JULIA SÁEZ-ANGULO. El conservador emérito del Museo del Prado, Matías Díaz Padrón, recuerda en esta entrevista un caso tras otro de distintos rastreos y rescates como el de “La Virgen de los pecadores» de Van Dyck, en el Museo del Prado, atribuido a Mateo Cerezo o tomado como una copia del pintor flamenco. La Guerra de la Independencia contra los franceses lo dispersó de El Escorial y se le perdió la pista segura. Ha habido que recomponer su itinerario desde entonces, para calificarlo como tal Van Dyck. “Más llamativo aún fue el caso del retrato del rey inglés Carlos I a caballo por Van Dyck, similar al que se encuentra en la National Gallery de Londres, que se encontraba en los fondos del Museo del Prado como una copia y yo descubrí la documentación de que era un original, porque se encargaron dos al pintor flamenco y España compró uno de ellos a las mismísimas colecciones del rey inglés, a su muerte. El cuadro estuvo en El Escorial y pasó al Museo del Prado y allí se perdió su atribución al considerarlo una copia. La pena es que no lo han subido a la sala de Van Dyck.” La Revista del Ejército lo felicitó por este descubrimiento.

Cada uno de los descubrimientos o descabalgamientos de autoría -que también las ha hecho- es una historia narrada como un relato de intriga. Le pregunto al profesor por su mejor discípulo o seguidor y contesta sin vacilar: «Jahel Sanzsalazar es hoy la mejor experta e investigadora en arte flamenco. Hoy está trabajando en Amberes y ha publicado varios artículos científicos en los Anuarios de la Real Academia de Historia de Bélgica. También estuvo investigando en el Museo del Louvre sobre los Van Dyck de la pinacoteca francesa. Es una científica bien preparada que está a la altura en medio del bajón científico general en el campo de la investigación”.

El profesor se pone apocalíptico cuando censura la persecución de la excelencia por envida o querer enrasar a todos en la mediocridad. Hay veces que en la cultura española no se sabe quien es quien o quien es el mejor, hasta que no se descubren esos valores españoles en el extranjero. “Ya lo decía el pintor José de Ribera: “España es amable con los extranjeros y madrastra con los españoles”, lo dijo cuando José Martínez en su Historia de los Pintores de su tiempo, fue a verlo y le invitó a ir a España. Rubens tenía en su colección dos obras de Ribera. No olvidemos que Ribera, Zuloaga y Picasso fueron tres artistas españoles que triunfaron internacionalmente en vida. Otros lo hicieron, pero después de muertos”.








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