
«Dice gente cercana al club que este estilo de triquiñuelas era en realidad una pantalla para pagar parte de los contratos de los futbolistas profesionales (los que jugaban de verdad) y “eran lo normal en todos los clubes para pagar menos al fisco”. Para ello “se inflaba a propósito el valor de mercado de jugadores con poco recorrido y luego se apuntaban como pérdidas. Según estas versiones, los futbolistas profesionales (los de la primera plantilla) tenían dos tipos de ingresos, la ficha que cobraban de manera legal (en términos contables, en ‘A’) y el dinero procedente de fuentes diversas que se blanqueaba mediante los contratos inflados para poder cumplir con el resto de los ingresos pactados en secreto y pagados en dinero negro a los futbolistas (en términos contables, en ‘B’)».

“Se puede decir que esta condena también le salió económicamente gratis a los condenados aduciendo a lo que dice “Señales de Humo”. Afirma esta asociación de pequeños accionistas y activistas rojiblancos que “cuando instamos a que recuperaran lo desembolsado, se autodemandaron (el club demandó a Promociones Futbolísticas que había sido la empresa contratante), reclamando la cantidad, pero perdiendo a propósito el club la demanda para que Promociones Futbolísticas no tuviera que pagar al Atlético de Madrid“. Y concluye: “El caso de los cuatro futbolistas adolescentes, el Caso ‘Negritos’, es la guinda a la terna judicial rojiblanca: una época oscura y bochornosa. Al escarnio por la pésima gestión deportiva del club en los años que llevaron al descenso a Segunda División se fueron uniendo causas judiciales que hicieron que el Atleti fuera actualidad judicial con más frecuencia que actualidad deportiva. Durante el final del siglo XX, el dinero entró al club como un río caudaloso y sano, se escapó del mismo como un torrente irrefrenable y desbocado y lo que quedó en medio fue un club asolado, enterrado en barro y con su futuro enfangado”.
30 Años de Gilismo: «En “Esto es Atleti” publicamos una serie de artículos en los que hacemos un repaso de los diferentes momentos, claves, anécdotas, triunfos, fracasos, decepciones, robos y lamentos, justo ahora que se cumplen tres décadas desde que la familia Gil está al mando del Atlético de Madrid. PARTE XII. EL CASO ‘NEGRITOS’. Hubo un tiempo en el que el Atleti tuvo más juicios pendientes que fichajes en el punto de mira. Entre medias de dos procesos judiciales, el Caso Camisetas y el Caso Atlético, (que determinaron, no sólo, el curso de dos temporadas sino el devenir del club) estalló una tercera carga de profundidad, el llamado Caso ‘Negritos’. Dejando aparte el dudosísimo gusto de la Policía poniendo nombre al caso, el caso acabó siendo el más mediático por lo folclórico y chusco del asunto. Fue uno de los tres casos que azotaron la actualidad y estabilidad del club a finales de siglo. La sincronía en el tiempo de las causas pendientes hizo zozobrar más que nunca el futuro y la viabilidad del club”.








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