El cabezazo de Luso hizo historia en el Wanda

SONIA BLUE. El futbolista ovetense Aarón Ñíguez, hermano del internacional atlético Saúl Ñíguez, puso excusas al resultado contra el Rayo Majadahonda: «El castigo de la derrota es demasiado, creo que el empate era lo justo». Y el delantero Saúl Berjón igual: «Sabíamos que el Rayo es un buen equipo, pero no nos ganaron con su fútbol, ganaron con la estrategia. Tuvimos buenos momentos, supimos cómo presionarles. A partir de la media hora dimos un paso atrás y ellos estuvieron mejor. El partido era de empate pero esto funciona así. Nos ha faltado gol, no hemos jugado tan mal. Gano el que la metió. Y duele más por llegar en el tiempo de descuento, da rabia».


Lo cierto es que los jugadores del Oviedo probaron en el Wanda la misma medicina que los del Sporting una semana antes. Y su propia afición no admite excusas. De hecho, a su regreso a casa en el siguiente partido, los aficionados gijoneses recibieron en Mareo a su equipo así, según cuenta cuenta A. Maese de «El Comercio»: «Su puesta de largo comenzó con una sonora bronca, pero los silbidos no iban dirigidos hacia él. Quizás fue el único que se salvó de las protestas del público tras la mala imagen ofrecida ante el Rayo Majadahonda. A sus 24 años, Álvaro Traver apostó por un filial con el claro objetivo de subir al primer equipo más pronto que tarde y abandonar así las Segunda División B. Una categoría que conocía después de haberse criado en las categorías inferiores del Levante, donde no llegó a debutar en el fútbol profesional».

El delantero oviedista Saúl Berjón, sin embargo, cree que la derrota fue injusta: «Jugamos bien por momentos, supimos como presionarles y tuvimos presencia en ataque, pero a partir de la media hora, no sé si por el cansancio o por estar tanto tiempo presionando, dimos un paso atrás y empezamos a dejar huecos. Creo que lo justo hubiera sido un empate, porque ellos tuvieron ocasiones pero nosotros también», explicó Berjón en zona mixta. El ovetense no cree que el juego ofensivo y vertical del Majadahonda haya doblegado al Oviedo en el Wanda: «No nos ganaron ni con su fútbol ni con sus ideas, si no con la estrategia», reiteró el extremo, en referencia al gol encajado en un córner en los minutos finales, que se suma a otros tres goles anteriores encajados a balón parado, recoge Xuan Fernández de «La Nueva España» de Oviedo. Las crónicas de la prensa deportiva, sin embargo, son coincidentes:

Futbol Asturiano.es, con foto Adrián Grana, da el MVP a Iza (4 sobre 5): «Los carbayones cuajaron un mal partido, imprecisos en todas las líneas, ante un flojo Rayo Majadahonda, que fue superior. El gol del triunfo llegó en un córner mal defendido en el minuto 90. Mal partido del Oviedo. Posiblemente uno de los peores de esta irregular temporada, a la que los azules siguen sin cogerle el pulso. El Oviedo solamente controló parte del primer tiempo, aunque con una posesión sin profundidad, ni ocasiones claras, viéndose superado por el Rayo en la reanudación. Los madrileños demostraron tener bien preparado el partido y, a pesar de sus numerosas imprecisiones, se mostraron bastante cómodos a lo largo de todo el encuentro. Cuando parecía que el Oviedo sumaría un inmerecido punto, el balón parado ajusticiaría nuevamente a los azules en el minuto 90″.

La Voz de Asturias (Alfonso Suárez): «La afición carbayona cumplió con su parte del contrato y poco faltó para que llenase el sector visitante del flamante coliseo del Atlético de Madrid y, desde comienzos de temporada, también del Rayo Majadahonda. Además, muchos oviedistas compraron su entrada en el mismo estadio, así que la tribuna principal también tenía cierto color azul. Aunque lo que se vio en el césped no dio mucho de sí, el oviedismo lució garganta y la grada visitante pareció por momentos el Carlos Tartiere. Todo cambió pasados los 90 minutos del encuentro, cuando Luso ponía el 1-0 ante el asombro de todos. El gol dejaba helada a la afición carbayona y dejaba un mal recuerdo de la primera visita del Real Oviedo a uno de los campos de moda en el fútbol mundial. Se volvió a dar la máxima más oviedista: Desplazamiento masivo es sinónimo de derrota (1-0). En esta ocasión, de las que duelen. Un gol de Luso en el último minuto dejó helados a los futbolistas azules y a los casi cuatro mil aficionados que se desplazaron hasta la capital española. Un resultado que puede antojarse justo por lo visto en el terreno de juego. El Rayo Majadahonda fue mejor que los asturianos durante los 90 minutos. Solo la falta de puntería y la actuación de Alfonso Herrero retrasaron hasta el final la victoria majariega».

