Crescencio Bustillo

CRESCENCIO BUSTILLO. Volviendo a mis años infantiles, lo más lejos que alcanzo con mis recuerdos es que efectivamente yo debía de ser muy gordito, porque estando en el verano a la puerta de casa, sentado en la piedra plana que servía de asiento, en la cual yo merendaba algo, le decían las vecinas a mi madre que estaba muy hermoso para el tiempo que tenía, pero en realidad no sé los años concretos que podría tener. También recuerdo en la lejanía que mis hermanos en el patio organizaban corridas de «toros» a su manera. Para ello se valían de los perros que había en casa, según la edad que tenían, así valían para «toros» o «cabestros».


Crescencio Bustillo

El perro «Terrible», que ya he relatado en otros pasajes por su celebridad, hacía de cabestro con un cencerro colgado del cuello. El toril lo hacían en un callejón estrecho de aguas que había entre mi casa y la de un vecino de la parte sur. Allí metían a los «toros«, para irlos dando suelta en la corrida. A este acontecimiento acudían todos los chicos y chicas del barrio, algunos de los chicos hacían de toreros y las chicas presidían la corrida desde el carro de mi casa, que hacía de palco. Las risas y el jaleo que se formaba cada vez que toreaban a los perros, así como la rotura de los sacos que servían de capas o las culeras de los pantalones, si se dejaban coger por el «toro», es cosa que jamás se me ha olvidado en mis añorados recuerdos…

Otro de ellos es que un año, por la fiesta mayor, no pude disfrutar de ella. Pasé toda la fiesta en casa sin salir a causa de la escarlatina* pues según decían, no era conveniente con la fiebre que tenía que me diera el aire, por lo que me quedé sin ver nada de la fiesta, consolándome con lo que me contaban mis hermanos que había sucedido. Para estas cosas mi madre era de una disciplina ejemplar y no cedía ante ningún ruego de nosotros. De lo que guardo más recuerdos es del colegio. Mi primer maestro fue Don Anselmo, que al poco tiempo se jubiló y vivió en el pueblo hasta su muerte con una vida bien prolongada. Este Don Anselmo era muy buen maestro y muy buena persona, amigo de todo el mundo e incapaz de hacer daño a nadie a sabiendas. Como en el pueblo había la crítica, lo mismo para lo bueno que para lo malo, se inventaron una coplilla que decía así: «D. Anselmo el Profesor; hombre de mucho talento; que se va al Cerro de la Mina, para meditar y entretener el tiempo…»

* La escarlatina es una enfermedad bacteriana que se manifiesta en algunas personas que tienen faringitis estreptocócica. La escarlatina, también conocida como fiebre escarlata, se caracteriza por un sarpullido rojo brillante que afecta la mayor parte del cuerpo. La escarlatina casi siempre está acompañada de dolor de garganta y fiebre alta. Esta enfermedad es más frecuente en los niños de 5 a 15 años. Si bien la escarlatina alguna vez se consideró una enfermedad grave de la niñez, los tratamientos con antibióticos han hecho que sea menos peligrosa. No obstante, si no se trata, la escarlatina puede provocar trastornos más graves que afectan el corazón, los riñones y otras partes del cuerpo. (mayoclinic.org)

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