Federico Mayor Zaragoza en la entrevista con MJD Magazin

MIGUEL SANCHIZ. «Hace muchísimos años, desde el año 1972, que tengo el honor de ser vecino de Majadahonda. Y por tanto a todos los vecinos, para los que ya se han ido, unos físicamente y otros porque se han desplazado desde lo que hoy ha constituido esta Majadahonda moderna y extraordinaria, a todos ellos les quiero decir que me complace mucho haber vivido en Barcelona, Madrid, Granada y después Majadahonda. Realmente es un espacio donde he tenido la tranquilidad y la oportunidad de haber podido hacer una buena parte de mi vida más reciente». Quien así se expresa es el ex director general de la Unesco y vecino de Majadahonda, Federico Mayor Zaragoza, el cual dedica unas palabras de agradecimiento a todos los majariegos y convecinos. MJD Magazin acude a Mayor Zaragoza para conocer de primera mano una de las polémicas culturales más candentes de los últimos años: la titularidad de la Mezquita Catedral de Córdoba. Un tema en el que es experto, ya que fue uno de los principales impulsores de que este monumento se convirtiese en parte del legado cultural de la Humanidad por ser un espacio de concordia y encuentro entre culturas. A continuación reproducimos su testimonio:


Miguel Sanchiz

«Respecto al tema de la Catedral Mezquita de Córdoba, decirles que he tenido el honor de ser durante 12 años director general de la Unesco, que es el organismo global que reconoce el patrimonio mundial. Y pensé que la Mezquita Catedral era un símbolo absolutamente universal y por eso lo declaré de valor excepcional. Necesitamos todo aquello que lleve a la convivencia, todo lo que lleve a considerarnos iguales a los seres humanos en dignidad, a que no haya distinciones, ni discriminaciones de género, etnia, ideología, ni religión ni de color de piel. Todos los seres humanos iguales en dignidad. Y para eso necesitamos focos que iluminen toda esta serie de principios. Y yo pensé que uno de estos grandes focos era la Mezquita Catedral de Córdoba. Fíjense, «Mezquita Catedral»… cuando llegan los cristianos y está la Gran Mezquita de Abderramán, en lugar de destruirla, que es lo que se hacía normalmente, y edificar encima una catedral, consideran que aquella mezquita ya era una catedral porque consideran que Dios es el mismo y está en las mezquitas y en las catedrales. Por tanto, yo pensé que era un símbolo. Más adelante, en el año 1994 pensé que no solo la Mezquita Catedral debía ser patrimonio mundial, sino que debía ser Córdoba en su conjunto porque los cordobeses, y los andaluces en general, tienen el arte de la amistad y la convivencia. Y que además uno de los motivos por el que se le dio esta excepcionalidad era por ser una “mezquita catedral”.

«Así fue todo muy bien durante muchas décadas. La Mezquita Catedral, desde un punto de vista religioso dependía de las autoridades eclesiásticas de Córdoba, pero era un monumento del Estado. A mí me dieron el doctorado honoris causa en la Mezquita Catedral porque su volumen permitía la realización de múltiples actos, unos de culto católico y otros que reflejaban otras dimensiones del ser humano. Pues todo eso, con las autoridades eclesiásticas actuales, y sobre todo al haber introducido unas modificaciones el presidente Aznar en la ley hipotecaria que permitía a la iglesia que inmatriculase una serie de bienes porque podían acreditar que le pertenecían, ha llevado a una situación muy distinta. La Mezquita Catedral ha sido inmatriculada sin acreditar la propiedad por parte de la iglesia. Ha sido inmatriculada por unos euros que no llegan a medio centenar. Pero además, y esto es lo que considero el error, se ha inmatriculado como «Santa Iglesia Catedral Basílica». Se ha eliminado lo de la mezquita, y por tanto, uno de los motivos por los que la Unesco lo consideró como patrimonio mundial y que tenía esta característica de excepcionalidad a escala universal, porque era un referente de vivir juntos, de interreligiosidad e interculturalidad.

«Se trata de un tema que debe clarificarse y que debe ser considerado por los tribunales y atenerse a las consecuencias. Se permitió que se hiciese una inmatriculación errónea por la modificación de una ley, y por eso hemos actuado. Todo ello hay que hacerlo sin gritar y sin ponerse en frente, no somos enemigos. Somos personas que pensamos de forma distinta y defendemos una serie de criterios que fueron aquellos por los cuales la declaramos patrimonio mundial. Tenemos que escucharnos y luego decidirán aquellos que tengan capacidad de decidir. Lo que vuelvo a insistir, porque es muy relevante, es que las cosas iban muy bien hasta que se hizo esta inmatriculación errónea. Y el que las actuales autoridades quieran tener ya una prepotencia sobre el pago de las entradas, porque es uno de los patrimonios más visitados del mundo. Lo que hemos hecho es un informe histórico desde el año 1236 en el que se demuestra que nunca ha pertenecido a la iglesia.

«Y segundo, decimos que habiendo tenido ya unos años de experiencia en la gestión del patrimonio mundial, la situación correcta es que el culto esté siempre en manos de las autoridades eclesiásticas católicas y el resto debe ser un bien público como mezquita catedral. Estas cosas, a pesar de que cada uno tenga opiniones distintas, las puedo demostrar de una forma muy clara. Y si la iglesia puede acreditar lo contrario, les escucharé con mucho gusto y diré que me he equivocado y que no sabía todas estas cosas. Pero cuando propuse que se ampliara la Mezquita Catedral, lo hice pensando en que era mezquita y catedral. Y el que hayan quitado la palabra «mezquita» significa una forma de ver esta situación «muy poco católica» y adecuada de abordar este tema», concluye Federico Mayor Zaragoza.

Majadahonda Magazin