

Blanquivioletas.com (Jesús Domínguez). «El Real Valladolid y el Rayo Majadahonda se dan un festín en un partido en el que los dos ataques estuvieron muy por encima de las defensas. Si goles son de verdad amores, los jugadores de Real Valladolid y Rayo Majadahonda son unos rompecorazones. Desmelenados, como el ídolo adolescente de turno, obraron como tal en un partido en el que las defensas estuvieron bajas como si fuera enero, lo que permitió ver hasta diez tantos y un buen puñado de ocasiones a mayores con marchamo de gol. El conjunto blanquivioleta se impuso por seis goles a cuatro en un choque que en los albores prometía ser plácido, pero luego nada más lejos. Los majariegos se repusieron de varias desventajas y, aunque se vieron siempre por debajo en el marcador, jamás bajaron los brazos, ni siquiera cuando la diferencia era de cuatro tantos. Esto, unido a la falta de intensidad defensiva del Pucela, provocó que hubiera tensión hasta el final (no tanto incertidumbre).
Dali adelantó a los de Víctor Fernández (que hizo declaraciones después) desde el punto de penalti a los tres minutos y, a los quince, Víctor marcó el segundo al aprovecharse de la candidez de la zaga visitante. Pozuelo, tras una acción en la frontal, acortó distancias en el veinte, pero Rafa culminó una bonita jugada colectiva para hacer el tercero en el veintidós. La sensación, entonces, era de dominio local, ya que la posesión era suya, aunque los madrileños avisaban cada vez que podían, sobre todo gracias a su goleador. Después de que Pablito, Dali y Rafa tuvieran sendas oportunidades para marcar el cuarto –sobre todo el brasileño, que se topó con el larguero–, el ‘nueve’ rayista fue protagonista de una jugada polémica en la que se pidió penalti, cuando la primera mitad moría, cuando encaraba en el mano a mano a Javi. Reinoso Mangas, que sustituyó al indispuesto De la Fuente Ramos, no lo vio así, pese a las protestas y que el atacante incluso tuvo que ser atendido.

«Porque el Rayo Majadahonda no renunció a su estilo, ofensivo y atractivo, ni al verse con esa desventaja, importante y seguramente excesiva para el fútbol que estaba practicando. En el lado contrario, el Real Valladolid se relajó y no le vio las orejas al lobo de milagro, porque permitió a los majariegos crecer demasiado, hasta el punto de que Cristian y Boreo acortaron distancias de nuevo, el primero en una jugada de raza y el segundo después de una buena acción técnica en la frontal del área. Con su equipo partido, desnortado incluso, la afición blanquivioleta tuvo que dar gracias de que no quedase tiempo apenas, porque el encuentro murió en el área local y el poso que quedó al final fue de que la diferencia no fue demasiada. Cierto que el Divi volvió a generar muchísimo en ataque, pero no menos lo es que también concedió muchísimo. No obstante, los tres puntos se quedaron en casa, permiten llegar a los diez y superar en la clasificación tanto al propio Rayo Majadahonda como al Aravaca, que cayó por cero goles a dos ante el Atlético de Madrid». Otra crónica de Jesus Domínguez en Pobla FM.
Real Valladolid: Javi, Apa, Nieto, Óscar (David), Tena, Orea, Dalysson (Campos), Arnaiz, Víctor, Pablo (Raúl), Rafa
Rayo Majadahonda: Lombo, Borao, Alvaro, Toni, Mayorga, Llamas, Roberto Pérez (Ismael), David Moreno (Roberto Rico), Pozuelo, Jiménez, Alan (Rayan)
GOLES: 1-0: m.2, Daly, de Penalti; 2-0: m.14, Víctor; 2-1: m. 18 Pozuelo; 3-1: m.31, Rafa; 3-2: m.52, Roberto; 4-2:m. 64, Víctor; 5-2: m.70, Víctor; 6-2: m.76, Óscar, de penalti; 6-3: m.84, Cristian; 6-4: m.88 Borao.
ÁRBITRO: Daniel Reinoso. Soportó los reproches de la afición madrileña sin perder el control del partido, que no tuvo situaciones de dureza. PItó dos penaltis claros a favor de los pucelanos. Daniel Reinoso Mangas sustituyó a última hora a Óliver de la Fuente Ramos, designado inicialmente. Estuvo asistido en las bandas por Juan Ramón Saludes Rodríguez y Rodrigo Crespo Villa. Amonestó a los locales Óscar de Frutos, Raúl y Campos y a los visitantes Lombo y Mayorga. Jornada sexta del Grupo V de la División de Honor juvenil, disputado bajo un sol de justicia en Los Anexos al tiempo que, en el campo de al lado, era homenajeado el excolegiado profesional Jesús Zancada Lobato.






