El pintor gitano José Luis Mesas

JULIA SÁEZ-ANGULO. En este último capítulo, la emprendedora y empresaria Mayte Spínola (Madrid, 1943), residente entre El Plantío y Mallorca, concluye describiendo sus otros emprendimientos: «Otras empresas en las que también participé fueron: una con mi hija Grachya y Ana Fernández Dávila, Limpiezas El Convento. Contábamos con un buen equipo y buenos clientes de hoteles, empresas y oficinas. La llevaba Carmen Renedo, gran trabajadora, a la que terminamos vendiendo nuestra participación del 50%, después de varios años y por el gigantismo en que había entrado la empresa. También di la idea a mi hija Rocío de que se asociara con JF Denizot a su empresa Orca Events, la mejor hoy en día en eventos, escenografías y ornamentación floral para los mismos. Entre otros acontecimientos organizó la ambientación de la boda de los Reyes Felipe y Letizia. En Orca Events, mi hija Rocío tiene una participación del 17%, a la que yo contribuí».


Julia S.-Angulo

«También participé en la empresa de importación de muebles para apartamentos y hoteles de Carmen Zunzunegui y un grupo muy trabajador. También terminamos vendiendo nuestra parte a Carmen, verdadera especialista en la materia. Ahora colaboro con jóvenes de treinta y tantos años en una empresa de alimentación para hoteles, dando una participación de los beneficios al Banco de Alimentos Balear. Me gusta emplear mi energía y al mismo tiempo entregar parte de las ganancias o compartir beneficios, como siempre he aconsejado hacerlo a mis socios. De las operaciones realizadas, reparto un diezmo entre las personas que lo necesitan de mi entorno, lo hago desde muy joven. He dado entradas para pisos a las personas que me rodeaban como a las guardesas o a sus hijos».

«Es importante el dar y más todavía enseñar a pescar y a dar. Lo que más vale de todo son las ideas, luego los consejos y, por último, lo material. Eso lo repito a mis colegas y amigos artistas continuamente, por eso los miembros del GpAyC somos espléndidos y generosos con nuestras donaciones. Dar siempre nos revierte de una u otra manera, por medio de compras de obras, encargos de retratos o de otra forma. Al pintor gitano José Luis Mesas le ha cambiado su vida en un año, tras donar el gran mural del Cristo al Museo de Marmolejo que lleva mi nombre, le han invitado por ello del Vaticano para una audiencia con el Papa Francisco, y le han salido varios murales en hoteles de Mallorca y en palacios de reyes árabes. Es uno de los ejemplos más claros de genialidad generosa. Y como él, otros muchos del Grupo. Tengo claro y ya he dicho que para dar hay que tener; para tener hay que trabajar; y del trabajar, hay que ganar, para poder dar. Lo que heredamos es obligación moral transmitirlo a nuestros herederos. He dado de lo que he ganado yo misma con ayuda de la Providencia».

Majadahonda Magazin