serie de objetivos. Los ganadores del torneo fueron Pablo, primer puesto, Lucas, en segunda posición y tercero Hugo. A todos ellos se les otorgó un diploma y un vale para gastar en la tienda con distintas cantidades en función de su clasificación en esta competición. Este es un ejemplo de las actividades que organiza y ofrece Legio IX Majadahonda a sus clientes y con las que se ha convertido en punto de reunión para todos los aficionados de este mundillo.
Legio IX recoge en su particular crónica lo acontecido en este «espectacular torneo de Warhammer 40K que celebramos este domingo en la tienda Legio IX de Majadahonda»: «Los jugadores estaban citados a las 10:30 de la mañana y puntualmente allí estuvieron los 8 participantes. A los pocos minutos de llegar se colocaron a lo largo de las mesas preparadas para el torneo y durante unos minutos estuvieron charlando hasta que dio comienzo el sorteo aleatorio de las parejas para la primera ronda de juego».
«Los ejércitos de los participantes eran variados, pero los Tau predominaban en los campos de batalla, pues cuatro de los ocho jugadores llevaban a esta facción que causó verdaderos estragos en alguno de los enfrentamientos. También había Necrones, Lobos del Espacio y Ultramarines, así como Marines del Caos. Todo un batiburrillo de fuerzas que fueron desplegando por las mesas los jugadores una vez emparejados y con sus objetivos bien claros. A las 11:00 de la mañana empezaron a luchar. Cada turno se tornaba más emocionante que el anterior, y los jugadores warhammeros buscaban las técnicas y movimientos de combate que les aproximaran a la victoria. Hubo combates rápidos y otros más elaborados y pensados, pero solo uno podía ganar. A lo largo de la mañana las dos primeras rondas de juego se fueron sucediendo con resultados dispares, mientras los jugadores iban tomando posiciones en la clasificación general a la par que sumaban puntos. Todo era dudoso y confuso, ya que el ejército que parecía tener pocas posibilidades asestaba a su enemigo un golpe certero y lo descabezaba. No obstante, también hay que añadir que los dados tuvieron mucho que ver y fueron decisivos en los resultados de los combates».
«Después de una mañana peleona con los dados llegó la hora de comer y los jugadores hicieron una pausa para después volver a la cinco y cuarto y seguir luchando. Durante la tarde se celebró la última ronda y hubo combates muy rápidos: los Tau, como ya habían hecho durante toda la mañana, permanecían implacables; los Marines del Caos seguían dando lo suyo y sus demonios hacian maldades utilizando sus poderes psíquicos; y los lobos lanzaban, sin miedo, contra sus enemigos a su caballería del trueno en cargas feroces. Los titanes de los ejércitos Tau provocaban estragos (a veces) si la suerte de los dados lo permitía. El Titán Imperial se cebó contra uno de los ejércitos Tau perpetrando una serie de disparos bien pensados, de modo que casi los destroza y eso le permitió una buena ventaja táctica».
«Por otro lado, uno de los momentos más épicos de todo el torneo fue cuando un Marine Lobo Espacial Bibliotecario fue rodeado por 3 ó 4 Armaduras Crisis y él solito se enfrentó a todas causando bastante daño y, de paso, se llevó alguna por delante. También fue especialmente emocionante el momento en el que el Titán Imperial fue destruido por las fuerzas Tau de uno de los jugadores. «La verdad es que nos lo pasamos muy bien, los jugadores disfrutaron y congeniaron estupendamente. Hubo premios para el primer puesto (Pablo), segundo puesto (Lucas) y tercer puesto (Hugo). A los tres se les entregó un vale de tienda con distintas cantidades y un diploma. Después, los jugadores se quedaron un buen rato de cháchara en la tienda intercambiando impresiones y valorando sus hazañas durante las partidas».
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