
«Las despedidas son siempre tristes pero me siento orgulloso de haber vestido la camiseta azulina y dejar al club donde se merece: Hace ya cinco temporadas que llegué a la que ha sido mi casa, el club de mi ciudad. Lo que he vivido aquí es muy difícil explicar con palabras. Solo me salen palabras de agradecimiento para todos el personal que trabaja y hace posible que el club sea un lugar fantástico para trabajar y a mis compañeros, que no son compañeros son amigos de esos que duran para toda la vida, os llevaré siempre conmigo. Sé que dejo al club en las mejores manos y con unos grandes profesionales que lucharán por seguir manteniéndolo donde merece. Eso sí, siempre llevando al club de mi ciudad en mi corazón y con el orgullo de poder haber disfrutado todo estos años con mi familia cañaílla. Espero volver algún día y volver a disfrutar de todos estos momentos que he vivido aquí».
«No me marcho por cuestión de dinero, sino porque necesitaba cambiar de aires y tener una nueva experiencia en mi carrera como futbolista. Mañana mismo me voy a Madrid para incorporarme al Rayo Majadahonda, pero espero que esto no sea una despedida, ya que espero volver a jugar algún día en el San Fernando. Tengo la conciencia tranquila y me da igual la gente. Que me critiquen los que me conocen. Nada ha sido sospechoso, ni Canito, ni Iriondo, quería cambiar de aires y me salió esto, no decido tonterías. Gracias a todos, que sigáis animando sin parar como en la liguilla y espero que me vaya bien a mí y al club de mi vida. Seguro que todo saldrá bien y este equipo va a dar la cara porque es muy grande, lo que digo: que estéis con el equipo, un abrazo».





