Álvaro Fidalgo

J. FEDERICO MTNEZ. Con Iriondo jugó 31 partidos, 23 en la primera vuelta pero solo 8 en la segunda cuando ya el Rayo Majadahonda atisbaba los play off de ascenso que se consiguieron con el ya histórico empate en Barakaldo, donde jugó 33 minutos, y que a la postre se perderían con el Racing de Santander. Pero fueron 2.000 minutos que Álvaro Fidalgo aprovechó tanto como los estudios, que nunca abandonó a pesar del doble sacrificio. Su abuelo futbolista Rafael Fidalgo venía desde Asturias y le seguía con devoción en el Cerro del Espino (y existe incluso una imagen que lo inmortalizó) y su estadística dejó huella en la grada: salió 22 veces titular, fue sustituido en 9 y en el banquillo estuvo en 4 ocasiones. Hoy está en Estados Unidos haciendo la pretemporada con el primer equipo del Real Madrid, privilegio que los entrenadores conceden a los canteranos con más futuro y Zinedine Zidane ya lo ha hecho debutar incluso en Copa del Rey. El diario Gol lo bautizó como «el Iniesta de Noreña» (su localidad natal) y ahora Iriondo recoge el guante.


El periodista de «Marca» Miguel Ángel Lara ha llamado desde Montreal (donde el Real Madrid está haciendo su pretemporada) al ex entrenador Antonio Iriondo para que hable de Álvaro Fidalgo, a quien todos los aficionados del Cerro del Espino recuerdan de forma inolvidable por sus pases al espacio y su capacidad de sortear zancadillas de rivales mucho más fuertes físicamente. «Siempre lo dije, era nuestro Iniesta«. Así habla Antonio Iriondo, el técnico que llevó al Rayo Majadahonda a Segunda y que trabajó con Álvaro Fidalgo (Oviedo, 9-4-1997) en el equipo majariego en la temporada 2016-17. Hoy, este asturiano que estudia Derecho y sueña con hacerse un sitio en el equipo del que es desde pequeño, trabaja en Montreal en la pretemporada del Real Madrid. El recuerdo que de él tiene Iriondo es extraordinario en todos los sentidos.

«Es que si mi hija no fuera mayor te diría que es el novio con el que un padre sueña. Álvaro es una persona extraordinaria, sencilla, con inquietudes, que se cultiva…», asegura. Echa la vista a tres veranos atrás para analizar al Fidalgo futbolista. «Es un jugador exquisito, inteligente, de muy buen trato de balón. Y ávido por aprender. Nosotros sabíamos de su calidad, y también de cosas a corregir. Y siempre se mostró receptivo para crecer y aprender. Lo pasó mal, porque la Segunda B es dura, con jugadores muy curtidos. Trabajó, escuchó, se musculó… Le he visto mucho en el Castilla y me decía «no perdimos el tiempo con él». Ganamos las dos partes» explica «El Ruso» Iriondo. De todo lo bueno de Álvaro, su ex técnico destaca su cabeza: «Si es bueno con el balón lo es más de mente. Sabe muy bien que lo que importa es el colectivo, asociarse, hacer vestuario. ¿Si tiene madera para el Madrid? Veremos, pero lo que me gustaría es que le dieran la oportunidad de demostrarlo. Luego ya depende de si los otros son o no mejores que él».

El abuelo Rafael Fidalgo en el Cerro del Espino

Con foto de Fidalgo, el día de su debut con el primer equipo realizada por Alberto Nevado y texto de Miguel Ángel Lara el mismo diario da este perfil de Fidalgo (Oviedo, 9-4-1997), recordando su paso por el Condal, al que el Rayo Majadahonda eliminó en los play off de ascenso a Segunda B con el último gol de Borja Acha. En la grada del Cerro del Espino estaba un jovencito llamado Álvaro Fidalgo y en el campo un delantero llamado Jairo Cárcaba, que terminaría fichando por el Rayo Majadahonda: «Arrancó su vida deportiva en el Condal del Loreña, del que pasó al Oviedo en el seno de una familia muy ligada a la pelota. Su abuelo, Rafael Fidalgo, fue defensa del Langreo y del equipo carbayón. Pero fue desde el Sporting cuando dio el salto al equipo que llevaba en el corazón desde niño: el Real Madrid. A Valdebebas llegó en 2012 para sumarse al cadete. Centrocampista de calidad, de ágil regate y mucha imaginación tiene a Modric como referente. Su buen hacer en al cantera blanca se confirmó con la cesión al Rayo Majadahonda hace dos temporadas». Y aunque no formó parte del histórico ascenso a Segunda A, categoría de la que no disfrutó porque el Madrid le recuperó para intentar devolver al Castilla a Segunda, «el 6 de diciembre del pasado año debutó con el primer equipo blanco en el 6-1 al Melilla en Copa. Mientras disfruta de la pretemporada en Montreal, este estudiante de derecho sabe que los dos grandes de su tierra (Sporting y Oviedo) llaman al Madrid para lograr una cesión».

Majadahonda Magazin