JULIA BACHILLER. Majadahonda tuvo el honor de recibir este miércoles 27 de enero de 2021 la visita de un gran referente de la cultura a nivel mundial, el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Segunda ocasión en que este municipio cuenta con la presencia de un premio Nobel, la primera fue la Dra. Françoise Barré Sinoussi, Premio Nobel de Medicina 2008, con la que este medio de comunicación estuvo en el Instituto de Salud Carlos III de Majadahonda de forma presencial. En esta ocasión no se permitió la entrada a la prensa y la cobertura tuvo que ser telemática. No obstante, fue un acto destacable y un privilegio disfrutar de este premio Nobel, sus comentarios, anécdotas y respuestas a las preguntas de los asistentes, que rompieron con la frialdad que se transmitió en la Casa de Correos de Madrid, cuando se le entregó el premio Francisco Umbral.

Tras el protocolario agradecimiento a los asistentes, a la presidenta de la Fundación Francisco Umbral, España Suarez, a los moderadores del acto, Juan Cruz, director adjunto de “El País” y Manuel Llorente, jefe de la sección cultural de “El Mundo”, y con un especial agradecimiento a Mario Vargas Llosa por su presencia, el concejal Manuel Troitiño realizó una curiosa referencia al lugar donde tuvo lugar el evento: “Este teatro, que no tiene nombre, está en la Casa de la Cultura Carmen Conde”, a la que definió como “la primera académica de número de la Real Academia Española» y con la cual el premio Nobel coincidió en sus salones y además conoció. Al tiempo, indicó al invitado que los majariegos son «gente agradecida y hospitalaria”.

Durante su intervención, Mario Vargas Llosa dejó momentos y frases memorables. Por destacar algunas de ellas, haremos referencia al primer libro y autor que despertaron en él al escritor que quería ser: Madame Bovary novela escrita por Gustave Flaubert. Fue el primero de otras muchas referencias literarias: el norteamericano William Faulkner, el francés Víctor Hugo… Y un consejo: “Si no tienes un talento natural para escribir, tú puedes crearlo a base de práctica y disciplina”. Una consideración más: “escribir no es fácil, a veces hay un sentimiento de frustración. Tienes momentos de desmoralización. Escribir es un placer extraordinario, más que leer”. Y una elección contemporánea: su escritor español favorito en estos momentos es Javier Cercas, al que define como “un original e interesante novelista y ensayista”.

También expresó un temor: que los jóvenes pierdan su interés por la literatura al verse inmersos en la inmediatez de las redes sociales. Y una anécdota: en su juventud llegó a tener 7 trabajos que desempeñaba al día, debido a que se casó muy joven y tenía que mantener a su familia. Uno de ellos lo realizaba los domingos y consistía en reconstruir las letras borradas con el paso del tiempo de las lápidas del Cementerio Colonial de Lima (Perú). Al finalizar el relato fue inevitable su risa y la de los asistentes al reconocer que “me pagaban por muerto”. Y una visión positiva: “durante la pandemia he podido leer más, ese aislamiento me ha permitido releer “Guerra y Paz” de León Tolstói, libro que me deslumbró”. Estas son solo algunas referencias a su intervención, la cual recomendamos visualizar por el interesante contenido aportado por el premio Nobel. El acto finalizó con las palabras de agradecimiento de la viuda de Francisco Umbral, España Suarez. Y un sonoro y merecido aplauso del público asistente.