LIDIA GARCIA. Un chico de 14 años de nombre Ryan, de complexión delgada y cabello rizado y cuya familia vive en Majadahonda, ha sufrido un percance mortal fruto de un extraño suceso aún por aclarar. Sucedió este viernes 16 de febrero (2024) en la Estación de Los Espartales de Getafe, donde él menor de edad y 2 amigos habían acudido a las 9 de la noche. Se habían citado con otros que supuestamente les iban a facilitar 2 gramos de cocaína rosa o ‘tusi‘, cuyo precio es de 100 € el gramo. Por voluntad propia, como «broma» de terceros o por circunstancias indeterminadas que investiga la Policía Nacional y Local de Getafe, el chico tomó todo o parte de esos 2 gramos de droga mezclados en una lata de la bebida energética «Red Bull». El efecto fue inmediato y mortal, por lo que a las 2 horas (sobre las 11 de la noche) ya estaba muerto en la misma boca de metro a la que se había desplazado desde Majadahonda.
Cuando llegó la ambulancia del Summa 112, el joven seguía en parada cardiorrespiratoria y en el informe policial consta que el menor logró ser reanimado dos veces por los facultativos, pero entró de nuevo en parada y su corazón dejó definitivamente de latir. El chico majariego fallecido pertenece a una «buena familia» de Majadahonda, según describen sus amigos, que afirman que Laura, su madre, es española y su padre magrebí, sin especificar el país de origen. Desde el lugar de los hechos, la Policía avisó a los padres de Ryan, que se desplazaron desde Majadahonda hasta Getafe, donde identificaron su cuerpo. El testimonio de los testigos que lo acompañaban menciona también que otros chicos de Getafe relacionados con el caso subieron a las redes sociales un vídeo, que después quitaron, en el que se jactaban del hecho y mofaban de la víctima cuando estaba siendo atendido por los sanitarios del SAMUR, lo que añade aún mayores incertidumbres al caso. Los padres del menor fallecido niegan cualquier relación de su hijo con las drogas y atribuyen su muerte a un tercero que le mezcló la sustancia con el Red Bull por posible distracción y sin su consentimiento. Estas son todas las versiones policiales y periodísticas del lamentable y dramático caso.
El MUNDO: Ryan «jugó varias temporadas en el equipo del barrio madrileño de Tetuán, Según consta en el atestado policial, Ryan se encontraba con un adolescente de 13 años y otro menor de 16 años en el momento de su muerte. Sus amigos y conocidos se congregaron el pasado fin de semana en el Parque El Casar de Getafe para rendirle un homenaje: sobre un bloque de hormigón construyeron un altar con fotografías, velas con imágenes de Jesucristo, grafitis, globos y bandanas azules del que compartieron vídeos que se han viralizado en TikTok a ritmo de canciones de trap y reguetón. Un homenaje postúmo durante el que algunos asistentes posaron para fotografiarse junto al altar con el rostro cubierto, luciendo pañuelos azules a modo de bandera y dibujando una letra C con la mano. Una serie de símbolos que, según fuentes de la Policía Nacional expertas en el control y seguimiento de bandas juveniles, es propio de los Crips, un grupo afroamericano fundado en Los Ángeles sobre el que los agentes aseguran que ya existen capítulos o clicas en la ciudad de Sevilla. El funeral del joven Rayan se celebró el pasado domingo, en el tanatorio de La Paz».
EL CONFIDENCIAL Y ONDA CERO explican que la familia del menor no ha presentado una denuncia en dependencias policiales, como apuntaban las primeras informaciones, aunque desconocen si han podido hacerlo en otros órganos que pudieran ser competentes, tales como la Fiscalía de Menores. Distintas fuentes policiales explicaron que había conocidos del fallecido o terceros implicados en el caso les habían contado que el chico habría decidido consumir la droga por voluntad propia. La familia, sin embargo, no cree esa versión. El espacio Territorio Negro, de Onda Cero, fue el primero en confirmar que es cierta la muerte del chico, que se desvanece y fallece al fin, que se abrieron diligencias policiales por ello pero no se cree que sea una muerte buscada. Todo lo que aparece es que «el chaval y su grupo de amigos habían consumido distintas sustancias», pero «no hay nada en esas diligencias que apunte a que nadie le introduce ninguna sustancia» en su bebida. Tampoco existe, añade, una denuncia. «No hay nada que haga pensar que se trata de un homicidio o un homicidio imprudente», sino una muerte por intoxicación sin intervención de terceros en ella, informa el Huffington Post.
