Las sufridas y épicas victorias del Rayo Majadahonda en casa provocan «subidones» en la afición, que aplaude a rabiar, como ocurrió este domingo frente al Pontevedra CF

FEDERICO MTNEZ. Majadahonda se había levantado este domingo 26 de marzo (2023) y en la grada se sentaban varios nuevos millonarios: había tocado el primer premio de la Lotería, a razón de 60.000 euros el décimo y Juan Señor, el míster del Pontevedra y autor del último gol de aquel 12-1 contra Malta que clasificó a España para la Eurocopa de 1984, desconocía que en el santoral del Cerro del Espino que estrenó peana esta temporada figuraba una nueva imagen llamada Santaelena. Pero no fue solo la suerte del gol en el minuto 87, precedida de toda esta cadena de maravillas, algo a lo que parece que el equipo se ha abonado como le ocurría al Real Madrid de manera recurrente en los partidos de Champions. Detrás de la épica victoria del Rayo Majadahonda ante el Pontevedra CF hay muchas cosas más que difuminan esa primera parte algo embarullada -también muy típica de los partidos de casa– que exaspera a parte de la afición. Cuando parecía que el Pontevedra se llevaba la manija del partido, se hacía dueño del balón y de su posesión y gozaba de mejores llegadas, el «mago» Néstor Albiach se sacó en el minuto 42 un derechazo desde fuera del área que se coló como un meteoro en la meta de Cacharrón.


Federico Mtnez en la grada del Cerro

Con el gol psicológico antes del descanso todo parecía haber cambiado, pero la segunda parte fue más de lo mismo. No era tampoco el día del Rayo Majadahonda, un equipo destinado a hacer sufrir en los partidos del Cerro del Espino. Los pases se fallaban, las jugadas no se hilaban, los nervios aparecían en jugadores tan experimentados, la velocidad fallaba… Así las cosas, llegó el gol del Pontevedra a los 15 minutos de esta segundas mitad, cuando corría el minuto 60 y a saque de falta David Soto entra desde atrás y engancha el balón suelto en el área pequeña. Confusión porque el árbitro decreta fuera de juego pero el línea da gol, que finalmente sube al marcador. Pero Santaelena esta vez no tiraba de sus cambios en el minuto 60 y apuraba hasta el 71 cuando todo parecía atascado e irresoluble con nuevas oportunidades del Pontevedra que con la entrada del goleador Rufo hizo temblar las columnas del Cerro. Entra Zozulia por Alayeto, que había fallado un gol clamoroso a puerta vacía pero que era el único con disparo a larga distancia que podía resolver un partido metido en el oscuro túnel del tiempo.

Pero nada cambiaba: el ariete ucraniano necesitaba mejores servicios y 7 minutos después entran los dos canteranos, Rubi y Mestanza, por Nando y Javi Ros, quienes estaban muy neutralizados por los marcajes gallegos y a los que les costaba destapar el tarro de las esencias que atesoran en sus piernas. Entonces sí respondió el equipo a esa alquimia de veteranía y juventud. Primero un larguerazo de Casado a la vieja usanza, que se estrella en el palo en el minuto 85. Y 2 minutos después porque es precisamente Mestanza el que caza con la cabeza un hábil toque de Zozulia en el área y lo convierte en un pase de gol a David Rodríguez. A este se le atranca el balón entre las piernas, pero con habilidad y rapidez felina se rehace y dispara a puerta vacía ante la salida desesperada de Cacharrón. El Pontevedra veía todos sus barcos hundidos en un partido que tuvo en la mano pero, aunque les pareciera increíble, las meigas no estaban de su parte. Tanto protestó Cacharrón que terminó expulsado. Los últimos minutos ya sí que fueron algo menos movidos con la entrada de Iriondo y Aldalur para atornillar un partido de 11 contra 10 que ya no tenía escapatoria.

«A mí no me ha tocado el Euromillón ni ninguna de esas cosas, que eso sí que es tener flor en el culo», decía Luis Aragonés cuando le apuntaban que era un entrenador con suerte. Un antecedente de los polémicos Rubiales y Villar (RFEF), que los más viejos del lugar recordarán por el nombre de Pablo Porta, también aseguraba que Miguel Muñoz como seleccionador tenía «una flor en el culo». Y así se ha quedado esta frase en el mundo del fútbol para denominar a aquellos que siempre tienen a los hados del balón de cara. Pero este equipo, que comenzó los 6 primeros partidos de liga con 1 punto y ahora tiene ahora 39, está a 11 del play off esperando que alguien «pinche» y le ha metido ya 7 al descenso. Demasiados guarismos como para ser cuestión de suerte. Y eso es lo que se dilucidará el próximo Domingo de Ramos a las 6 de la tarde en el «derby» contra el Fuenlabrada: si el Rayo Majadahonda es capaz de meterse entre palmas en la Semana Santa o busca simplemente el confort de las zonas templadas de la tabla. 21 goles llevan David Rodríguez y Néstor Albiach, pero hay muchos más en esta plantilla que no han dicho todavía basta en el mundo del fútbol porque un equipo mide sus capacidades cuando necesita muy poco para golpear, marcar y ganar. Y las puntuaciones, sobre todo de la última media hora del partido, están para acreditarlo. Rayo Majadahonda: Lucho (3), Héctor (2), Casado (3), Félix Ofoli (3 MVP), Iván (2); Mario (3), Javi Ros (2), Alayeto (2); Nando (2), David Rodríguez (3) y Néstor Albiach (3). Segunda Parte: Zozulia (2), Rubi (2), Mestanza (3), Iriondo (2) y Aldalur (2).

Majadahonda Magazin