JAIME MTNEZ BARCELÓ. Soy un vecino del nuevo barrio de «Los Satélites» de Majadahonda, en concreto de la calle Saturno, donde llevo viviendo tres meses. Y día a día se ve como va aumentando la acumulación de basura, hasta al punto de provocar una plaga de ratas, como he podido comprobar y captar con fotografías del cepo de mi casa, que no para de saltar. La situación es de tal calibre y magnitud que ya se puede clasificar como alerta sanitaria. No entiendo que el Ayuntamiento de Majadahonda considere que seamos pocos vecinos (aunque no seamos pocos para cobrarnos los impuestos municipales) y aún menos que sea tan complicado movilizar una patrulla de limpieza de la Concejalía correspondiente: en el organigrama figuran hasta 4 departamentos: Desarrollo Urbano, Mantenimiento de la Ciudad, Limpieza y Urbanizaciones, todos ellos con sus correspondientes sueldos políticos y funcionarios, que no sufrirán de escasez. Con la cantidad de obreros tirando basura, escombros y botellas a diario, aparte de las ratas, claro está, los niños corren peligro físico y no veo otra solución que denunciarlo públicamente. Sufrimos vejación por la dejación de funciones del Ayuntamiento de Majadahonda y la situación es crítica: ni limpieza, ni policía, ni parada de autobús. Todos los vecinos estamos empadronados en Majadahonda, actualmente en «Los Satélites» habrá unas 60 casas, todavía no hemos pagado el IBI, llevamos tres meses nada más, pero esperamos pagar todos más de 1.000 € de media.


Mientras tanto, las ratas aparecen cada dos días aproximadamente. El problema radica en que han concedido licencias de primera ocupación para empezar a cobrar impuestos lo antes posible, pero se han olvidado de la contrapartida: un mínimo servicio de autobús para evitar el aislamiento, una limpieza pública decente y civilizada acorde a nuestros impuestos, un mínimo de seguridad: la Guardia Civil solo acude cuando les llaman, si no, no aparecen, y para la Policía Municipal y su patrullaje, si es que existe, con sus flamantes y costosos coches, simplemente no existimos.

De entre las empresas culpables de los vertidos es complicado saber de donde procede el origen de los mismos, lo que debería ser motivo de una investigación de la Policía Municipal o de las diferentes Concejalías que he mencionado si sus responsables políticos se tomaran interés y sus funcionarios ejercieran con diligencia su labor. He podido observar que la mayoría son subcontratas, pero las grandes promociones son de Tilmon y Afar 4. Recomiendo a la prensa que se pase por este barrio para comprobar «in situ» esto que digo: está pegado a Roza Martín, barrio que también podría verse afectado pronto por estos inesperados «vecinos» roedores, siendo como es la zona con más tirón urbanístico de Majadahonda. Y donde hay ladrillo habrá noticia: corrupción, conflicto de intereses, robos… Gracias a todos los lectores por la atención prestada y a este medio de comunicación por servir de tribuna para difundir la situación.

Majadahonda Magazin