ANDRÉS DELGADO *(Socio del Rayo Majadahonda y economista). Aunque la noticia ya fue adelantada hace doce días por Majadahonda Magazin, este jueves se hizo público el acuerdo entre el Rayo Majadahonda y el Atlético de Madrid, para que el primero inicie su temporada de Segunda A en el Estadio Wanda Metropolitano. En la noticia publicada en el diario Marca, el secretario del club, Casto Gallardo, declara que “sin la ayuda del Atlético ahora mismo estaríamos en Segunda B, no sé ni cómo agradecerlo». Está bien ser agradecido, pero es fundamental ser riguroso Sr. Gallardo, y por ello en este artículo vamos a analizar cuál es el tratamiento de la adaptación de instalaciones y aforo de los estadios de los clubs, que como es el caso del Rayo Majadahonda, se incorporan por primera vez a la Liga de Fútbol Profesional. Para ello debemos ir al Reglamento General de la Liga de Fútbol Profesional. En el Libro IV dedicado a “Las Competiciones”, existe una Sección Tercera llamada “De las Instalaciones”. Y en concreto los artículos 18 y 19 tratan sobre el aforo y plazos para adecuar las instalaciones. Es decir, que el aforo del Cerro del Espino para Segunda A debe ser de 6.000 localidades en Segunda División A y que los clubs recién ascendidos tienen un plazo de dos años desde su incorporación a la Liga de Fútbol Profesional para adaptar las instalaciones a los requerimientos de la Liga. Hay además casos muy concretos al respecto, que no han supuesto, como señala Casto Gallardo, descenso administrativo, por no llegar al aforo requerido por la Liga. El Estadio Ipurúa, en el que el Eibar juega sus partidos en Primera División, cuenta con un aforo de 7.083 espectadores. Menos de la mitad del aforo requerido por la Liga para la Primera División.


Hace algo más de un año, el presidente de la LFP, Javier Tebas señaló en el Diario Vasco que «el aforo no es un requisito obligatorio de inscripción para integrarse en la LFP» y que “el aforo de Ipurúa (7.083 espectadores) no va a ser ningún desencadenante para que el Eibar pierda su condición de equipo de Primera División. El descenso no será disputado en los despachos, de serlo se producirá en el terreno deportivo”. Así que por lo que respecta a nuestro Rayo Majadahonda, sería mejor dejar el victimismo y alarmismo en el cajón, con declaraciones que van en contra de lo que dice la normativa de la LFP (el señor Gallardo debería conocerla y no hacer afirmaciones alarmistas e inexactas de este tipo).

La Directiva del Rayo Majadahonda debería de forma urgente y prioritaria dedicarse a: – confeccionar una plantilla capaz de competir en Segunda A con garantías para poder mantenernos en la categoría. – sacar la campaña de socios y abonados que los aficionados llevamos esperando desde hace dos meses. – planificar el desplazamiento gratuito de los aficionados majariegos al Estadio Metropolitano. – y reformar, eso sí se lo ha pedido la Liga, la estructura directiva y profesional del club que tanta falta hace a la vistas de la situación de la gestión directiva del club.

Se contrató a Media Base Sports como asesores para llevar la dirección deportiva y de comunicación y hacer un plan estratégico a dos años. Después de eso, Media Base Sports parece que se queda sin ámbito de actuación, ya que el Club, paralelamente, ha nombrado un director deportivo y un director de comunicación, duplicando las funciones entonces. ¿A qué se va a dedicar Media Base Sports ahora?. Lo más razonable sería contratar un director financiero interno y resolver el contrato de asesoramiento externo que parece que ya no tiene sentido. En conclusión, para hacer las obras en el Cerro del Espino hay dos años de plazo y Javier Tebas dice que los descensos se producen en el campo de juego, no en las gradas. El Ayuntamiento de Majadahonda y el Atlético de Madrid deben saberlo. Lo demás son inventos alarmistas que no vienen a cuento. Seamos rigurosos señores directivos del Rayo Majadahonda de la Liga de Fútbol Profesional.

Majadahonda Magazin