J. FEDERICO MTNEZ. El Ayuntamiento de Majadahonda regresa este jueves 25 de junio (2020) a la normalidad presencial después de que los anteriores plenos telemáticos evidenciaran el caos informático que reina en la corporación municipal desde que accedió a la misma el actual responsable de Nuevas Tecnologías, Pablo Pérez (Vox), que además ha colocado en este relevante Departamento como asesor a un ex empleado de banca afectado por un ERE y afiliado al partido. El vídeo del último pleno celebrado en mayo, que reproducimos a continuación, refleja como la secretaria del Ayuntamiento, Celia Alcalá, tiene que advertir al propio alcalde que «no se puede votar dos veces» como pretendía hacer un concejal del PP con la anuencia del primer edil, lo que llevó a la concejal de Cs, Angela López, a advertir que su grupo denunciaría «irregularidades» en la votación si ésta se aprobaba. Finalmente el alcalde se vio obligado a dar marcha atrás y volver al método tradicional de «mano alzada». Majadahonda realizaba así un «viaje en el tiempo» y regresaba de la era digital de nuevo a la etapa analógica. Este jueves, de hecho, el pleno debate una moción del Grupo Socialista en la que reclama la creación de un «plan para reducir la brecha digital y de aprendizaje».
No es la primera vez que un político intenta votar dos veces. «Gaspar Zarrías y los tiempos en los que el PSOE votaba con manos y pies. Hace más de 20 años, votar con manos y pies en el Senado, era considerado «práctica habitual». Fue un escándalo y Zarrías su mayor protagonista», recordaba el periodista Luis F. Quintero en «Libertad Digital». En su crónica contaba que «hace más de 20 años, votar con manos y pies en el Senado, era considerado «práctica habitual». Fue un escándalo y Zarrías su mayor protagonista. El 10 de mayo de 1991 el Senado español fue testigo de un bochornoso espectáculo. En aquel momento, la Cámara Alta había convocado pleno para la votación de la ley del IRPF. Los senadores socialistas presentes hicieron gala de su compromiso con el partido y la norma al votar no sólo por ellos mismos sino por varios compañeros de forma simultánea. Algunos usaron los 2 brazos al mismo tiempo y hubo quien empleó hasta los pies. En total, al final de la votación, se habían emitido 21 votos más que senadores había presentes en el pleno. Es decir 156 senadores emitieron 177 votos. Hay que recordar que el artículo 93, apartado dos, del reglamento del Senado afirma que «el voto de los senadores es personal e indelegable».
Pese al escándalo, captado por un fotógrafo del diario El Sol, el presidente del Senado, Juan José Laborda, dijo que era una «práctica habitual«, que «no había motivo de escándalo» y que aquellos senadores «no habían cometido fraude«, porque lo hicieron siguiendo las instrucciones de sus compañeros. Textualmente, Laborda -quien finalmente accedió a que se repitiera la escandalosa votación una semana después- dijo «insisten -los senadores multivotantes– en que el derecho constitucional de votar no obliga a que el voto se efectúe con el marcador electrónico, sino que quien tenía la intención de votar solicitó a los senadores que votaron dos veces, que, puesto que no estaban en su lugar y eran ponentes, presionaran la tecla de votación«. En aquel entonces, aquella explicación dejó perplejos a los expertos constitucionalistas. Ningún manual de jurisprudencia ni en Derecho comparado había quedado nunca registrada semejante perla. Laborda añadió sobre esto que «el Senado no es un cuartel militar ni un colegio«, y además declaró que no pensaba que hubiera habido «intención de producir irregularidades serias».
Asimismo, aventuró a decir que si las irregularidades se confirmaban, «habría que tener cuidado para que no se convierta en un precedente en la mala utilización» del sistema electrónico de votación«. Sin embargo, Juan José Laborda admitió que «desde el punto de vista jurídico» las votaciones habían sido correctas. Concluyó afirmando que «mi propuesta es que se debería abordar el problema desde el aspecto político«. Pese a que fueron varios los senadores que cometieron fraude con la votación de aquel día, dos destacaron entre todos por emplear las dos manos y hasta los pies para votar por sus compañeros. Se trataba de un jovencísimo Gaspar Zarrías y de Joaquín Galán. El objetivo de «El Sol» captó a Gaspar Zarrías votando con ambas manos a la vez. También a Galán votando con el pie. «Aquellas instantáneas no gustaron nada a los senadores socialistas que cargaron con dureza contra los periodistas. Escocidos por la denuncia de fraude no tuvieron empacho en llamar «Santo Oficio» a la prensa y llegaron a exclamar «¡Cuidado, que viene Torquemada!» cuando los periodistas regresaron a la cámara a cubrir la segunda votación. El senador socialista Daniel García Sánchez manifestó que «no todos los sinvergüenzas son periodistas, pero todos los periodistas son unos sinvergüenzas». Lo hizo en los pasillos y tras pronunciar la frase, se percató de la presencia de una periodista de Antena 3 a quien preguntó si le había oído. «He tomado nota y todo», contestó la reportera. «Pues ya lo has oído», concluyó el senador.
Me dirijo a D. Pablo Pérez, concejal de nuevas tecnologias, ha pensado en contratar a expertos en la materia y olvidarse de» enchufados», quizá le iría mejor.
Cojones¡¡¡
Pero, en estos puestos, hay enchufados ??
En el Ayto de Majadahonda me lo creo casi todo.
Vaya gente ¡¡
Vox prefiere las antiguas tecnologías, machismo, razismo, xenófobia, la inquisición, etc
Querido Patriota, con todo el respeto al santo nombre que llevas. ¿Se puede saber que haceis en la Concejalía de Nuevas Tecologías además de cobrar sin trabajar? Teníais que haberos lucido en los plenos telemáticos para dar justificación a vuestra labor y vuestros sueldos y habéis hecho el ridículo más espantoso. ¿Teneis experiencia en esta materia en el ambito privado o de mercado o solo en la sopa boba de lo público? ¡Que decepción!