JOSÉ Mª BABOT VIZCAÍNO. Desde hace días se oye al vicepresidente segundo del Gobierno que va a derecho, es decir, como van los toros, derechos al trapo, a tirar por tierra y eliminar la monarquía. Es lo mismo que deshacer España y convertirla en una república en donde él tendría un lugar más que preferente. Y lo hará si tumba de un plumazo al que le hace sombrajo, que lo tiene muy bien para ello por desgracia para España. No ceja cada momento, cada minuto, de tirar piedras sobre ese tejado al que los españoles dijimos un sí grande. Lo que ha pasado con el padre después de abdicar es harina de otro costal, ya que no está en el ejercicio de sus funciones, y sí está el hijo, que nos lleva muy bien y no tenemos queja alguna todos los españoles, menos los que quieren otra cosa en beneficio suyo.


Babot Vizcaino

Lo que hacen los callejeros es darnos una apariencia en la que pensemos que nos hacen el bien ¡Cuán falso es eso! Pero solamente la tiene él y los que piensan drásticamente como él. Es fruto de la siguiente frase que en tiempos romanos se dijo: «Delenda est Carthago«, o lo que es lo mismo que decir en la actualidad «la Monarquía ha de ser destruída». Él sabe más que perfectamente que dividiendo vencerá. Y que para reinar o gobernar hay que dividir, ya que si no lo hace así, el poder nunca será suyo. Hasta ahora está adormiladillo porque no está bien abonado el terreno, pero los españoles conocemos al león por las uñas.

Hay una frase que los tiranos de entonces decían con bastante asiduidad: «que odien mientras teman». ¿Llegaremos nosotros, los ciudadanos, a ese odio para que les temamos? ¡Ojalá no llegue ese momento! A menudo, entre los políticos o grandes magnates, hay un motivo de acción, uno muy poderoso, que es el que no se dice. «Es muy avaricioso». «Lo quiere todo para él». «La gloria es un veneno que hay que tomar poco a poco»… Y hay una frase que dijo o escribió el economista y socialista Proudhon cuando se le preguntó sobre la propiedad y contestó: «La propiedad es un robo».

No olvidemos nunca que el ser humano es como la Luna: siempre tenemos un lado oscuro que no enseñamos a nadie. La izquierda promete siempre, porque la esperanza es más viva que el reconocimiento. No debemos olvidar nunca que dijo, entre otras frases nauseabundas, algo así: «…no vamos a ir a un Juzgado o a un cuartel de la Guardia Civil, esa institución burguesa que protege los intereses de la clase dominante….». Y ahora ¿a quién protege la Guardia Civil en Galapagar?. ¿Se le ha de creer a este personaje las palabras que diga de ahora en adelante?¿Por qué se le creyó a las primeras de cambio cuando ya se le vislumbraba lo que podía dar de sí?¿No deberíamos reflexionar antes de volver a dar el voto al partido político que votamos siempre?¿No deberíamos reconsiderarlo?.

Majadahonda Magazin