Federico Utrera, que representó a la primera Junta Directiva, con uno de sus maestros, el periodista Miguel Angel Aguilar, en la exposición y homenaje a la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) y a sus fundadores en su 30º Aniversario, celebrado en el Congreso de los Diputados

LUIS CARLOS RAMIREZ. (11 de junio de 2024). *Secretario General de la Asociacion de Periodistas Parlamentarios (APP). «Ciñéndonos a nuestro libro -el 30 aniversario de la APP- es obligado testimoniar con agradecimiento, al grupo de compañeros que decidimos fundar la Asociación –Luis Santos, Lucía Méndez, José Carlos Duque, Fernando Jáuregui, Federico Utrera, Susana Moneo, Marta Gómez Montero, Luis Falgás, Nieves Goicoechea y Anabel Díez-. El propósito no era otro que mejorar una interlocución con las Cortes, más que fluida y abierta en todo momento, y el compromiso de ejercer el periodismo veraz, de aquellos profesionales acreditados en las cámaras, cuyo número también crecía de manera exponencial. Baste decir que en los años 80 apenas existía sala de prensa como tal, cuyo servicio prestaba la actual Sala Sagasta, y que los habituales periodistas acreditados no pasaban del medio centenar. Hoy superamos los 300, que llegan a 500 en los grandes debates, según datos oficiales. Nuestro reconocimiento a todos ellos, y en especial, a quienes ejercen el oficio de manera precaria y en difíciles circunstancias.

Periodistas Parlamentarios: Luis Carlos Ramírez (RNE) durante su discurso, que reproducimos íntegramente en MJD Magazin

Presidenta del Congreso, vicepresidente del Senado, ex presidentes de las Cortes, ilustres señorías de todas las legislaturas, queridos colegas, patrocinadores y amigos que nos acompañáis. Los 30 años de nuestra asociación apenas forman parte de los 2 siglos de periodismo político y parlamentario que nació en el Cádiz de las Cortes. Las mismas que aprobaron la primera Constitución de la democracia en más que precarias circunstancias. Los diputados doceañistas no solo tuvieron que debatir pendientes del invasor, sino hacer frente, además, a la terrible fiebre amarilla que segó la vida a algunos de ellos. Aquellos servidores públicos redactaron la primera Carta Magna que enterró la Inquisición y aprobó también la ley de imprenta, la que permitió publicar los pensamientos e ideas políticas con libertad. Así lo recoge la norma, como único camino –cito literalmente- «para llevar al conocimiento de la verdadera opinión pública y como freno a la arbitrariedad de los que gobiernan».

«Que 30 años son nada»: reescribiendo el célebre tango, Federico Utrera y el diputado Rafael Hernando (PP). En el homenaje se reprodujo en TV el premio entregado y recibido, que ambos inmortalizaron 30 años después en esta otra fotografía

La salvedad de tal regulación, hace 200 años, no era otra que el sometimiento a la ley y a los tribunales para castigar “los libelos infamatorios, los escritos calumniosos, los subversivos de las leyes fundamentales de la monarquía, y los licenciosos contrarios a la decencia publica, y a las buenas costumbres”. Desde que las Cortes gaditanas crearon la primera tribuna de prensa, en 1811, en la iglesia de san Felipe Neri, se oficializa el trabajo como cronista parlamentario, multiplicado exponencialmente desde entonces… Su ubicación se situó en una galería junto a los taquígrafos y el público general. Ello posibilitó la aparición de hasta medio centenar de periódicos, que situaron a Cádiz como cuna del periodismo político español. Su máximo exponente fue El Conciso -autotitulado «defensor de las Cortes y de la Constitución«;-, aunque su labor fue compartida también por el Semanario Patriótico, El Redactor General y El Observador de Cortes. Todos llegaron a transcribir, de manera cuasi literal, los arduos debates de aquel Parlamento. Se anticiparon así a la creación del Diario de Sesiones por las propias Cortes, un año después, para satisfacer la demanda de noticias y la información de los ciudadanos.

Periodistas Parlamentarios: Antonio Regalado (RNE), vecino de Majadahonda, con Federico Utrera

Dos siglos después, es difícil imaginar el ejercicio de la política sin prensa, sin el testimonio de los profesionales del periodismo, desde la aparición del primer Diario curioso y erudito de Francisco Mariano Nipho, en pleno siglo XVIII, y su evolución exponencial hasta hoy, con centenares de medios escritos, audiovisuales y sobre todo en formato digital. Nada hubiera sido igual, para conocer la intrahistoria de la vida pública y las turbulencias de los períodos monárquicos, republicanos, los 50 años de la restauración, las dictaduras o la recuperación de la democracia. ¿Quién hubiera narrado el golpe de Pavía? -caricaturizado en esta exposición-, o las rebeliones cantonales, e incluso, las asonadas más recientes como la de Tejero, que afortunadamente no llegó a triunfar, con la famosa noche de los transistores y las ediciones extra de los medios de papel?. Como diría un ilustre paisano y expresidente de esta cámara, lejos de nosotros el afán de protagonismo, mal que nos pese la crítica, la descalificación o los intentos de demonizar, cuando no silenciar, el mal llamado cuarto poder.

