EUROPA PRESS. El Ayuntamiento de Madrid quiere grabar los nombres de los casi 3.000 fusilados entre abril de 1939 y enero de 1944 durante la posguerra en las tapias del Cementerio del Este o alrededores en el memorial que erigirá en el cementerio de La Almudena en septiembre u octubre. El memorial se levantará a la entrada del cementerio y contará, además de con los nombres, con un guiño al símbolo de la memoria histórica, el árbol. El monumento se encargará a Fernando Sánchez Castillo. El listado es obra de un equipo de investigadores, que pudieron acceder por primera vez a la información de los enterramientos y a otros documentos que nunca antes habían podido ser consultados gracias al apoyo del Ayuntamiento y de la empresa municipal Funeraria después de que la Oficina municipal de Derechos Humanos y Memoria encargara la elaboración de un informe. Los fusilamientos bajo órdenes de la dictadura franquista tuvieron lugar en las inmediaciones del hoy Cementerio de la Almudena. Sólo 36 de los 2.934 ajusticiamientos reseñados lo fueron por garrote vil en la entonces prisión de la calle General Díaz Porlier. Esos casi 3.000 fusilados –80 de ellos mujeres, una cifra muy alta según los historiadores, que contrasta con las once, por ejemplo, en la Barcelona de la posguerra– fueron condenados por autoridades militares en juicios sin garantías legales.


El PP llevó al último Pleno una proposición para que se excluyera del memorial en el cementerio de la Almudena a todos aquellos que «participaron en crímenes de retaguardia en Madrid entre 1936 y 1939, con su participación en los asesinatos de las checas de la capital o las matanzas de Paracuellos, Torrejón, Aravaca o el tren de Vallecas». Los votos de Ahora Madrid y PSOE tumbaron la proposición. El concejal del PP Pedro Corral ha identificado a al menos 335 personas vinculadas a actividades criminales de las más de 300 checas existentes en Madrid dentro del listado de más de 3.000 fusilados. «Estamos a favor de la memoria de las víctimas del franquismo pero es inapropiado mezclar a víctimas y verdugos», defendió el edil del PP, tras plantear que se deberían identificar también «a las más de 8.000 víctimas madrileñas» a manos del bando republicano. Corral también afirmó que el antiguo cementerio «no sólo fue una fosa para las víctimas del franquismo» sino que lo fue para «los más de 1.700 asesinados por las checas entre julio y noviembre de 1936». «No estamos de acuerdo en poner en platos distintos de la balanza tanto dolor cuando el dolor es de todos y se trata de recordar lo que nunca más debe ocurrir», lanzó.

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