ZACARIAS MTNEZ-MAILLO. Mientras asistimos a diario a declaraciones de ministros, destacados mandos militares, representantes del gobierno regional, miembros de las diferentes oposiciones políticas (unos con mayor acierto y otros con menos) en esta situación excepcional en la que todos nos encontramos como consecuencia de la pandemia del COVID-19, hete aquí que nuestros representantes municipales en el Ayuntamiento de Majadahonda (aquellos mismos que votamos en mayo, tomaron posesión en junio y se fueron de vacaciones en septiembre), se encuentran, todos sin excepción, en paradero desconocido. Precisamente aquellos políticos que tenemos más a mano, que necesitamos sentirlos cerca y cuyo liderazgo más necesitamos, más desaparecidos están. Empezando por el alcalde, siguiendo por su gobierno y terminando por la oposición. En una situación de excepcionalidad como la que vivimos, los vecinos pedimos a nuestros representantes municipales solo dos cosas: información clara y medidas a corto y medio plazo. De la oposición majariega (Ciudadanos y PSOE), salvo para alabar con deleite las intervenciones de sus superiores orgánicos, no podemos esperar gran cosa (a las pruebas me remito). Pero ¿y del equipo de gobierno? Veamos.


Zacarías M. Maillo

Información clara: no tiene uno más que consultar la web municipal para (¡oh alarde de creatividad!) encontrar consejos nunca escuchados hasta ahora, tales como lavarse las manos o los horarios actualizados de los dos centros de salud. Medidas a corto y medio plazo: se retrasa el pago del impuesto de circulación y se suspende o reducen las tasas al pequeño comercio (incluso puede devolverse la tasa de las terrazas). Pero, ¿qué esperamos los vecinos confinados? Sabemos que en España hay 25.000 infectados y más de 1.350 fallecidos, de los cuales hay 800 en nuestra región: ¿cuántos en Majadahonda? Las UCIs de los hospitales de la Comunidad de Madrid están al doble de su capacidad; ¿es el caso del Puerta de Hierro de Majadahonda? En España se han incoado 30.000 sanciones contra ciudadanos que vulneran el confinamiento; ¿cuántos en Majadahonda? 33.000 ERTES a nivel nacional; ¿cuántos aquí? Y una más ¿en qué condiciones se encuentran nuestras residencias de mayores?

Nada, no sabemos nada. Sin embargo conocemos por este medio de comunicación y por testimonios de los vecinos que, por ejemplo, ha habido incidentes en un supermercado, o que este mismo viernes 20 de marzo (2020) los empleados de una conocida superficie local de alimentación tuvieron que emplearse a fondo para evitar la aglomeración de clientes, o que hay varios médicos del centro de salud Cerro del Aire infectados, o que el Ejército se desplegó este viernes en Majadahonda porque, al parecer, la normalidad ciudadana no era tan evidente. En cuanto a las iniciativas a corto y medio plazo, las medidas planteadas por el Ayuntamiento son verdaderamente decepcionantes. En un auténtico ejercicio de abstracción, manifiesta el equipo de gobierno municipal suspender o incluso reducir tasas al pequeño comercio. Y, en lo concreto, proponen devolver algunas tasas de terrazas. ¿Saben ustedes cuánto está presupuestado recaudar por ese concepto? 210.000 euros. ¿Y retrasar el impuesto de vehículos? Quieren, por favor, explicarnos qué impacto tiene esa medida en una coyuntura tan excepcional como la que vivimos?

En Majadahonda hay censadas 4.000 empresas, de las que son pequeños comercios y establecimientos de hostelería unos 500, más aproximadamente otros 500 autónomos y despachos de profesiones liberales. Unos 1.000 que han tenido que cerrar sus negocios. El decreto de alarma prevé la puesta en marcha de ERTES y la moratoria en las hipotecas, pero nada contempla sobre los pagos de los alquileres. Únicamente sabemos que el Gobierno sugiere que caseros e inquilinos negocien entre ellos. Se fía todo a la buena fe de los actores (ingenuidad al poder). A situaciones excepcionales, medidas extraordinarias. ¿Acaso no podría hacerse cargo el Ayuntamiento de los alquileres durante un mes de aquellos comercios o negocios de proximidad que no han podido negociar una moratoria con sus caseros, adelantando su pago y recobrándoselo al empresario prorrateado en los meses subsiguientes? Podríamos pensar que es una medida demagógica, pero les aseguro que no lo es.

Yendo a máximos, si hubiera que adelantar el pago de los alquileres a los 1.000 establecimientos locales, a una media de 3.000 euros, el coste para las arcas municipales sería de 3 millones de euros, no a fondo perdido, sino recuperables después en cómodos plazos. ¿Es mucho 3 millones de euros? Exactamente menos de un 5% del remanente de tesorería municipal. Y, si ello no fuera posible, por la vía de un endeudamiento extraordinario a corto formalmente autorizado por la Comisión Europea para estas situaciones. Y lo mismo para los vecinos de a pie, que vemos como se nos devengan inexorablemente los importes del IBI de 2020. Muchos lo podremos soportar pero otros muchos no. Habiliten ayudas para pagar en noviembre este impuesto para aquellos que se van a perder el trabajo en esta crujía. Además, se hace imprescindible un plan de choque para atender a aquellos mayores que se encuentran solos y aislados en Majadahonda.

Clinton, Havel y González definieron juntos en una conferencia hace muchos años el concepto de liderazgo: “es la capacidad de hacerse cargo del estado de ánimo de los demás, transformarlo de negativo en positivo o de positivo en óptimo”. Necesitamos líderes siempre, pero más en estas situaciones. No cuesta nada, señores concejales, que nos miren a la cara, nos traten como adultos, nos cuenten la situación real de nuestra ciudad, nos den seguridad y nos estimulen para seguir juntos de cara a vencer lo antes posible a este maldito bicho. Cuentan con una ciudadanía ejemplar, bien preparada, con tecnologías punteras extendidas y con disponibilidad para arrimar el hombro. Ojalá nuestros políticos se parecieran a quienes dicen representar.

Majadahonda Magazin