Federico Utrera con los entonces presidentes del Congreso y Senado, Jesus Posada (PP) y Juan José Lucas (PP), durante el homenaje

El reflejo de la relación político-periodística de estos años va mucho más allá de la confraternización de los premios otorgados por nuestra asociación, que, por cierto, no cuentan con el agrado de todos. Solo el reconocimiento de virtudes como la oratoria, el esfuerzo, o la incisiva y más que turbulenta relación entre gobierno y oposición, contentan a quienes reciben los galardones, con indiferencia, cuando no el enfado de los más críticos. Que se lo pregunten al diputado y alcalde de Tarragona, que se encontró con este titular en la portada del periódico local, tras hacer pública la relación de premios pasados: «El alcalde, desconocido en el Parlamento». Ni que decir tiene que pidió todo tipo de explicaciones y exigencias a la asociación.

Periodistas Parlamentarios: Jesús Serrano, jefe de prensa del Congreso y Joaquín Anastasio, cronista de La Provincia (Las Palmas) y batería de jazz

Muchos entendieron desde entonces que no es lo mismo estar silente que en silencio, o dormido y durmiente, como diría el impertérrito senador Camilo José Cela, y que además se puede dividir el tiempo político entre Parlamento, partido e incluso el más modesto Ayuntamiento. No han sido estas las únicas diferencias de criterio de los asociados al premiar a líderes o presidentes del Gobierno cómo mejor orador, o incluso proclamar diputados agrios o castigo para la prensa. Hasta el premio al parlamentario mudo y la pregunta del millón, desaparecidos hoy, incitaban ya a conocer si las respuestas del Gobierno a las preguntas escritas de la Oposición son ajustadas, realmente, a lo que se demanda. 15 legislaturas, con 7 presidentes de Gobierno, 14 del Congreso y 13 del Senado, desde la restauración de la democracia, han servido para desarrollar la segunda Constitución más longeva de la historia, y consolidar las instituciones –pese a las turbulencias del presente-, incluido el parlamentarismo de los dos centenares largos de partidos y las miles de señorías que han accedido a las Cortes desde entonces.

Periodistas Parlamentarios: Con Josep López de Lerma (CiU) e Iñaki Anasagasti (PNV)

También ha servido para reforzar la relación entre políticos y periodistas no siempre bien avenida. Los respectivos presidentes de las cámaras, Landelino Lavilla y Peces Barba o Juan José Laborda y Juan José Lucas (que nos acompaña), por citar solo algunos de ellos, se empeñaron en reforzar la cortesía parlamentaria y la concordia –de la que gustaba presumir a Félix Pons-, más que diluida hoy, para dar paso a una polarización, que ni mucho menos es nueva, pese a emerger con inusitada virulencia en el tiempo actual. Atrás queda la simbiosis en la que los Roca, Borrell, Rubalcaba, Gallardón, Jordi Casas y hasta Rosa Aguilar, cantaban habaneras de madrugada, interrumpidas solo por la policía municipal… por elevar el tono. El pasado, también fue pródigo de no pocos retos y enfrentamientos en los debates, reflejados en los periódicos gráficos, como estas caricaturas críticas del siglo XIX, custodiadas en la Biblioteca del Congreso y otros documentos del Archivo de la cámara, a los que agradecemos su colaboración.

Periodistas Parlamentarios: con Ana Oramas (Coalición Canaria) y Joaquín Anastasio

Eran tiempos en los que los que el Diario de Sesiones recogía, por ejemplo, los reproches del filósofo Ortega y Gasset a los diputados jabalíes, o la justificación del insigne Sagasta, medio siglo antes, para “realizar de cuando en cuando alguna barbaridad, y tener libertad”. En fin, el mosaico de imágenes reflejadas en esta exposición conmemorativa forman parte de los momentos lúdicos de una simbiosis que ha dado y seguirá dando que hablar. También son el reflejo de la tensión de los debates, como se puede comprobar en las instantáneas premiadas de los compañeros gráficos. Forman parte de las dos caras de la moneda politico-periodística en las que la percepción de la realidad no siempre es coincidente. En este lado de la barrera siempre es bueno reivindicar el periodismo honesto que defendía nuestra añorada Victoria Prego, frente a un periodismo de trincheras o falaz, que en cualquier caso nunca se debe censurar, aunque se pueda reprochar.

Anabel Díez (El País), presidenta de la APP, durante su celebrado y aplaudido discurso. A su lado, presidenta del Congreso, vicepresidente del Senado y portavoces parlamentarios

Sin más, nuestro agradecimiento a todos los asociados, a los presidentes de la APP –Luis Santos, Ignacio Hernández, María Rey, Carmen del Riego, Rafa de Miguel, Luis Izquierdo y Anabel Díez– y a cuantos colegas hacen de la crónica política un ejemplo para trasmitir la información de cada día. Gratitud también a nuestros patrocinadores y colaboradores, que han hecho posible la continuidad de la Asociación durante estas tres décadas, personalizada en Francisco Luzón, presidente de Argentaria, que nos apoyó desde el primer momento. Igual que a Telefónica, BBVA, El Corte Inglés, Accenture, Bankia, Caixabank, Aproafa y Acento. También a Bárbara, nuestra eficaz secretaria, y como no, al Hotel Palace, nuestra segunda casa desde entonces, como la de algunas señorías en tiempos pretéritos de bonanza. Presidenta, gracias por acoger esta exposición, en un sitio tan emblemático como la ante sala Ernest Lluch, además de en la galería de acceso a la sala de prensa para contemplar estos premios como otra imagen del Parlamento.

 

Majadahonda Magazin