La celebración en Majadahonda del Día de la Visibilidad Lesbiana, que se conmemoró el pasado 26 de abril, ha traído cola. La escritora argentina afincada en Cataluña, María Mir-Rocafort ha criticado el lema “¡Bolleras con Orgullo!” de la campaña del partido político Somos, cercano a Podemos, en las redes sociales. Este grupo además colgó la «bandera lésbica» en los balcones de su grupo en la corporación: “No soy bollera. No acepto términos despectivos ni en broma. Soy una señora que se casó con otra señora, para exigir respeto hay que respetarse a sí mismo”, le afea la literata al partido morado majariego. Paralelamente, la secretaria general de la rama juvenil del PP en Majadahonda, Marina Pont, ha polemizado desde Nuevas Generaciones con la arquitecta e investigadora Carmen, un referente del feminismo en Majadahonda, a propósito de una señal viaria en la que se ilustraba a una madre tirando de un carrito de bebé vistiendo una falda y no unos pantalones. En la controversia ha terciado también el colectivo feminista Mujeres Majadahonda (MuMa).

Marina Pont (PP)
Marina Pont (PP) había escrito en respuesta a la feminista majariega Carmen que “micromachismo es asumir que representar a una mujer con una falda tiene necesariamente una connotación sexual y hay que ponerle pantalón”. Como ésta le había respondido despectivamente “lo siento, pero no atiendo cuestiones de primero de feminismo. Creo que esto te va a quedar para septiembre…”, la secretaria general de las Nuevas Generaciones de Majadahonda no quedó satisfecha y replicó: “Cuando a los del carné de «gente normal» se les escapa la vena elitista…”. La agrupación de Mujeres Majadahonda (MuMa), colectivo de feministas majariegas que se define como “asambleario, no mixto, autogestionado de autoformación y lo que nos dé la gana”, terció en el debate con una definición de “micromachismo” dirigida tanto a Marina como a Carmen: “es una práctica de dominación y violencia masculina en la vida cotidiana. Se trata de comportamientos de control y dominio “naturalizados, legitimados e invisibilizados que se ejecutan impunemente, con o sin conciencia de ello”. No entraba a valorar si ponerle faldas o pantalones a una mujer en un icono de tráfico era «micromachismo».

Mª Mir-Rocafort
Sí lo hizo en cambio la escritora María Mir-Rocafort, a quien ofendió que el partido «instrumental» de Podemos en Majadahonda llamado «Somos» le llamara «bollera». La literata no esconde su filiación ideológica pero incluye matices: «Casi todos mis artículos son de opinión política y muchos lectores me suponen afiliada al PSOE y con razón. Pero se equivocan. Nunca he pertenecido a ningún partido político. Mi campaña a favor del PSOE obedece a mis convicciones. Me pienso y me siento socialdemócrata y estoy convencida de que el único partido socialdemócrata en este país es el PSOE. Eso no me gana aprobación unánime ni mucho menos, pero la aprobación es algo que he buscado muy poco y que nunca me he sabido ganar».



Bollera en el libro «Hijas de Adán» de Illy Ness








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