JULIA SÁEZ-ANGULO. El genial escritor y director de cine Daniel Múgica ha escrito el libro Mr Smail. La aventura’, una saga épica de literatura fantástica para jóvenes y adultos, con ilustraciones en color de Tina Fernández, publicada por la editorial Toromítico. La verdadera literatura es la fantástica, decía el escritor argentino Jorge Luis Borges, y esta novela da cuenta de la grandísima imaginación de este autor para el género. Daniel Múgica (San Sebastián, 1967) es un escritor avezado en novelas con algunos títulos galardonados ‘En los hilos del títere’, premio Ateneo de Sevilla 1968; ‘La dulzura’, premio Jaén de novela 2018, amén de ‘La mujer que faltaba’ (1993), ‘La ciudad de abajo’ (1996), ‘Corazón negro’ (1988)… y la serie juvenil que arranca con ‘Alba y los cazadores de arañas’ (Anaya, 1995). Fue creador y guionista de La virtud del asesino (serie de RTVE, 1997). Es autor del largometraje Matar al Ángel (2003).


El argumento de Mr Smail. La aventura’ versa sobre el esquimal Smile y su compañera Kesuk. Junto a un equipo de amigos van a rescatar a los padres de Smile, secuestrados en un planeta mágico, lo que conlleva un sinfín de aventuras y prodigios con personajes llenos de humor y valor hasta lo indecible. Una novela que se lee con placer, porque la escritura de Daniel Múgica es excelente y amena.

LIDIA GARCIA. «No hace tanto tiempo ser militante del PSOE podía costar la vida. El imbécil Pablo Iglesias se lo puede preguntar a sus amigos de Bildu«. Este es el último mensaje tuiteado por el escritor Daniel Múgica, hijo del ministro socialista Enrique Mugica y de la novelista Faustina Díaz Azcona, además de sobrino de Fernando Mugica, dirigente socialista asesinado por ETA. Su última novela, «La dulzura«, fue la obra ganadora del XXXIII Premio Jaén de Novela y muestra cómo el amor puede salvar a la humanidad de la brutalidad del terrorismo. En ella, el autor rinde un sentido homenaje a las víctimas del terrorismo situando el eje de la trama en el fatídico 11-M. Trata sobre una joven con esquizofrenia paranoide, de quien se cree que salió de un sanatorio mental madrileño con la intención de tomar un tren la misma mañana de los atentados del 11 de Marzo. La investigación sobre su desaparición (no apareció en la lista de víctimas) es el motor de la intriga de la novela.

El etarra Baldo

EL ETARRA «BALDO» SALE DE PRISION TRAS PASAR MEDIA VIDA EN LA CARCEL (29+8). El mensaje de Daniel Múgica acompaña a esta noticia: «El histórico dirigente de ETA José Javier Zabaleta Elosegi, ‘Baldo‘, ha abandonado la cárcel de Zuera, en Zaragoza, tras cumplir 29 años de condena y ha sido objeto de un homenaje a su llegada a Hernani, Gipuzkoa, su localidad natal. José Javier Zabaleta Elosegi fue considerado por las Fuerzas de Seguridad del Estado como el número dos de ETA en el momento de su detención en Francia, el 23 de septiembre de 1990. Ha permanecido encarcelado desde entonces en cumplimiento de varias condenas por distintos atentados y ha abandonado la prisión de Zuera, Zaragoza, según ha informado la asociación de familiares de presos de ETA Etxerat. Tras abandonar la prisión se ha dirigido a su localidad natal, Hernani, donde ha sido recibido por decenas de personas que le esperaban con ikurriñas y pancartas y que han celebrado con cohetes y bengalas su excarcelación».

La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), Consuelo Ordóñez, ha denunciado a través de las redes sociales la celebración de este homenaje y ha difundido un vídeo en el que se aprecian imágenes del recibimiento. Ha lamentado que este tipo de homenajes signifique «la normalización de lo anormal en Euskadi: La exaltación del asesino, sus fines y medios». El Departamento vasco de Seguridad ha informado de que se ha celebrado «una concentración» en la calle Nafarroa de Hernani, pero ha explicado que la Ertzaintza no ha abierto ningún atestado por estos hechos al no apreciar enaltecimiento del terrorismo en el recibimiento al miembro de ETA. Zabaleta fue condenado varias veces por su participación en numerosos atentados, entre ellos el cometido en 1980 contra un bar de Zarautz, Gipuzkoa, en el que murieron cinco personas -cuatro guardias civiles y un vecino-, crimen por el que se le impuso una pena de 100 años de cárcel. Además, en 2005 volvió a ser condenado a 49 años de cárcel por un atentado con coche bomba perpetrado el 24 de mayo de 1984 en Pamplona, en el que murió el capitán de la Guardia Civil Luis Ollo. Ese mismo año la Audiencia Nacional lo sentenció a otros 33 años de prisión por el lanzamiento de granadas contra un cuartel del Cuerpo Nacional de Policía en San Sebastián, que se saldó con daños materiales. Además, cumplió una pena de ocho años de prisión en Francia, tras ser arrestado en el país galo, por asociación de malhechores.

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