JULIA SÁEZ-ANGULO. El conservador emérito del Museo del Prado, Matías Díaz Padrón, recuerda en esta entrevista un caso tras otro de distintos rastreos y rescates como el de “La Virgen de los pecadores» de Van Dyck, en el Museo del Prado, atribuido a Mateo Cerezo o tomado como una copia del pintor flamenco. La Guerra de la Independencia contra los franceses lo dispersó de El Escorial y se le perdió la pista segura. Ha habido que recomponer su itinerario desde entonces, para calificarlo como tal Van Dyck. “Más llamativo aún fue el caso del retrato del rey inglés Carlos I a caballo por Van Dyck, similar al que se encuentra en la National Gallery de Londres, que se encontraba en los fondos del Museo del Prado como una copia y yo descubrí la documentación de que era un original, porque se encargaron dos al pintor flamenco y España compró uno de ellos a las mismísimas colecciones del rey inglés, a su muerte. El cuadro estuvo en El Escorial y pasó al Museo del Prado y allí se perdió su atribución al considerarlo una copia. La pena es que no lo han subido a la sala de Van Dyck.” La Revista del Ejército lo felicitó por este descubrimiento.
El profesor Matías Díaz Padrón cita como buenos viveros de investigación los fondos de Palacio, las Colecciones Reales, los inventarios y legados clave como el del marqués de Leganés y otros muchos del XVII y XVIII. También las narraciones de los viajeros románticos extranjeros o españoles. El encuentra una mención o un dato y va tirando de la manta hasta llegar al ¡Eureka! En sus islas canarias ha descubierto pinturas de releve como los cuadros de Murillo… También recuerda “el hallazgo de un “Baco destrozado de Rubens en una localidad de Cáceres o una Inmaculada en un monasterio de monjas cercano a Madrid. Hay que seguir la pista de los datos, localizarlos bien y estudiarlos. No digamos la tarea para el descubrimiento del retrato del Cardenal Infante, este sí tuvo repercusión en prensa, lo mismo que el San Agustín de Rubens, en la iglesia de las Agustinas de Salamanca…”
Cada uno de los descubrimientos o descabalgamientos de autoría -que también las ha hecho- es una historia narrada como un relato de intriga. Le pregunto al profesor por su mejor discípulo o seguidor y contesta sin vacilar: «Jahel Sanzsalazar es hoy la mejor experta e investigadora en arte flamenco. Hoy está trabajando en Amberes y ha publicado varios artículos científicos en los Anuarios de la Real Academia de Historia de Bélgica. También estuvo investigando en el Museo del Louvre sobre los Van Dyck de la pinacoteca francesa. Es una científica bien preparada que está a la altura en medio del bajón científico general en el campo de la investigación”.
Para Matías Díaz Padrón “Hoy hay menos nivel científico que hace unos años. Hay cierta degradación de la energía en los principios de la investigación, sucede con los mismos personajillos que han llegado a la política y que mandan en la sociedad civil. La Universidad está hundida. La envida y la ingratitud rigen en los medios científicos donde la excelencia se persigue o se odia, con rostros y caras que dan miedo, como en las pinturas negras de Goya. No hay más que ver como se ha criticado estúpidamente el hecho de que la Princesa de Asturias salga a estudiar fuera del país”.
El profesor se pone apocalíptico cuando censura la persecución de la excelencia por envida o querer enrasar a todos en la mediocridad. Hay veces que en la cultura española no se sabe quien es quien o quien es el mejor, hasta que no se descubren esos valores españoles en el extranjero. “Ya lo decía el pintor José de Ribera: “España es amable con los extranjeros y madrastra con los españoles”, lo dijo cuando José Martínez en su Historia de los Pintores de su tiempo, fue a verlo y le invitó a ir a España. Rubens tenía en su colección dos obras de Ribera. No olvidemos que Ribera, Zuloaga y Picasso fueron tres artistas españoles que triunfaron internacionalmente en vida. Otros lo hicieron, pero después de muertos”.