El Rayo Majadahonda consigue 3 puntos de platino en Mérida, equipo que le sacaba 7 puntos: remontada épica y «partidazo» de los que hacen época

J. FEDERICO MTNEZ. Victoria dramática, sufrida, al borde del infarto pero con una entrega total del Rayo Majadahonda en los últimos minutos que desde que marcó el segundo gol de la remontada en el Estadio Romano de Mérida se mostró con las hechuras de un equipo que está luchando titánicamente para obtener una salvación con holgura. Lo visto este sábado 3 de diciembre (2022) en la capital extremeña fue un partido de fútbol en toda su intensidad, con la vibración y emoción de dos equipos que pugnan por salvar la categoría y de los que apenas se percibió los 7 puntos de diferencia que los separaban. Incluso el Rayo Majadahonda se mostró superior técnica y tácticamente, logró mayor dominio del juego y del balón, defensivamente se mostró solvente pero tuvo que esperar a que su héroe una vez más estuviese en la portería: el hispano-colombiano Lucho paró un penalty, deslumbró con otros dos paradones a quemarropa y está pidiendo con sus manos y pies un lugar en los salones de oro y plata del fútbol español. Fue en el minuto 38 cuando tras otra preciosa y eficaz estirada neutralizando un «uno contra uno», Lucho despeja y el rebote cae a pies de Iriondo, que estaba siendo hasta ese momento el mejor del partido. Sin embargo, el mediocentro argentino le larga un «codazo» en la cara al delantero extremeño en su salida de balón que el árbitro decreta inevitable penalty. Y una vez más Lucho salva la comprometida situación interceptando la bola de Meléndez desde los 11 metros. Así se llegó al descanso.


Parecía que la segunda parte salía el Rayo Majadahonda con más desparpajo al encuentro en busca de la victoria, pero el inapelable Dios del fútbol que parece caprichoso pero que al final imparte justicia inclinó la balanza momentáneamente a favor de la AD Mérida. A saque de corner se adelanta el defensa Erik a Mario y entrando como un bisonte conecta un cabezazo por la escuadra. Era el minuto 50 y los «romanos» encontraban primero la senda del gol. Se revolvió Jeisson 5 minutos después y estrelló un balón en el larguero porque los rayistas parecían enfurecidos por el injusto desequilibrio. Y los 2.388 espectadores del estadio más otros miles en la TV veían como los majariegos no iban a dejarse vencer tan fácilmente. Con más oficio, veteranía y dominio de la situación con nervios de acero, fue cuando Alfredo Santaelena mueve ficha y con su habitual visión del partido saca fuera a Iriondo, lastrado por su amarilla, y a Ozkoidi, revolucionando el partido: Salama suple con su habitual eficacia al argentino y ancla el centro del campo con su buen hacer futbolístico mientras que Alayeto consigue lo que se pretendía: fuerza un penalty  al recoger un rechace en el área cuando el portero le arrolla de manera algo precipitada. Es Néstor Albiach quien se encarga de transformar la pena máxima en el minuto 65 con un temple digno del mejor lanzador del Mundial de Qatar y como mandan los cánones: fuerte y colocado al palo. 

Con el empate en el bolsillo el Rayo Majadahonda quería más y venía a Mérida a demostrar que es otro equipo desde que llegó Santaelena y ya lleva 4 victorias, 3 de ellas fuera de casa. Y es entonces cuando 4 minutos después Aldalur lanza un centro raso medido al área y el «puma» Jeisson mete el exterior del pie para cambiar la trayectoria y lograr otro golazo que apaga el estadio frente a la inmensa alegría de los visitantes. Los 20 minutos restantes y los 4 siguientes del descuento fueron tremendos: el Rayo manejaba la situación pero espoleados por su afición aunque con más voluntad que acierto los extremeños buscaban el area y cada llegada era un sobresalto no apto para cardiacos ni hipotensos. Pero los futbolistas de refresco corrían a tapar espacios, realizar presiones altas y dificultar la llegada de balones francos. Fueron unos momentos en los que el fútbol adquiría la razón de ser un deporte de leyenda con un espectáculo de los que conjugan la épica y el drama, bordeando la tragedia. Sin embargo primó el saber sufrir, dominar el vendaval y aflorar el grado que supone querer salir de un pozo que jugadores con tantos galones y estrellas junto a otros más jóvenes y veloces se conjuntan para dar su mejor versión. Y esta acabó con los 3 puntos en el bolsillo y un partido para la historia. Rayo Majadahonda: Lucho (3, MVP), Aldalur (2), Ofoli (2), Pinillos (2), Rahim (3);  Iriondo (2), Mario (2), Ozkoidi (2); Néstor (3), Jeisson (3), Nando (2). Segunda Parte: Salama (3), Alayeto (2), David Rodríguez (2), Guille Donoso (2).

Majadahonda Magazin