«El paso por el vestuario no cambió la tónica del encuentro. De hecho, la acentuó más todavía. El Rayo Majadahonda encontró fugas en la línea defensiva azul. Los de Anquela hacían aguas y solo la actuación de su cancerbero permitió mantener el empate en el primer cuarto de hora. El tramo final del encuentro sirvió para que ambos equipos buscaran el gol de la victoria. Los espacios aparecían fruto del cansancio. Con este panorama, el Real Oviedo quería castigar a una defensa rival cada vez más adelantada. Ibrahima entró con buen pie al césped del Metropolitano. Su lucha y entrega dieron una marcha más a los asturianos. El atacante fue protagonista en la mejor ocasión oviedista del encuentro. Filtró un pase precioso para dejar a Joselu delante de Basilio. El portero majariego respondió fantásticamente, salvando a su equipo en el mano a mano».

«No se amilanó el Rayo Majadahonda, que volvió a disponer de una buena ocasión en las botas de Fede Varela, pero su disparo, tras dejada de Iza, se fue demasiado cruzado. Los minutos finales fueron una moneda al aire que cayó del lado local en un saque de esquina en el que Luso remató solo tras un fallo de Forlín en el marcaje. Dolorosa derrota para el equipo de Anquela que no se sintió cómodo en ningún momento. Resultado para reflexionar de nuevo. El Real Oviedo fue superado casi en todo momento por un Rayo Majadahonda que supo explotar sus virtudes. Decepción para los casi 4.000 oviedistas que se dieron cita en las gradas del Metropolitano».

Elcomercio.es (Ramón Julio García y fotografías de Dani Sánchez): «Los de Anquela fueron inferiores al rival la mayor parte del encuentro, superados en el centro del campo y sin acierto en las áreas. El Real Oviedo cayó derrotado de forma cruel, porque el gol local llegó en el último minuto, pero merecida, ya que fue inferior al Rayo Majadahonda durante la mayor parte del encuentro. El equipo azul distó mucho del de la pasada jornada y no estuvo cómodo salvo en los minutos iniciales, luego solo la falta de acierto de los locales le mantuvo en el encuentro hasta el fatídico último minuto. El partido parecía más donde lo quería Anquela que Iriondo, ya que los madrileños no pasaban de su campo, salvo en contadas ocasiones. El paso de los minutos hizo que los azules fueran perdiendo algo de intensidad, lo que dio aire a los locales, que se estiraron más y poco a poco comenzaron a tener el control del partido ante un conjunto ovetense que ya no se encontraba cómodo, ni tenía el balón y empezaba ver como los madrileños empezaban a visitar a Alfonso cada vez con más frecuencia».

«El resumen de los primeros 45 minutos fue un Oviedo que fue de más a menos, que dominó al principio, pero luego cedió la iniciativa a los madrileños. Los de Anquela acabaron agradeciendo el descanso ya que el peligro se empezaba a asomar a la portería de Alfonso. El escenario no varió en la reanudación. El conjunto azul estaba a merced del rival y pasando apuros muy gordos, que solo la fortuna impidió que se transformaran en gol. Para tratar de poner remedio Anquela dio entrada a Boateng por Javi Muñoz en el centro del campo, buscando un hombre fresco que tratara de cortar la hemorragia. El conjunto azul estaba a la deriva y solo le salvaba que el Rayo en ataque no tenía las ideas nada claras y fallaba en el último pase y en el remate. No obstante, en el interncambio de golpes final, los de Anquela también tuvieron un par de oportunidades por medio de Joselu, primero en un buen pase de Ibrahima que salvó Basilio y luego en un remate de cabeza que salió alto».

Majadahonda Magazin