RTVE está investigando lo sucedido y señala que «al lugar, acudieron los servicios de emergencia que lo encontraron en parada cardiorrespiratoria y no lograron reanimarle. Los agentes de la Policía Nacional avisaron a los padres de lo sucedido. Los jóvenes que acompañaban al menor aseguraron a los agentes que la víctima había consumido cocaína, y esta es otra de las hipótesis que se investigan, que la hubiera podido consumir voluntariamente, según fuentes a TVE. Esos mismos jóvenes han confirmado a RTVE que el joven era un chico sano que no consumía droga, pero que ese día el joven que le dio la droga les dijo que «había insistido». La cocaína rosa, aunque es conocida así, no lleva cocaína, es una sustancia que se comporta como un estimulante tipo éxtasis y como un alucinógeno tipo LSD. Por su color, también se le llama venus, y su precio es casi el doble que el de la cocaína. Entre sus componentes siempre están, de forma variable, la ketamina y el éxtasis. También puede llevar cafeína, pero de todos, la ketamina es el ingrediente con el que más cuidado hay que tener porque se trata de un depresor de sistema nervioso central, un anestésico, según ha explicado a TVE Claudio Vidal, de la ONG Energy Control, dedicada a la información, asesoramiento y análisis de sustancias utilizadas en el sector del ocio. Además, la confusión sobre qué drogas se han mezclado para producir la conocida como «cocaína rosa» (el color hace pensar que va dirigido a adolescentes o menores) hace difícil prever los efectos hace más complicada la asistencia de los servicios sanitarios a la persona que la ha consumido. El consumo de esta droga, de color rosa por una estrategia de marketing, se detectó por primera vez en España alrededor de 2010 y ha ido creciendo mucho en los últimos años», señala un vídeo de RTVE.
EUROPA PRESS: Un adolescente de 14 años ha fallecido en Getafe debido a una intoxicación tras ingerir una lata de ‘Red Bull’ a la que habían echado unos dos gramos de la conocida como ‘cocaína rosa’ o ‘tusi’, una mezcla de sustancias como la ketamina o el éxtasis, según fuentes cercanas a la víctima, así como policiales y de servicios de Emergencias de la Comunidad de Madrid. La Policía Nacional está investigando en estos momentos los hechos como un presunto delito de homicidio después de que los padres del joven, que fue ya enterrado, hayan interpuesto denuncia. Se espera que las personas involucradas, una vez sean identificadas, declaren ante la Fiscalía de menores, quien decidirá sobre las investigaciones a realizar. La intoxicación se produjo en torno a las 23:00 del pasado viernes en los alrededores de la estación de metro Los Espartales. El menor, junto con dos amigos, había quedado con otros jóvenes a quienes conocían a través de la red social Instagram. Habrían sido estos últimos quienes, presuntamente, habrían vertido los dos gramos de ‘tusi’ en la bebida del adolescente sin que éste se percatara. A los pocos minutos de su consumición, el joven se desplomó y sufrió una intoxicación mortal que le causó una parada cardiorespiratoria. Al lugar, acudieron sanitarios y agentes de la Policía Nacional, que avisaron a los padres de lo sucedido. Fuentes consultadas por Europa Press afirman que, tras cometer este acto, los desconocidos colgaron en redes sociales donde presumen de su «hazaña» y hacen burla al menor, si bien el video ha sido borrado. CADENA SER. Según informa la Cadena Ser que cita fuentes policiales, al contrario de la hipótesis inicial, los amigos del joven han declarado que el chico tomó los 2 gramos de cocaína de forma voluntaria. La familia desmiente de forma categórica que el menor consumiera drogas «ni ese día ni ninguno». La alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, (PSOE) ha mostrado su «consternación» por la muerte de este adolescente. «Ojalá la investigación policial pueda aclarar todo lo ocurrido. Un abrazo grande a los familiares y amigos del menor», ha escrito la regidora en sus redes sociales.
ABC (Carlos Hidalgo): «Investigan quién facilitó la cocaína al menor muerto por sobredosis en Getafe. La víctima, de 14 años y vecino de Majadahonda, había conocido a unos chicos y quedaron en una parada de Metro, donde se desplomó el viernes. ‘Tucibí’ o cocaína rosa: la metanfetamina que triunfaba durante el toque de queda. Un joven de 14 años ha fallecido este viernes 16 de febrero (2024) por intoxicación en Getafe después de ingerir una dosis indeterminada de cocaína, según han detallado a ABC fuentes policiales. Las informaciones iniciales eran muy confusas y hablaban de que la habría ingerido disuelta en una lata de la bebida energética Red Bull, cuya propuesta de prohibición se ha propuesto por el Gobierno. Tampoco se puede saber si son 2 gramos de droga la que tomó, habida cuenta de que, más allá del análisis de sangre, se está a la espera del resultado del análisis toxicológico, que suele tardar semanas. «Esa es una cantidad brutal, no tomó tanta», añaden los amigos del niño. El chico nació en nuestro país y era hijo de magrebí y española, «de una buena familia de Majadahonda», aunque no estaba empadronado en esa localidad ni se le ha dado sepultura allí, explican fuentes del caso. Además, apuntan a que no hay ningún indicio claro de que el menor fuera drogado por un tercero, y todo apunta más bien a que la ingirió por su voluntad. «Hemos visto cómo se la ha tomado», añadieron a los agentes los menores que acompañaban a la víctima en ese momento.
