LIDIA GARCIA. «Y es que de pequeña nunca se le dieron bien los estudios. Acudió a clase en el colegio público San Pio X de Majadahonda (Madrid). “En el cole era difícil que me gustara algo”, confesó la propia Malú a Bertín«. Gran reportaje sobre Malú en la revista Huffington Post. Y numerosas referencias a Majadahonda y a las raíces de la celebritie en la Zona Oeste de Madrid, entre ellas sus números. Porque Malú, sobre todo, se ha traído a esta área metropolitana madrileña toda su economía: «Malú es la administradora única de la empresa «Aprendiz y canciones, S.L.», con la que gestiona su carrera. Al frente estaba antes su madre, que todavía posee el 1% de las acciones. Esta compañía, creada en 1998 —el año que se publicó su disco «Aprendiz»—, facturó 1,2 millones de euros el año pasado, según las cuentas depositadas en el registro mercantil de Madrid, a las que ha tenido acceso El HuffPost Life.


El caché de la cantante se sitúa entre los 80.000 y los 190.000 euros por concierto, según desveló la revista Semana. Curiosamente, el domicilio social de esta compañía está ubicado en la urbanización de El Plantío, una zona de lujo (cercana a Majadahonda), a las afueras de Madrid. Se trata de la primera casa en propiedad que tuvo la cantante, una vivienda unifamiliar de 291 metros cuadrados, comprada en 1999, y en la que actualmente reside su madre. «La persona delegada para firmar estas cuentas es Lucía Sánchez Varela, su prima. Todo queda en casa. Esta no es la única propiedad de la cantante, que contaba con otra vivienda en Majadahonda, de 416 metros cuadrados, adquirida en 2004, pero que puso a la venta en la página web de Idealista por 920.000 euros. Tras haber residido temporalmente en la exclusiva urbanización de La Finca (Pozuelo), actualmente vive junto a Rivera en una nueva casa en la urbanización de La Florida (también muy cerca de Majadahonda)», indica el artículo.

Y el reportaje del periodista Eduardo Loren añade: «Ella siempre tuvo claro que quería dedicarse a la música. Tras escucharla cantar en una fiesta de su padre, el productor Jesús Yanes y el empresario Pepe Barroso, dueño de Don Algodón, que había montado su propia discográfica, Pep’s Records, decidieron apostar por ella. Malú aterrizó en la industria en 1998, con solo 16 años. La canción «Aprendiz«, compuesta por Alejandro Sanz, se convirtió en un auténtico éxito: el primer disco vendió 650.000 copias. En aquel momento, Malú escuchaba a grandes divas de la música como Celine Dion, Mariah Carey y Whitney Houston, pero también le robaba a su hermano los discos de rock de los 80, como AC/CD o Metallica. Referencias que se notan en su música, que se enmarca dentro del pop, con grandes baladas, bebe de las raíces flamencas de su familia y de esa influencia del rock que se percibe en lo cañeros que son sus conciertos».

La cantante narra en la película documental «Malú: Ni un paso atrás» (Ziggurat Films/Sony Music, 2016) que se dio cuenta de que su vida iba a cambiar la primera vez que se escuchó en la radio: «Iba en el coche con su madre cuando empezó a sonar «Aprendiz». Ambas pensaron que era la maqueta del disco, hasta que la sintonía de Cadena Dial las sacó del error. Se pusieron a llorar de emoción. Más de 20 años después, se ha convertido en una de las mujeres más importantes de la industria musical en España por méritos propios: ha vendido más de dos millones y medio de discos y se ha convertido en la única artista femenina en llenar el Palacio de los Deportes de Madrid cuatro veces en una misma gira». Lea el reportaje completo.

 

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