J. FEDERICO MTNEZ. La dirección regional del Partido Popular (PP) en la Comunidad de Madrid ha ordenado al joven alcalde de Majadahonda, José Luis Alvarez Ustarroz (32 años), realizar «cambios técnicos y políticos» en el Ayuntamiento, según fuentes de Génova 13. La orden se debe a lo que interpretan como un «naufragio» del primer año de Gobierno, en comparación con los Ayuntamientos de Pozuelo, Las Rozas y Boadilla. Los primeros cambios «técnicos», que suceden a los que el alcalde ha tenido que adoptar para conceder la licencia de obras a AEDAS y paralizar de momento su «cruzada» contra el anterior alcalde, Narciso de Foxá, se plasmarán este jueves 30 de julio en el pleno, según fuentes municipales. En esa sesión se dará luz verde a la «modificación de la plantilla de personal». Posteriormente vendrán los «cambios políticos«, que el alcalde se debate entre realizarlos este mismo mes de julio, anunciándolos en breve, dedicar un pleno extraordinario en agosto o posponerlos a septiembre. «Habrá cambios en los tenientes de alcalde«, señalan fuentes municipales, que aventuran que también podrían afectar a las dedicaciones exclusivas y medias jornadas de los concejales (sueldos) e incluso a los concejales sin delegación, pues hay concejal de Vox sin ella que espera «premio» por su fidelidad perruna. La orden de Génova 13 es que se gane en «eficacia» en la gestión, pero Ustarroz la ha «reinterpretado» y pretende aprovechar el «río revuelto» para su gran «cruzada», que otros interpretan como «caza de brujas«: un «cambio generacional» que «descabece» a los técnicos y dirigentes mayores de 50 años. Como si de un «Rey Herodes» a la inversa se tratara, todos los nacidos por debajo del año 1970 podrían ser «decapitados«. En el punto de mira, los concejales de Cultura (Luis Blanco Valderrama), Bienestar Social (Mª José Montón) y Urbanismo (Manuel Troitiño), que ya ha sido desposeído de Pammasa.


El PP ha llevado al pleno de este 30 de julio (2020) una iniciativa con la que pretende cambiar a la mayoría de los jefes de servicio del Ayuntamiento, y aunque la ley obliga a un paréntesis de dos meses antes de consumar los ceses, solo han trascendido los nombres de Urbanismo (Pedro Sánchez), Seguridad (José María Calvo), Comercio (José Luis Muñoz) y Educación (Vicente Colilla). También se verá afectado algún que otro asesor del Grupo Popular. En el ámbito técnico, el arquitecto municipal, Pedro Sánchez, ya ha sido, de hecho, decapitado. El jefe de Policía, José María Calvo, también va a ser destituido en breve (ya ha salido a concurso su plaza) para mantener a la concejala, Nuria Wilde, que parece amparada por razones «mediáticas» (su marido es subdirector de La Razón), aunque el alcalde le achaca el «error de comunicación» que supuso atribuir el horrible accidente de tráfico que tuvo lugar recientemente en Majadahonda a una mujer y no al chico que lo cometió. Caso contrario es  el de Olimpiades Rivera (Cultura), cuya gestión fue defendida recientemente en un pleno por el propio Angel Alonso, que es quien lleva el día a día del Ayuntamiento, dada la inexperiencia del alcalde en asuntos municipales. Y según estas fuentes, por esta razón y hasta que el primer edil aprenda el oficio, «la palabra de Alonso es ley».

Otros jefes de departamento esperan expectantes su futuro. En Deportes, su responsable técnico, Aureliano Gómez de Zamora, ha sido denunciado ante la Consejería de Deportes del Gobierno autonómico por «falta de cualificación profesional» y fue objeto de algunos reproches públicos ante los clubes deportivos por parte del concejal del PP, Eduardo González. En Nuevas Tecnologías, los cargos de Vox han entrado como «elefante en una cacharrería», según se quejan los funcionarios. Y aunque su pericia informática es escasa, lo cierto es que las deficiencias tecnológicas del Ayuntamiento son constantes, como evidenciaron los plenos telemáticos durante la pandemia de marzo. Del resto de los funcionarios responsables de Juventud, Biblioteca o Medio Ambiente nada se sabe, pero entre ellos se asegura que la «purga» alcanzará «hasta un 90%» de los mismos, ya que el alcalde quiere hacerles pagar «los platos rotos» de su «inexperiencia«, por su «controvertida y cuestionada gestión», según se temen. La solución al enigma, a lo largo del verano.

Majadahonda Magazin