La poetisa madrileña Lola Dean Guelbenzu, agradecida por la acogida de los vecinos de Majadahonda

ELENA MARTICORENA. «Viene la musa cuando le da la gana, puedes estar nadando, cocinando, conduciendo o incluso durmiendo. Te llega una primera frase, un verso, que te lleva a hacer un poema aunque no sabes como te va a salir. A veces te salen sentimientos, pero no poemas, y por eso es importante dejarlo en «adobo» y hacer una revisión posterior. Tiene que tener una calidad determinada y es muy raro que un poema te salga a la primera sin volver a editarlo». En esta segunda y última parte de la entrevista con la poeta Lola Dean Guelbenzu cuenta como ha sido su trayectoria literaria, en la que hasta 2013 no vuelve a publicar, ¿cómo lo retomas?– Nunca dejé de escribir pero entre la familia y el trabajo no tenía tiempo para centrarme en publicar. Yo he sido trabajadora social, funcionaria y directora de un centro de mayores en Villaverde Bajo, cerca del barrio de Usera y siempre consideré escribir  poemas como un hobby. Pero entonces, y ya con el que es mi marido, Eduardo Benítez, fundamos la tertulia poética La Flor de Cristal, con la que llevamos diez años. Por ella han pasado poetas que después han publicado algunos de los versos que salieron de ella y actualmente la conformamos ocho personas. Es una tertulia cerrada, una vez al mes y la hacemos en el Club Social las Huertas en Majadahonda


Elena Marticorena

¿De donde surge la idea de crear esta tertulia? Un día me dijo Eduardo que había visto un cartel en la calle en la que se anunciaba una tertulia poética que organizaba el pintor Tony Duquet, en la cafetería que había en la esquina de calle Venezuela con calle de Puerto Rico. Me convenció para ir, porque yo no estaba convencida del todo, pero al final nos arriesgamos y conocimos a Tony y a partir de ahí comenzamos con las tertulias. Pasó mucha gente por ella y con el paso del tiempo decidimos llevarla nosotros. Al principio nos reuníamos una vez a la semana y ahora lo hacemos cada más tiempo. Somos poquitos y de lo que se trata es de ir mostrando al resto los versos que has compuesto para recibir ese feedback. Enseñas, aprendes y te «picas» por mejorar. ¿Cómo definirías el estilo de tu poesía?– Mi poesía es intimista, cercana y directa. Y además escribo en escalera porque no concibo hacerlo de otra forma. Escalera, espacios, palabras… Escribo siempre en una libreta y después lo paso al ordenador, pero con el mismo formato con el que ha surgido en mi cabeza. Además para mí el formato es importantísimo. Siempre me han dicho que mis versos tienen mucho ritmo, música y que es poesía de la experiencia, y que aunque es muy sencilla, tiene mucha calidad. ¿Cuál es la principal dificultad que tiene un poeta a la hora de escribir?– Para mí lo más difícil es el cierre, que quede bien y redondo. A veces, cuando tienes muchos poemas, también es difícil organizar y seleccionar los adecuados para una publicación.


Lola Deán

¿Y durante el confinamiento, llegó la musa? – Sí, durante el año 2020 escribí mi última obra «Decirte Que», un conjunto de poemas que tratan sobre esa experiencia que tanto vivimos, el confinamiento. Hablo de la aceptación de las cosas que no pueden cambiar, la esperanza, el amor y la vida. ¿Y tus próximos proyectos?– Tengo cuatro libros que quiero sacar, tres de ellos los tengo organizados y hay otro que se llama «Sortilegios», que está finalizado pero no organizado. Si consigo publicarlo será con imágenes, que he rescatado de pixabay por el tema de los derechos de autor. Primero hago el poema y luego busco una imagen que creo que guarda relación. Pero el lector hará la acción inversa, primero verá la imagen, pensará que puede evocarle y después leerá los versos. 

Poemas (primera colección de nuevas voces) es la primera obra que publica Lola Deán

Majadahonda Magazin