Los padres del fallecido ya han interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional. El joven fue enterrado este domingo 18 de febrero (2024). El asunto se pondrá en manos del fiscal de Menores, quien tomará declaración a las personas involucradas en el caso una vez sean identificadas y decidirá sobre las investigaciones a realizar. Amigos y conocidos suyos han instalado un altar, en el que no faltaban menores pandilleros, aunque no hay constancia de que el finado perteneciera a ninguna banda. Los hechos se produjeron sobre las 10 de la noche en los alrededores de la estación del metro de Los Espartales de Getafe, cuando el chico y dos amigos quedaron con otros jóvenes que habían conocido en la red social de Instagram. «Ha venido con nosotros porque lo conocemos», declararon luego sus acompañantes. Según su relato, la víctima «consumió cocaína» él mismo, aunque las fuentes consultadas se extrañan de que gente tan joven pueda comprar ese tipo de sustancias. Por ello, se trabaja con la hipótesis de que alguien se la facilitara, dentro de su círculo de esa noche, aunque sin envenenarlo, y por ello resulta fundamental aclarar quién compró el estupefaciente y quién se lo facilitó. El menor se desplomó en el suelo y se golpeó en la barbilla. Policías Locales y Nacionales corrieron en su ayuda y, según algunos allegados, hubo chicos que grabaron esos momentos con sus móviles y lo subieron, mofándose, a redes sociales. Las imágenes ya han sido borradas. Algunos se fueron en Metro pero los amigos del finado se quedaron allí. El vídeo ya ha sido borrado. Durante unos 40 minutos, el Summa-112 trabajó en sacarlo de varias paradas cardiorrespiratorias, hasta que confirmaron el óbito poco antes de las 11 de la noche. El examen preliminar del cadáver descarta el fallecimiento por la caída y el golpe contra el suelo, y apunta a los efectos terribles de haber tomado la droga. La agencia Europa Press apunta a que se trataba de cocaína rosa o ‘tusi’, un compuesto de varios fármacos prohibidos y teñidos de ese color, que en ningún caso contiene el ‘polvo blanco’. Este periódico ha podido saber que los padres del chico desmienten de forma categórica que consumiera drogas «ni ese día ni ninguno». Y aluden a la mencionada grabación, ya eliminada, en la que aseguran que se «mofaban de su hazaña».
MIRA CORREDOR: «La Policía Nacional investiga la muerte de un chico de 14 años de edad, vecino de Majadahonda, el pasado viernes en Getafe tras consumir una bebida energética que contenía dos gramos de «tusi», una droga también conocida como cocaína rosa, una mezcla de sustancias como la ketamina o el éxtasis que en altas dosis puede ser mortal. Los hechos se produjeron el pasado viernes por la noche, entre las 9 y las 11, en los alrededores de la estación de Metro de Los Espartales de Getafe cuando el chico fallecido y 2 amigos quedaron con otros jóvenes que habían conocido en la red social Instagram, según informó en un primer momento Europa Press, que adelantó la noticia. En un principio se indicó que estos chavales de Instagram le habrían echado 2 gramos de «tusi» en una lata sin que el menor y sus amigos se percataran, aunque los amigos del fallecido habrían asegurado en el lugar ante los agentes de la Policía que el menor consumió la droga voluntariamente, sin engaños ni presiones, según fuentes policiales. También se habló de que los 2 supuestos desconocidos grabaron un vídeo del momento de la ingesta, en el que se mofaban del menor, aunque la Policía no ha podido acreditar de momento la existencia de dicho vídeo, que ya habría sido borrado de las redes sociales, indican las mismas fuentes. Tampoco consta ninguna denuncia por parte de la familia del menor. El menor sufrió una intoxicación mortal y los sanitarios del SUMMA, desplazados al lugar, comprobaron que se encontraba en parada cardiorrespiratoria, que no pudieron revertir, por lo que tuvieron que confirmar el fallecimiento. La autopsia confirmó posteriormente y de forma inicial que la sobredosis por drogas fue la causa de la muerte. El joven fue enterrado este domingo. La Policía investigará lo sucedido, aunque no hay indicios de que se trate de un presunto delito de homicidio, como se indicó en un primer momento. No obstante, la Fiscalía de Menores se encargará de tomar declaración a todas las personas involucradas en el caso una vez sean identificadas para esclarecer lo ocurrido y tratar de determinar si el menor fue engañado o tomó la droga voluntariamente.
Es el pan de cada día, desgraciadamente, y nos puede pasar a cualquiera.
Nuestros hijos, nietos, etc.
Es verdad.
Los que venden estas sustancias tan peligrosas a chicos de 14 años son culpables de asesinato