
Desgarrador testimonio de un juez sobre los internamientos mentales no voluntarios: un drama al que los psicoanalistas buscan cura mediante «amor y afecto familiar» además del tratamiento psicológico y químico
MANU RAMOS. El magistrado madrileño Luis Sanz (@MagistraThor), que se ha hecho conocido en las redes sociales por intentar explicar el trabajo de los jueces, su papel como poder del Estado, su función y sus decisiones y para ello expresa sus opiniones personales, ha descrito una situación que está llegando asiduamente a los Juzgados y que no por carecer de visibilidad y estar silenciada (las enfermedades mentales, como el suicidio, siguen siendo tabú en España y el resto de los países occidentales), deja de ser relevante y grave. De hecho, el ex juez de Majadahonda, Gregorio Mª Callejo Hernanz (@CallejoHernanz), lo ha advertido también: «Cada guardia en Majadahonda tenía en mi despacho estas historias, todas parecidas y todas diferentes».
El asunto ha originado un intenso debate juridico que revela como a veces se deposita en los jueces una responsabilidad que ha derivado previamente de las propias familias en primer lugar o de las autoridades sanitarias posteriormente, por lo que el relato del magistrado Luis Sanz, adquiere un mayor interés. De hecho, el Dr. Valentín Pablo Rodríguez, psicólogo clínico y psicoanalista, ha expresado en un artículo que que solo pacientemente «con el amor, con la afectividad o, para ser más exactos, con la energía afectiva que el analista (o su familia) insufla a su paciente, es con lo único que se puede obtener ese prodigio que constituye su mejoría o definitiva curación. Porque, en definitiva, ¿qué es un enfermo psíquico sino un ser con una nefasta experiencia en el aprendizaje, vital para el desarrollo armónico de la personalidad, de dar y recibir afecto?».
LUIS SANZ. *Magistrado. Tanto por mi trabajo, como por algunos casos muy cercanos de familia o amigos, conozco bien por lo que se pasa antes de desencadenar el mecanismo del internamiento de urgencia por razón de trastorno psíquico del art. 763 LEC (Ley de Enjuiciamiento Criminal). Comparto mi experiencia como si fuera aquel día. Hacía tiempo que no le internaban. Pero su madre siempre vivía en vilo, muy pendiente de que tomara su medicación. Su hija había sido diagnosticada de esquizofrenia bipolar. Esa noche, como todas, pregunto si había tomado las pastillas. Ella dijo que si, que no fuera tan pesada. Procuraba estar atenta al momento en que ingería los medicamentos, pero llevaba dos días sin poder ver ese momento. Se fio de ella.



LA VUELTA A CASA «CHUTADOS». La ingresan. Llamada al Juez que con el Forense se desplaza al Hospital a ver la internada. Inician conversación. Intenta convencer al juez de que todo ha sido un error. Pide salir. El forense sigue el diálogo. Aparente normalidad, hasta que aparecen las ideas de perjuicio. Se ratifica el internamiento urgente. El alta depende del medico. Según la saturación médica y su estado volverá más o menos tarde a casa. Vuelven chutados. Balbucean. Están callados. Tristes. Mirada perdida. El ideal sería un control activo del enfermo, con desplazamiento al domicilio inmediatamente tras constatar que se deja la medicacion. Generalmente no se hacen. No hay medios.







