El Rayo Majadahonda perdió la cabeza en Vigo ante un Celta que lo mareó de principio a fin favorecido por una incesante lluvia

J. FEDERICO MTNEZ. Un diluvio y no solo metereológico descargó en Vigo este domingo 13 de febrero (2022) ante el Rayo Majadahonda que se ahogó ante un Celta que espoleado por el joven Gabri (2 goles) del que habíamos avisado en la víspera, campó a sus anchas por el encuentro. Nadie marcó ni fijó a la estrella celtiña, que se escapaba sucesivamente de Mario, Iturraspe, Casado, etc.. y en el minuto 25 ya estaba el Rayo perdiendo el partido 2-0 sin dar apenas señales de vida. El 3-0 en el último minuto antes de concluir la primera parte fue la puntilla que solo maquilló algo el tanto de Rubén Sánchez un segundo antes de que el árbitro pitara el final del encuentro, dejando el 3-1 definitivo en el marcador y una sensación de amarga derrota. Tan solo el segundo traspiés del Depor en la cabeza de la tabla y el empate en casa del Racing de Santander y fuera de la UD Logroñés aliviaron algo esta hecatombe que no logra sacar de la pelea por la zona de ascenso (play off) a un Rayo Majadahonda que parecía víctima de las “meigas”: fallaron todas las líneas y todos los jugadores de forma individual y colectiva, a cual peor. Champagne regaló un gol con un rechace, Casado también falló la marca en otro aunque con Cristian y Philipe (estos al menos salvaron los muebles individuales y fallaron menos) parecían achicar un poco el esperpento defensivo. En las bandas Borja hizo uno de los peores partidos quizás de su vida, fallando hasta los lanzamientos de corner, y Bastos era un coladero que parecía ir en silla de ruedas ante los aviones celtiñas. Y eso que empezó como una moto ante su propia cantera de procedencia.

J. Federico Mtnez

El centro del campo no fue mejor: Mario ni pasaba, ni cubría ni defendía ni atacaba, Iturraspe se vio desde el minuto 1 que un partido pasado por agua no era el suyo y Bernal deambulaba como un fantasma por el terreno de juego. El ataque, por último, no existía: Héctor, que se fue del campo mascullando ante una más que evidente sustitución, ni se zafó ni tiró una sola vez a puerta y Mawi regateaba y lo intentaba pero a veces parecía el rival de sí mismo. Los cambios tampoco surtieron efecto: Nando siguió dando señales de calidad pero cuando el equipo colectivamente naufraga es difícil deshacer el entuerto, Clau Mendes sigue prometiendo más de lo que se vio pero le faltan minutos a su endiablada hambre y rapidez, Rubén Sánchez marcó el gol del honor y también lo intentó infructuosamente mientras que Albiach y Tropi solo acentuaron un desastre colectivo de los que hace época.

Sigue la igualdad: en 4 puntos 6 equipos por los «pinchazos» de 4 clubes de arriba

¿Algo que salvar? Con 37 puntos y a falta de saber lo que hará el Unionistas en León solo queda permanecer aferrado al timón de Abel Gómez porque siguen estando 7 equipos en 9 puntos y en solo 4 se concentran 6 de ellos. Partido para olvidar de principio a fin, por lo que solo queda la esperanza en el horizonte del próximo domingo, donde vienen los cachorros del At. Bilbao, que han cambiado su racha y han ganado después de 3 derrotas. La racha del Rayo Majadahonda es de 3 pasos adelante y 2 atrás que, visto lo visto, en esta cabeza de tabla de la Primera RFEF sigue dando para mucho.

 

 

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