MANU RAMOS. «La Liga de rojiblanco es el último éxito para el fútbol de formación del Rayo Majadahonda, que además tiene dos ganadores del Mundial en su lista. Marcos Llorente, Lucas Hernández, Reina… y su cuna de campeones» es el amplio titular del reportaje del periodista Alberto R. Barbero en el diario «Marca». Y en él define al Rayo Majadahonda como «un pequeño club de lo que hasta ahora ha sido Segunda B», con sede en el Oeste de Madrid y 45 años de existencia que «se constituye sin duda como uno de los grandes «productores» de jugadores de primer nivel. Marcos Llorente, reciente campeón con el Atlético, Theo Hernández, Rodri, Munir o Alejandro Arribas (que con el paso del tiempo se ha convertido en el máximo accionista) se encuentran en la relación de grandes futbolistas que pasaron por la entidad majariega, pero el caso atípico y único en España es el de tener dos campeones del mundo… con distintos países. Pepe Reina lo consiguió con España en 2010, Lucas Hernández lo hizo con Francia en 2018. Es un dato que marca la dimensión del trabajo realizado por un club que sigue aplicándose en la formación y desarrollo de jóvenes talentos mientras, en lo que a su primer equipo respecta, se mantiene en la categoría de bronce del fútbol español (Primera RFEF desde la próxima campaña)».

El informe añade: «Si hay que referirse a los números, el Rayo se considera como escuela de vida desde 1976, para vertebrar a través del deporte y concretamente del fútbol una de las ciudades que más ha crecido en las proximidades de Madrid, hasta superar hoy día los 70.000 habitantes. El club cuenta con más de 700 jugadores, 20 de ellos profesionales, 400 entre los 16 y los 18 años, para configurar un total de 47 equipos (ocho en las máximas categorías) y 17 escuelas federadas. También tiene equipo femenino de fútbol sala (7 años seguidos en Primera) y una Academia de E-Sports, otro de sus valores diferenciales. El mayor logro, por lo estrictamente clasificatorio, pasó por el ascenso a la categoría de plata de nuestro fútbol en el curso 18-19″. Y concluye: «hay un objetivo formativo y de desarrollo personal a partir de la apuesta por la educación como base para tener una carrera deportiva. Los retos técnicos de la dirección de fútbol pasan por maximizar el rendimiento de los chicos para nutrir al primer equipo o para que los canteranos puedan dar el salto a clubes en los que puedan mejorar deportivamente. El Rayo, de hecho, tiene un convenio desde hace tiempo con el Atlético de Madrid, cuyo primer equipo entrena desde hace muchos años en el Cerro del Espino de Majadahonda.

ENTREVISTA A MANU ALCAZAR. «Se tiende a pensar en los grandes cuando se alude al cuidado que se pone en el fútbol base (Real Madrid, Barcelona, Villarreal, Sevilla..), pero en esa lista se cuela un invitado sorpresa: el Rayo Majadahonda«, dice el artículo, que entrevista a Manu Alcázar, «director deportivo de ese fútbol base, un profesional criado en el propio Rayo. Durante su trayectoria, de hecho, ha coincidido como compañero, entrenador o formador con jugadores de la talla de Llorente o Luis Milla (Granada CF). También vio evolucionar a los hermanos Hernández, que ahora triunfan en Bayern y Milan, respectivamente: «Este perfil estaba ya por encima de la media. Se les ve venir, se nota con sólo verles que pueden hacer grandes cosas. Trabajan desde pequeños con mentalidad profesional». Tiene claro Alcázar que la del fútbol, vehículo de convivencia por otra parte, es una profesión tan exigente como compleja. Apenas un 1% de los chicos que aspiran a convertirse en futbolistas llegan a la élite: «Nuestro primer objetivo es formativo, tenemos que educar en valores para que puedan afrontar el reto deportivo desde una madurez. El fútbol es una montaña rusa. Siempre te pone a prueba y debes estar preparado para vivir cualquier situación y rendir al máximo en cada momento. Tenemos muy claro que la fórmula de éxito es guiarles en su camino para alcanzar su nivel, que puedan llegar a nuestro primer equipo o dar el salto a clubes de categoría superior».

ENTREVISTA A ENRIQUE VEDIA. Enrique Vedia, socio desde 1980 y presidente desde 1987 hasta la actualidad, rememora el paso de tan grandes jugadores: «Del primero que posteriormente llegó a la élite y tengo recuerdo es Pepe Reina. Vino desde Barcelona y estuvo con nosotros con 9 o 10 añitos. Le recuerdo por el suelo siempre. Ya decía que sería portero, como su padre. Más tarde no solo lo fue, sino que se convirtió en campeón del mundo. Tenemos dos, algo de lo que no pueden presumir la mayoría de las canteras de clubes de élite. Lucas estuvo becado por el club como su hermano Theo. También un campeón de la Europa League como Arribas, que llegó al club en categoría ‘chupetín’, cuando no podía ni ser federado, y años después ganó con el Sevilla en la 14/15 con Emery de entrenador. Además, internacionales como Munir con Marruecos, Llorente con España… Todos estaban o están poco tiempo con nosotros, porque nos los quitaban. Hoy en día tampoco tenemos muchos canteranos en nuestro primer equipo, porque salen a otros, pero siempre disfrutaremos viéndoles triunfar en grandes clubes«.