
LA ETAPA PARISINA DE MARIA TERESA LEON Y RAFAEL ALBERTI Y EL PAPEL DE L´HUMANITE: Según un estudio de Maria Caterina Ruta en la Università di Palermo, Rafael Alberti y María Teresa León estuvieron en París del mes de marzo de 1939 al mes de febrero de 1940. «Seguramente fue una etapa de su vida muy dolorosa y a la que el poeta gaditano dedica pocas páginas en sus memorias, así como lo hace María Teresa León en las suyas. La lengua española puede elegir entre las palabras ‘exiliado’ y ‘desterrado’ para indicar al hombre obligado a alejarse de su país por razones casi siempre políticas, e incluso con motivo de la aluvial salida de españoles se acuñó la variante del participio ‘transterrado’, cuando el exilio se vivía en una tierra de habla hispánica y en especial modo en Méjico. Pero para la reducida colección de poemas que escribió durante su estancia en la capital francesa Alberti prefiere la alternativa de ‘refugiado’, que indica de manera más eficaz la urgencia de escaparse de España cuando el peligro de la represalia franquista acosaba a los combatientes republicanos, ahora vencidos, sin ofrecerles, en aquel momento, ninguna otra posibilidad de salvación y de refugio. Y, recordando a León Felipe en la breve premisa a «Vida bilingüe de un refugiado español en Francia» (1939-1940) cita la frase “español del éxodo y del llanto”, acercando a la palabra de origen latino ‘exilio’ el vocablo bíblico ‘éxodo’, que sugiere la idea del impresionante vaciamiento que tuvo que sufrir España por la salida de sus obreros e intelectuales».
Y añade: «El otro español que les ayuda es Picasso, quien les hace atribuir por mediación de algún empleado del Ministerio de Comunicaciones el trabajo de locutores en el programa de la Radio Paris-Mondial, dirigido a los países de América Latina. Monsieur Fraisse, se mostró siempre cordial y comprensivo, pero no pudo ignorar las órdenes superiores, cuando al mariscal Pétain, enviado como embajador a Madrid, se le advirtió que en la radio francesa trabajaban españoles comunistas. A la pareja, que, a pesar del disgusto de su condición de expatriados, intentaba sacar el mejor partido de esta actividad, no le quedó más remedio que buscar otro lugar donde refugiarse, con el agravante que los alemanes habían roto la Línea Maginot. Le salieron los versos de “Se equivocó la paloma”, el poema que en el futuro giraría por el mundo interpretado por excelentes cantantes».

Y concluye: «En la vertiente española Corpus Barga, pseudónimo de Andrés García de la Barga, además de haber sido director de la revista Diablo Mundo en 1934, colaboró en Cruz y Raya y Hora de España, de cuyo comité directivo formaba parte Quiroga Pla, yerno de Unamuno. Este amplio panorama confirma un aspecto importante que caracterizó la actitud mental y por consiguiente la actividad práctica de los republicanos españoles durante el gobierno de la Segunda República y en los años del conflicto fratricida: la atención dedicada a la cultura como arma de combate contra el fascismo, quizás más valiosa que los fusiles y las balas, a cuyo programa Alberti había contribuido directamente desde las páginas de «El mono azul«. Leer el artículo de L´Humanité.





