«Ya puedes hablar, gritar, chillar, despotricar, que ellos responden con el epígrafe de mi escrito: no hay peor sorda que la que no quiere oír.»

JOSE Mª BABOT. (Majadahonda, 1 de diciembre de 2025). ¿Es verdad lo que nos pasa?. Parece mentira pero es verdad. La persona que nos ha tocado en suerte como alcalde… ¿Nos ha tocado en suerte o ha sido metida con calzador en nuestra ciudad? Está más que segura de que el no hacer nada por mejorar estéticamente al municipio para la que la eligieron sus jefes es lo que ella quiere, hace y hará mientras sea la dirigente de algo en Majadahonda. Y no hará nada aquí o en donde la pongan a dedo, porque estoy seguro que ganar algo, ganar, lo que se dice ganar, no creo que sepa, porque ella está acostumbrada, digo yo, a hacer de su capa un sayo. Creo que en ella las apariencias engañan, ya que en una mano lleva la piedra y con la otra muestra el plan. La gente usa una máscara de mentira para lucir atractivos. Hay que tener mucho cuidado, y mientras, los setos siguen su camino hacia cubrir las zonas peatonales sin traba alguna en su crecimiento, ya que los administradores de esas viviendas tienen a su aliada en la impunidad, que no es otra que la actual alcaldesa de Majadahonda. Las apariencias engañan, de verdad, no debemos creernos todo lo que salga de ella, aunque parezca que lo que nos diga o haga es lo mejor para nosotros. Yo ya no me la creo en nada, ni aunque me diga buenos días, porque estoy seguro de que si me lo dijera estarían cayendo chuzos de punta y serían «malos días». Se puede fingir durante un tiempo, pero al final la verdad siempre sale a la luz.

A Babot y Estribor, la columna de José María Babot Vizcaíno sobre asuntos de Majadahonda

YA NO ES POSIBLE IR POR LAS ACERAS PENSANDO EN TUS COSAS, ensimismado en ellas, no, porque si no atiendes a las aceras, te vas a encontrar, cuando menos te lo pienses, con unos latigazos de tomo y lomo por las dichosas ramas de los setos, que no te los esperas, y que te dejan la marca en la cara si te dan en ella. Es imposible andar por esas calles majariegas y si son las estrechas, es un pecado mortal su paso por ellas. La hipocresía es el arte de destruir con una sonrisa lo que no se puede con la verdad, y hay que tener en cuenta que las personas que son o han sido y serán falsas, cambian la cara según la conveniencia, no según la conciencia. Hay que tener en cuenta además que esta persona no es, según sus hechos, algo más falsa de lo normal. La verdad duele pero la mentira mata, de verdad. Y yo la trato a ella sin rencores, pero tengo memoria y no se me olvidan las cosas. Ese es mi sino. ¿No puede pensar por un momento que para pasar por las calles de Majadahonda –y nuestra Gran Vía, esa Joya de la Corona que se está derrumbando, es una de ellas– han de ser más que cuidadas en todos los aspectos de limpieza, poda y recortes? ¿Es verdad todo lo que nos está pasando en este aspecto, por no recordar lo otros que quedan en el cesto de la suciedad?

«Después de unos días encerrado en casa por cuestiones personales, cuando he vuelto de nuevo a respirar el aire sano me he encontrado con que el Ayuntamiento no ha hecho nada de nada de lo que los majariegos nos hemos quejado constantemente. Todo sigue igual de guarro e indecente»

NO HAY PEOR SORDA QUE LA QUE NO QUIERE OIR. Con este refrán me aconsejaban mis profesores cuando yo desoía su recomendaciones o lo que fuera. Y gracias a las miles de veces que me lo han dicho he aprendido algo: hacer caso, mucho caso, de lo que se me indica. Aquí, en el Ayuntamiento de Majadahonda, los que mandan son los concejales, junto con los Judas que tienen entre ellos mismos, que hacen caso omiso a nuestras voces, las que los majariegos les indicamos, decimos o aportamos, ya que no es normal lo que les está cayendo con esto de los setos y otras zarandajas que hacen del centro de Majadahonda y algunos de sus alrededores no tanto una ciudad invivible pero sí una población algo inhóspita. Tenemos por un lado esa parte céntrica en la que no brillan por ningún lado ni siquiera unos arbustos de decoración, pues los que hay están más guarros, sucios y sin buena vista que un estercolero. Después de unos días encerrado en casa por cuestiones personales, cuando he vuelto de nuevo a respirar el aire sano me he encontrado con que el Ayuntamiento no ha hecho nada de nada de lo que los majariegos nos hemos quejado constantemente. Todo sigue igual de guarro e indecente. HE PASADO POR LA CONOCIDA YA CALLE VELÁZQUEZ y me he topado, ¡cómo no! con la célebre esquina de la acera de enfrente a la puerta lateral del gran almacén del centro comercial [El Carralero]. Cuál habrá sido mi sorpresa, aunque me he tenido que retirar porque la guarrería, suciedad y cochinada que allí hay casi me tira de espaldas. No solo el seto ha crecido algo, no, llega al suelo asquerosamente, se nota podrido, no deja pasar con tranquilidad, igual que los otros setos callejeros normales que ya azotan en la cara si no andas con cuidado. Las persona nos tenemos que retirar y el propietario del desaguisado, junto a su socio, el magnífico Ayuntamiento de Majadahonda, o se ríen, o tuercen la cabeza, o piensan en qué pueden incordiar más al majariego. Si no, no me lo explico. Ya puedes hablar, gritar, chillar, despotricar, que ellos responden con el epígrafe de mi escrito: no hay peor sorda que la que no quiere oír.

«En el celebérrimo libro de Muñoz Seca «La Venganza de Don Mendo» hay un verso que dice el actor principal y podríamos convertir en femenino: «y me anula y me atribula y mi honor no disimula, porque el que obra así, tiene un nombre, y ese nombre, es el de chula».

UNA ALCALDESA DE MAJADAHONDA QUE VIVE EN LEGANÉS. Además lo hacen con un morro que se lo pisan, con un cuajo de tal tamaño que no les deja ver la verdad y la justicia ciudadana. En fin, creo que esto es lo mismo que predicar en el desierto, que mientras ellos se sigan llevando nuestro dinero, en hacer que hacen, se la trae al pairo todas nuestras quejas o recomendaciones. No les importamos un comino y a quien nos han colocado de clavo como mandataria, al vivir en otra ciudad como es Leganés, todavía la importamos mucho menos. En el celebérrimo libro de Muñoz Seca «La Venganza de Don Mendo» hay un verso que dice el actor principal y podríamos convertir en femenino: «y me anula y me atribula y mi honor no disimula, porque el que obra así, tiene un nombre, y ese nombre, es el de chula». Sigo pensando que se puede engañar a pocos durante mucho tiempo, pero no a muchos, mucho tiempo (esto lo dijo Lincoln) aunque esto, según lo que vemos en la actualidad, no es verdadero del todo, según parece. Y sigo pensando que prefiero caer mal por sincero que bien por hipócrita. Y sigo creyendo que tratar a los ciudadanos como si fuéramos niños es irresponsable y engañar a los jubilados es intolerable, pero claro, viniendo de una persona que nada más agarrar el bastón que le dio el poder en Majadahonda comenzó a mentirnos como nos mintió en su primera alocución, lo tenemos que comprender pero no aceptar.