JORGE RUBIO. «En memoria de mi padre, fallecido en el 2000. Vicepresidente del club durante 10 años, artífice del nuevo campo del Cerro del Espino y artífice del convenio con el Atlético de Madrid«. Con estas palabras, David Ballester recuerda en MJD Magazin a su padre Carlos Ballester como sentido homenaje compartiendo una serie de fotografías únicas que muestran parte de la historia del Rayo Majadahonda y de su trayectoria en el mismo. Este fin de semana se celebra en los Campos de la Oliva una nueva edición del Trofeo Ballester, que fue además de futbolista profesional en su juventud, vicepresidente del Rayo Majadahonda durante 10 años, hasta su fallecimiento en febrero del 2000. Rayista hasta la médula, dedicó todo su esfuerzo, conocimiento e interés en hacer de esta entidad un equipo y club mejores, más profesional. Y fue el responsable del cambio de era del Rayo. Como legado al club ha dejado además de un imborrable recuerdo entre todos los que le conocieron: el acuerdo de colaboración con el Atlético de Madrid y el nuevo y actual campo Cerro del Espino.

Y lo hizo como él sabía hacer: dedicándose en cuerpo y alma al Rayo Majadahonda de forma desinteresada. Con total compromiso, de forma altruista y poniendo todas sus energías. Incluso hubo en su momento una propuesta para que además de este ya legendario torneo en su memoria, los campos de La Oliva llevaran su nombre en recuerdo de quien tanto hizo por el Rayo. Además, los Ballester son toda una familia dedicada al club. Su hijo David, internacional juvenil y campeón de Europa sub 16, fue capitán del equipo durante 9 temporadas, siendo un jugador al que los socios más veteranos recuerdan con cariño tanto por su juego como por su compromiso con la entidad durante tantos años. De hecho, muchos le han pedido que encabece una candidatura presidencial, que sea el gerente del equipo (es economista de profesión y gestiona una empresa pública con mayor presupuesto que el Rayo) o que al menos sea directivo, pero nunca se lo han ofrecido. La experiencia, prestigio profesional, vinculación a Majadahonda y al club no son activos para la actual presidencia de esta entidad que va a dejar el club en manos de los Guardiola si los socios más comprometidos no lo impiden. Además, el domingo 27 de mayo de 2018 toda la familia Ballester, su viuda Loli, su hijo David y su nieto Diego pudieron disfrutar del sueño que Carlos Ballester había perseguido siempre. Que su Rayo, el Rayo al que los Ballester han dedicado tanto, estuviera en la élite del fútbol profesional. Desde ahí arriba seguro que su sonrisa será de oreja a oreja. Él lo merecía. En su memoria.