
¿Cómo estamos nosotros en esta situación de crisis coyuntural, pero también de agotamiento de nuestro modelo productivo en el largo plazo? Algunas ventajas tenemos:
-Somos un país donde hay una democracia que, más o menos, funciona.
-Estamos integrados en la comunidad internacional, lo cual para la gente de mi generación es muy obvio, pero no lo era para la España de los años 50.
-Somos un país que todavía es relativamente próspero. Es verdad que tenemos un 25% de desempleo, que estamos en una crisis, pero no es un país en el que la gente se muera de hambre en la calle y tenemos ciertas empresas punteras a nivel internacional (esto es algo a lo que voy a volver más tarde). Uno camina por EE.UU. y ve el BBVA y el Banco de Santander y en China no hay nada que les guste más a los chinos que Zara; lo primero que preguntan los chinos al salir de Barajas cuando llegan a España es por Zara. Es decir, que somos capaces de hacer las cosas bien.
A la vez, tenemos problemas:
-Somos un país con muy poca capacidad de influencia, porque somos un país pequeño, con 44 millones de habitantes, frente a los 1.300 millones de China o, incluso, con los 310 millones de EE.UU. Esto es particularmente importante en este momento porque España requiere, nos guste o no, de la ayuda internacional. Dependemos de la buena voluntad de nuestros socios europeos.
-Somos un país que tiene problemas muy serios y parece que todavía no nos hemos convencido de que tenemos que afrontarlos.
Esta es una lista no exhaustiva, pero sí bastante completa, de los problemas que tenemos:
1. Tenemos una estructura institucional que no funciona. Es un poco fuerte decirlo y quizás me hace ser un poco radical (algo que no va con mi personalidad, pues soy una persona muy conservadora, en el sentido tradicional del término, siempre un poco reacia a los cambios y a la idea de no seguir la tradición), pero creo que realmente en estos momentos estamos en una situación en la que hay que cambiar nuestra estructura institucional.
2. Tenemos un creciente dualismo de nuestra estructura económica. Era a lo que me refería antes con Zara: tenemos unas grandes empresas punteras, pero tenemos muchísimas empresas de baja productividad.
3. Tenemos un agudo envejecimiento demográfico, que es extraordinariamente grave (volveré a esto más adelante).
4. Tenemos un fortísimo problema de endeudamiento privado.
5. Tenemos un altísimo déficit público, alrededor del 5% estructural. En 2012 cerramos alrededor del 8% en medio de una recesión.
6. Tenemos lo que voy a llamar “una generación perdida”: 750.000 españoles que ni estudian ni trabajan ni hacen nada con su vida, excepto ver la televisión.
7. Y (personalmente creo que es lo más grave) un alto segmento de la población no ha interiorizado lo grave de nuestra situación y seguimos sin tener un gran consenso nacional acerca del profundo conjunto de reformas que necesitamos para solucionar los problemas de España. Voy a entrar en discusión de cada uno de estos temas en un poco más de detalle. Próximo capítulo: «El abismal problema de falta de liderazgo en España».
*Catedrático de Economía en la Universidad de Pensilvania desde 2007 y miembro de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), del Nacional Bureau of Economic Research (NBER), del «grupo de los cien» y del consejo editorial de varias e importantes publicaciones nacionales e internacionales. Es Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales por ICADE (E-3, promoción de 1996) y Doctor en Economía por la Universidad de Minnesota (EE. UU.). Conferencia pronunciada en 2012.





Y mientras tanto, los políticos nos vuelven a mandar a elecciones