Los funcionarios de Urbanismo del Ayuntamiento de Majadahonda se niegan a respaldar la decisión del alcalde sobre el derribo de la piscina de Huerta Vieja

JULIO HERNANZ CABILLA. Jefe de servicio de obras y mantenimiento de edificios municipales del Ayuntamiento de Majadahonda, arquitecto técnico, funcionario municipal (3 de mayo 2022). Dirigido a: Sr. D. José Luis Álvarez Ustarroz. Alcalde del Ayuntamiento de Majadahonda. Asunto: Demolición de la piscina cubierta en Huerta Vieja. Apreciado Sr. alcalde: Sorprende, no obstante, que en el informe emitido por el Ayuntamiento no figuren las firmas de técnicos del Servicio de Urbanismo ni tampoco del Servicio de Obras y Mantenimiento, toda vez que son los departamentos que tienen más conocimiento de los edificios y su estado de conservación; y más concretamente el ultimo, sobre el que descansa la responsabilidad de ejercer los controles periódicos de inspección que requiere su mantenimiento. Por el contrario, está suscrito por un técnico de reciente incorporación a la Concejalía de Urbanismo, Mantenimiento de la Ciudad, Vivienda, Obras y Urbanizaciones, nombrado Director Técnico Coordinador del Área de Desarrollo Urbano mediante el procedimiento de Libre Designación el 20 de enero de 2020, es decir, poco más de año y medio antes de la redacción de dicho informe.


Julio Hernanz Cabilla, Arquitecto Técnico del Ayuntamiento de Majadahonda, escribe al alcalde

No quiero decir con ello que este técnico no tenga la suficiente solvencia para ese cometido, nada más lejos de mi intención. Sin embargo, resulta extraño que se designe para ello a alguien recién aterrizado en la Concejalía y no a quienes saben, por su mayor recorrido, de la historia y las vicisitudes de este inmueble. Tal vez ese desconocimiento es el motivo de que el citado informe no se extienda con más detalle en las actuaciones que el propio Ayuntamiento llevó a cabo hace unos años para resolver un problema similar, que fueron encargadas por el Servicio de Obras y realizadas bajo la supervisión del arquitecto autor del proyecto original, y que para el autor del informe solo alcanzan el grado de suposiciones o conjeturas. Como, asimismo, que se omitan tres estudios más recientes promovidos desde el Ayuntamiento antes de 2017, a saber: el proyecto de Acondicionamiento del Complejo Deportivo Municipal Huerta Vieja, redactado por el arquitecto municipal en noviembre de 2012; un Informe Técnico de evaluación sobre el estado actual de la instalación deportiva Huerta Vieja, encargado por la Concejalía de Deportes a la empresa GOC en noviembre de 2012; y un Informe sobre la Remodelación de la piscina cubierta, redactado por el arquitecto Manuel Canalda en octubre de 2016. En ninguno de estos documentos se incluyen referencias notables sobre la situación de los elementos estructurales, (dando a entender que estos se encuentran en estado satisfactorio) y enfocan sus objetivos al estudio e inventariado de otros aspectos que precisan de modificación, reparación o adecuación a las necesidades de servicio, y sus respectivas evaluaciones económicas. Es de suponer que de todos ellos exista constancia documental en los archivos municipales.


Los informes sobre Huerta Vieja que hizo públicos «Vecinos por Majadahonda»

Y así como la intervención citada en primer lugar hubo de hacerse con el mismo carácter de urgencia a que ahora obliga la situación actual, las otras actuaciones previstas quedaron relegadas y nunca llegaron a ejecutarse. De haberse acometido, sin duda que ahora no nos encontraríamos en este escenario ya que en el transcurso de las obras se hubieran descubierto los problemas que ahora han aparecido en los pilares corroídos, permitiendo abordar entonces las operaciones más convenientes para su reparación. Pero, admitamos que no todos los proyectos y propuestas de intervención programadas salen adelante o pueden llevarse a cabo por diversas circunstancias, tales como disponibilidad económica, escala de prioridades, necesidades más urgentes o cuestiones de oportunidad. Eso es, en cierto modo, aceptable. Lo que es incomprensible es que las instituciones públicas abandonen sus competencias relativas a la conservación de sus inmuebles y a mantenerlos en condiciones, no ya solo como gestores de un patrimonio que pertenece a la comunidad, sino como propietarios del mismo incumpliendo las obligaciones de la Ley 9/2002, del Suelo de la Comunidad de Madrid, establece para el adecuado sostenimiento y conservación de los inmuebles. Próximo capítulo: «El Ayuntamiento se cruza de brazos esperando que la piscina se derrumbe sola» (III)

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